lunes, 21 de octubre de 2019

Crítica: The Cleansing Hour

Hablar de evolución es hablar de diferencias generacionales. Mi generación, esa a la que ya no le sorprende que le llamen señor o señora y lo asume con resignación, ha tenido que lidiar con unos cambios tan bestias que no hemos podido asimilar las nuevas tendencias a la velocidad con la que se instauraban en la sociedad. La evolución de muchos de los indicadores de una nueva era, en ciertos casos, ha sido percibida como involución o como tomadura de pelo. Supongo que la culpa no es de la forma de entender el mundo de las nuevas generaciones. Supongo que es culpa nuestra, los que crecimos con una tecnología limitada, que no hemos entendido del todo, ni la nueva manera de comunicar, ni la de relacionarse. Tiempo al tiempo, vamos por buen camino y lo lograremos, pero a dios pongo por testigo que los millenials nos han jodido la vida con el partido que le han sabido sacar a internet.


“Todos conocemos el peligro de alargar un corto, hay un riesgo de no saber ir más allá de la idea original y rellenar minutos con escenas estiradas o un guión repetitivo”


Hablo de millenials y de internet y obviamente estoy hablando de Youtube, redes sociales, fake news, post verdad y todas esas mierdas que a veces creo que no tienen nada que ver conmigo, pero que hipócritamente he aprendido a consumir vorazmente. Mucho me ha costado entender que Youtube es un trabajo como cualquier otro, en el que solo unos pocos (espero que sean los que se lo curran), viven de eso y aceptan todo lo que conlleva que el mundo entero conozca tu vida entera, incluidas tus heces.

El problema del alelamiento de hordas de adolescentes (y no tan adolescentes) intentando vivir de grabarse en su habitación, no es el medio en sí, sino el fácil acceso a ese “modo de vida” y la falta de talento que hay detrás de cada intento, en la mayoría de los casos. No es sorprendente ver a gente jugándose la vida por conseguir un buen vídeo para su canal. A nadie le extraña disfrutar riéndose de lo patéticos que resultan determinados intentos desesperados por conseguir más seguidores y likes. ¿Por qué nos iba a extrañar un canal de Youtube donde se practiquen exorcismos?


“The Cleasing hour, conjuga humor con casquería de una forma acertada y equilibrada. En una película de este tipo, no es necesario un humor de alto nivel”


Justamente esto es lo que planteó, con bastante éxito, Damien LeVeck hace 3 años en su cortometraje “The Cleasing hour”. Éxito que le llevó a aventurarse con el formato largo para replicar la misma idea, pero más profusamente desarrollada. Todos conocemos el peligro de alargar un corto, hay un riesgo de no saber ir más allá de la idea original y rellenar minutos con escenas estiradas o un guión repetitivo. No nos engañemos, algo de esto tiene la película “The Cleasing hour”, pero nadie le puede negar que es tremendamente solvente y que permite pasar una hora y media la mar de entretenida.

Este homenaje a “El Exorcista” (William Friedkin, 1975), aplicado a los tiempos modernos en los que el éxito se mide por la aceptación social, es una crítica directa al borreguismo a través de sus protagonistas. Aquí radica uno de los puntos novedosos, porque toda la reprobación implícita de la manera en la que utilizamos los medios digitales, no solo llega de la mano de los dos protagonistas reales del canal de Youtube que emite los falsos exorcismos en directo, sino del propio ente del infierno que se colará en una de estas sesiones para abrir las puertas del infierno a todos los presentes. Son los diálogos del demonio invasor del cuerpo de Lane (la tercera en discordia), los que dan buena cuenta de que lo ridículo de la situación no es ver al exorcista buenorro recitando salmos de la Biblia, sino el beneplácito necesario de sus parroquianos y los caminos para llegar a los profanos.

"The Cleasing hour”, conjuga humor con casquería de una forma acertada y equilibrada. En una película de este tipo, no es necesario un humor de alto nivel para funcionar como una bala, basta con una serie de gags chorras en el momento oportuno seguido de unos cuantos desmembramientos y torturas varias que su director vendió como 95% artesanales en el pasado festival de Sitges, pero que tienen bastante más CGI chungo del que se nos había prometido. De todas formas, esos efectos digitales cantosos, no restan nada de mérito a unas caracterizaciones de quitarse el sombrero.


“Viendo The cleansing hour es inevitable acordarse de La Zona Oscura del profesor Cavan de esa obra de culto que es El día de la Bestia”


La película sale muy bien parada en su inicio y en su potente final (por favor, no os vayáis en los créditos finales), pero no tanto en su tramo central donde, como comentaba al principio, peca de reiterativa y poco lúcida en ciertos momentos. Por suerte, no se hace aburrida en ningún momento gracias a Alix Angelis y su gran interpretación de la poseída Lane, así como de la química entre el dúo protagonista, Ryan Guzman y Lyle Gallner. Así que, teniendo en cuenta que para más inri, la película se desarrolla prácticamente en su totalidad en un único escenario, hay que valorar aún más los aciertos. 

Viendo “The cleansing hour” es inevitable acordarse de La Zona Oscura del profesor Cavan de esa obra de culto que es “El día de la Bestia” (Alex de la Iglesia, 1995) y no pensar en todo esto de la evolución. Poco hemos cambiado en cuanto a picaresca. Lo que sí hemos hecho es transmutar a un tipo de seres que necesita hacerse visible en la sociedad sin querer contacto con la misma. Aún no sé si someterme a esto o invocar a todos los demonios posibles para que nos hagan una hora de limpieza. En cualquier caso, cuando tengáis oportunidad, reservad una horita y media de vuestra vida para ver “The Cleasing Hour” en lugar del youtubber de turno.


2 comentarios:

El Rector dijo...

Siempre creí que La Zona Oscura daba para una muy buena idea que no se había explotado hasta la fecha. Ahora, con toda la explosión esta de las redes sociales y la dependencia que sus usuarios tienen de ellas (la nueva droga del pueblo), "The Cleansing Hour" me parece una apuesta segura. Oportunismo bien entendido.

Me ha gustado, quizás me esperaba algo un poquito más serio pero tirando de comedia negra a lo Sam Raimi y no tanto una comedia burra de terror, pero la verdad es, pese a que como comentas se hace un poco repetitiva en su tramo intermedio, en líneas generales me ha parecido muy entretenida y con unas caracterizaciones fabulosas (lástima del abuso del CGI... yo fui de los que se creyó que las palabras del director acerca de los efectos especiales iban en serio... resulta que era sarcasmo puro).

Un divertirá sátira sobre las miserias de YouTube y la fiebre por los likes, que de paso, le saca brillo a pelis como "El Exorcista" o la propia "Posesión Infernal". Por cierto, Alix Angelis estupenda, de las mejores posesas que he visto en años. Y ese final... brutal :)

Saludos.

Missterror dijo...

Yo no tengo muy claro si la zona oscura ha sido detonante para idear "The Cleansing hour", pero voy a creer que la magnífica "El día de la bestia" ha sido referencia para Damien LeVeck ;)

Creo que la comedia negra está muy compensada con la parte sobrenatural y la violencia que se expone. En este caso, bastante equilibrado todo y teniendo en cuenta que a mí más comedia de la cuenta, me suele estorbar, no es nada sangrante el uso de los gags.
Es divertida pero a la vez arroja tanta realidad milenial a la cara que vomita miserias digitales sin control, lo que no deja de ser lo más parecido a la realidad que existe. Snuff movie!

Saludos.

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