domingo, 29 de julio de 2012

Crítica: El Asesino de Muñecas

Una de las películas españolas más bizarras del cine, “El asesino de muñecas”, cayó en mis manos hace un tiempo por consejo de un amigo en el transcurso de una larga conversación mientras hacíamos cola para entrar al Auditori, en una de mis visitas al Festival de Cine Fantástico de Sitges. Este amigo me habló de ella largo y tendido, describiéndomela como un film de culto de obligado visionado. La verdad es que yo ya sabía que tenía muy mala pinta, pero me entró la curiosidad al saber que se rodó entre octubre y noviembre de 1974 en Sitges, además de Barcelona (Parque de la Ciudadela, Parque Güell) y Castelldefels.

En el transcurso de mi búsqueda por reconocer en la cinta algún rincón de la Blanca Subur no solo hallé lo que buscaba sino que además descubrí un cameo de Don Antonio Ráfales Gil, uno de los fundadores y el segundo director del Festival de Cine de Sitges (1970-1982). Éste y el realizador Miguel Madrid se conocieron en el certamen, cuando el segundo presentó su anterior film, “Necrophagus” (1971), ganador de la Medalla de oro ex aequo al mejor director de largometraje en aquella edición. Madrid firmaba sus largometrajes con el pseudónimo de Michael Skaife en aras de tener una proyección internacional. Pero ni en España era tomado en serio por la crítica oficial. Su carrera como realizador solo llegó a tres films. “Bacanal en directo” (1979), clasificada S, fue su último trabajo.

La historia, escrita por el propio Madrid, nos sitúa en Montpellier, pese a estar reconociblemente rodada en la provincia de Barcelona. Paul (David Rocha), el hijo del jardinero de una gran mansión, ha vuelto con sus padres después de fracasar en la carrera de medicina, debido irónicamente a su aversión a la sangre. Emocional y psíquicamente inestable, el muchacho colecciona muñecas porque fue educado como si fuera una niña tras fallecer su hermana. Poco después de la llegada de Paul a la casa, comienzan a sucederse los asesinatos…

¿Slasher gore a lo cutre? ¿“Giallo” a la española previsible? ¿Fantasía seudoerotica gay? ¿Historia reivindicativa del amour fou? “El asesino de muñecas” es una película completamente desconcertante. Un híbrido difícil de clasificar.

Para empezar, Paul se nos presenta como un muchacho travestido inocentemente por su madre y atormentado por su condición sexual anormal o antinatural en la sociedad de aquellos tiempos. Sufre de trastorno de identidad disociativo y sus fracasadas tentativas por ser “normal” lo llevan a matar a todas aquellas jovencitas que visitan el parque con el fin de gozar del sexo con su pareja, recordándole así su diferencia. Un personaje claramente influenciado por Norman Bates de “Psicosis” (1960). Su morbosa obsesión por las muñecas, los maniquíes, las mariposas y las máscaras marcan su deseo de cambio, transformación. En todas estas situaciones vemos aflorar los traumas infantiles de Paul y todo el dominio al que está sometido por su madre.

Sin embargo, todo el drama del joven Paul parece un pretexto para enseñar carne en una época donde los géneros del fantástico y el terror eran la única vía de escape para mostrar el desnudo hasta donde la censura del momento lo permitía. Después de cada matanza, el joven toma una ducha purificadora, excusa perfecta para mostrar al actor desnudo. Sus posturas bajo el agua, sus paseos con el torso desnudo con una toalla envuelta a la cintura, realzando su físico andrógino, sus ceñidos modelitos y los alarmantes momentos arrimando el “paquete” a un niño amigo suyo dejan entrever ese erotismo homosexual que impregna toda la historia, a pesar de que se disimule con las escenas de las parejas fornicando y algún que otro tímido desnudo femenino.

Los asesinatos, por otro lado, son delirantes y casposos a la vez, con aceptables efectos de gore y violencia setentera. En este sentido, son tremendos los momentos en los que Paul, enmascarado y con peluca, acecha por el parque a las jovencitas a las que ve como maniquís o las situaciones previas al ataque como la escena en que un joven recrimina a su novia que no puede hacer el amor con ella porque tiene la regla.

A medida que avanza el metraje, la historia se vuelve más confusa, perturbadora y risible. Su protagonista, David Rocha, tiende a la sobreactuación y la personalidad afeminada, histriónica, pasando de la alegría al enfado en cuestión de segundos, y exagerada de su personaje hace que no paremos de reírnos. Un ejemplo de ello es la escena en la que la madre explica a la condesa que el chaval les ha salido nenaza porque tiene alergia a la sangre y para comprobarlo le acerca un conejo despellejado, a lo que éste responde pegando un sonoro grito y huyendo escopeteado. Otro ejemplo lo encontramos cuando Paul entra en una especie de trance tomando contacto con su otra personalidad (la de asesino) en presencia de su amigo, el niño rarito. Aquí es cuando uno se parte el pecho de la risa, porque con la serie de ridículos espasmos del actor no sabemos si quiere matar al niño, si quiere violarlo o solo manosearlo un poco. En cada momento encontramos una acción o un diálogo cutre en pro de una incontrolable carcajada, como la escena musical ye-ye sinsentido de la película.

Pero no toda ella es risible. El repertorio de muñecas siniestras, la fotografía apagada, ciertos planos enloquecidos y ciertas perversiones del personaje (tiene de todo género y tipo) la hacen una película oscura a la vez que psicotrónica y ultrabizarra.

En el fondo, “El asesino de muñecas” no es más que un mediocre film de terror efectista, provisto de un erotismo grosero, de unas desafortunadas actuaciones, incluida la siempre sensual Helga Liné y la de una adolescente Inma de Santis, de una trama tan caótica como absurda y de una psicodélica banda sonora.

Tal vez sea uno de los grandes bodrios del cine español y es normal sentirse como si le hubieran violado a uno después de verla, pero siempre será recordada por su rareza y divertimento.


11 comentarios:

Darkotica dijo...

Que mal rollo de película Ted, muy típica de aquellos bizarros años jaja!. No la he visto aunque había oído hablar de ella, y tras leer tu crítica tampoco creo que me de por verla (por mucho que se haya rodado en lugares que conozco como la palma de mi mano, la curiosidad que siento no es tan grande, además, conozco esa sensación final que deja este tipo de cintas, y particularmente no me mola nada...), pero siempre esta bien saber más de este tipo de cine 'made in spain', y más si la crítica es buena... ;)

Saludos

TED BUNDY dijo...

DARKOTICA

Debes de verla. Por eso la ponlo en el blog. Es ese tipo de películas en las que se reúnen los amigos, con cerveza y palomitas, y se ríen todos juntos. Es muy buena, de lo que te ríes por lo ridícula que es.

Saludos.

The Wrong Girl dijo...

Pues yo si que quiero verla, eh? Me hace mucha gracia pensar en como va a ser. Muñecas siniestras mal, por eso

Darkotica dijo...

Jajaja! Vale, vale, la apunto...aunque te advierto que van unas cuantas antes que ésta, como no sea que la pongan en el canal Barcelona en esos ciclos grotescos que dan de películas que han sido rodadas la ciudad, tendré unas cuantas birras preparadas en la nevera por si acaso cae, porque creo que será la única manera de que la vea entera... XD

Saludos!

El Rector dijo...

Terror de película Ted, cualquier película de género española anterior a los 90 y tantos, es puro terror... lo reconozco, no tengo narices de ponerme con ella.

Para colmo, yo me iba a correr (footing) todos los días al parc Güell durante mucho años... prefiero guaradar ese grato recuerdo en mi memoria de tan emblemático lugar.

Saludos.

Missterror dijo...

Reconozco que no conocía su existencia...y Ted, si tu frase final es que "tal vez sea una de los grandes bodrios del cine español" y que me voy a sentir violada tras verla...creo que paso.
Que digo yo, que será por película para ver con los amigos, las palomitas y las cervezas!!!

saludos

TED BUNDY dijo...

MISSTERROR

Creo que si te avisan con antelación no se el caso de sentirse violado.

Este tipo de rarezas conviene verlas aunque pasando el dvd a cámara rápida.

No solo de buen cine vive el hombre.

Missterror dijo...

bueno, yo creo que te avisen o no, si te violan, te violan (siguiendo con tu símil)

Ver las pelis para pasarlas a cámara rápida, la verdad es que no es mi idea de disfruta, por lo que me temo, que voy a seguir pasando de ella.

Por supuesto que no solo de buen cine vive el hombre, yo soy la prueba viviente, que de cada 100 pelis que me trago, 15 son buenas y las otras 85, truños!!!!

saludos

TED BUNDY dijo...

MISSTERROR

Creo que si nos tragamos bodrios americanos o americanadas que más nos da comernos una peli como esta. Al fin y al cabo lo interesante de dicha peli es su rareza. Pero también es cierto que hay un grupo de personas que la tienen como película de culto.

También es interesante reconocer esas escenas de Sitges, ya que vas ha estar por ahí en octubre.

Anónimo dijo...

Te ríes por momentos pero es pura caspa de la época. Por lo menos de puro bizarra, disparatada y locaza se sale de lo común de lo que se hacia aquí por esos años (hombres lobo barrigones de peluche, templarios y compañía).

Doctor Vertov dijo...

Esta la echan el día 2 en Cine Doré... menos mal que he leído tu reseña. Aunque soy bastante fan de este cine oscuro y bizarro, creo que tus palabras dejan muy claro que quizá no disfrute de la peli.

En fin, igual voy... :P

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