Invasiones alienígenas hemos visto de todo tipo y todos los colores desde hace décadas en el mundo del cine. El ser humano siempre ha fantaseado, y sigue haciéndolo, con hallar una inteligencia extraterrestre superior a la nuestra. A lo largo de la historia, ese anhelo nos ha llevado a plasmar en películas todo tipo de encuentros con seres de otros planetas y galaxias, predominando los encuentros hostiles frente a los amistosos.
Fantasías que se han realizado desde los años 50 -cuando hubo el boom de la ciencia ficción- hasta el presente. Desde entonces se han rodado infinidad de películas de dicha temática. Y aunque no siempre se ha optado por el camino invasivo, a veces, nos los hemos imaginado extendiendo su mano para ayudarnos, como en Starman, Contact o la más reciente La llegada (Arrival). Pero la gran mayoría de veces se ha optado por la opción más hostil, destruyendo o esclavizando nuestra especie por distintos motivos, pero con resultados similares, como en Independence Day, Mars Attack o Battleship.
La productora Voltage Pictures nos presenta Revolt, una película de ciencia ficción que proviene desde el Reino Unido para mostrar la enésima invasión alienígena que quiere esclavizar a nuestra especie. Revolt es una película bastante modesta pero con resultados más que factibles para el tipo de propuesta que es.
Voltage Pictures fundada por el veterano agente de ventas y ganador del Premio de la Academia Nicolas Chartier ha producido y financiado películas como En tierra Hostil de Kathryn Bigelow, ganadora de nueve Oscars y Dallas Buyers dirigida por Club Jean-Marc Vallée y protagonizado por Matthew McConaughey y Jared Leto.
Después de haber dirigido cortometrajes basados en videojuegos como Assassin's Creed: Checkmate y Half-Life: Raise the Bar, Revolt es el primer largometraje dirigido por Joe Miale. El guión de Revolt ha sido escrito por el propio Miale junto a Rowan Athale tomando prestadas ideas argumentales e influencias visuales que combina a su antojo para ofrecernos una película, que si bien, no es redonda, sí es entretenida.
La última resistencia de la humanidad hace frente contra una invasión alienígena cataclísmica. En el campo africano devastado por la guerra, un soldado estadounidense y una trabajadora francés de ayuda humanitaria se unen para sobrevivir.
Revolt no cuenta con el presupuesto de grandes producciones hollywoodenses que nos ofrecen una factura técnica mucho más compacta y de gran calado visual, esto se nota en el resultado, sobre todo, en los efectos especiales.
La historia no es para catalogar de original, pues no aporta nada nuevo al género de invasiones alienígenas, pero es lo suficientemente resolutiva para que el espectador no llegue a aburrirse. Aunque, está claro que Revolt no es una película que vaya a perdurar en el coeficiente de cualquier amante de la ciencia ficción, sus noventa minutos se me han hecho bastante más entretenidos de lo que pueda parecer en sus primeros minutos. La película gana consistencia a medida que avanza la historia y los personajes llegan a su destino.
Se podrían mejorar algunos puntos flacos en el guión, cierto. Y no todo necesita explicación, a veces, es mejor dejar las cosas a la libre imaginación del espectador. Pero creo que a Revolt le habría venido bien revelar el propósito de tal invasión alienígena, aunque es bastante fácil de imaginar si has visto muchas películas de ciencia ficción. Hay dos opciones bastante claras, que de haber llevado a cabo la explicación, es muy probable que hubiesen sido cualquiera de las dos.
Otro factor mejorable es la relación espacio-tiempo y distancia a cubrir entre el punto de partida y destino que completan los dos personajes principales, Bo y Nadia. La celeridad que recorren la amplia distancia entre ambos no está demasiado bien representada. Aunque, muchas películas son las que no guardan una buena relación del tiempo transcurrido durante el film y el que percibe el espectador. Así que lo considero un mal menor que no hay que tenerle demasiado en cuenta.
Los personajes de Bo y Nadia, en los que se centra toda la acción de la película, están interpretados por Lee Pace y Bérénice Marlohe, un reparto de estrellas bastante comedido y de octanaje medio bajo para una propuesta tan modesta como es Revolt, encajan bien en el tono de la película. A Lee Pace lo vimos como Ronan el acusador, el villano en Guardianes de la Galaxia Vol.1. Y a Bérénice Marlohe como chica Bond en Skyfall junto a Daniel Craig. Ambos, están bastante correctos en Revolt, aunque la película tampoco nos aporta situaciones de gran calado en las que éstos se puedan mostrar en todo su esplendor como para ser recordados por la imaginería colectiva del público.
Es difícil ver Revolt y no acordarse de películas como La guerra de los mundos, Invasión a la Tierra o Distrito 9, obras de las que la Revolt recoge ideas sin inmutarse. De las dos primeras toma aspectos argumentales, mientras que de Distrito 9, toma influencias visuales y escénicas, no parece simple casualidad que ambas historias se desarrollen en territorio Africano. En su favor juega la ambientación y los decorados, que están bastante bien logrados para un producto tan simplista. La historia, a diferencia de otras propuestas, se desarrolla en un mundo post-apocalíptico, así pues, la gran invasión inicial corre a cuenta del espectador.
En cuanto a los efectos especiales, son justitos, pero dan la talla debidamente. Quizás se les puede acusar de una falta de mayor definición e integración en las escenas, con mayor presupuesto, habría quedado mucho mejor. Pero insisto que son bastantes cumplidores con el ajustado presupuesto del film, no llega al nivel visual de los efectos de grandes producciones actuales, pero creo que funcionan bastante bien dentro de la propuesta.
En este aspecto, Revolt sobrepasa el punto intermedio entre lo nefasto y lo decente, inclinando la balanza ligeramente hacia los grandes estrenos cinematográficos. Los diseños de las naves y la maquinaria destructiva, puede que no sean todo lo carismáticos que se espera, pero están bastante bien diseñados.
En el apartado visual y efectos especiales, donde Revolt no llega a cubrir las expectativas mínimas, lo hace el apartado sonoro, bastante notable y de buena credibilidad. No tanto lo son las soluciones precipitadas que ofrecen los dos personajes principales en los momentos encrucijados de la trama. Pero vamos, que sin buscarle los tres pies al gato y sin más replanteamientos de la secuencia en cuestión, funcionan. Y en cuanto a la banda sonora compuesta por Bear McCreary (Calle Cloverfield 10), adorna los distintos pasajes de la película de forma moderada pero convincente.
2 comentarios:
La película en sí no es mala cuesta un poco creer en el amor de los protagonistas en fin no es aburrida pero para mi deja muchas incógnitas
Tremenda remierda, es una mezcla de posibles "visiones" a futuro y diferentes puntos de vistas de un posible encuentro cercano,que pérdida de tiempo!
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