miércoles, 15 de enero de 2020

Crítica: Once Upon a Time in... Hollywood

Estamos en el 1969, un año en el que se estrenan películas como "Grupo Salvaje", "Dos Hombres y un Destino" o "Mi Noche Con Maud". En España se estrenan (siempre con atraso) películas como "El Graduado" o "La Aventura". Led Zepelin lanza su primer disco, la Creedence "Willy and the Poor Boys" y Bowie "Space Oddity". También sacan disco nuevo The Band, los Rolling, Dylan, Tim Buckley, Neil Young, Elvis, Zappa, The Stooges, la Velvet Underground y los Beatles. Se estrena "Tommy" (también “Barrio Sésamo”), y tienen lugar los festivales de Woodstock e Isla de Wight. Paul se casa con Linda y Lennon con Joko, el Concorde y el Jumbo hacen sus primeros vuelos y las manifestaciones contra Vietnam no paran. El hombre llega a la Luna, Jim Morrison es arrestado en Miami por enseñar el nabo en pleno concierto y Pelé marca su gol número 1.000. Las llamas del mayo del 68 todavía están vivas y de ese fuego nacen (siempre en el 69) personas como PJ Harvey, Marilyn Manson o Dave Crohl. También a inicios del 69, el detalle más importante, Polanski y Sharon Tate se trasladan a vivir a una casa en Cielo Drive 10050, Los Angeles. ¿Y por qué os cuento todo este rollo? Para contextualizar la película y recordar el clima que existía en esa época, porque "Once Upon a Time in... Hollywood" (2019) es el homenaje de Tarantino a ese momento histórico que acabó hace exactamente 50 años.


“en la película hay una dualidad constante, un paralelismo permanente, entre realidad y ficción, y entre protagonista y secundario”


Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) es un actor en horas bajas (seguimos en el 69, pero ahora es ficción), todavía goza de cierto reconocimiento por haber sido el protagonista, Jake Cahill, de una serie de televisión western de los años 50 titulada "Bounty Law" (que le permitió comprar su casa en Cielo Drive), pero ahora se está empezando a encasillar en personajes de malo, de esos que al final siempre pierden. El trabajo empieza a escasear para su doble, el "stuntman" Cliff Booth (interpretado por Brad Pitt), que también ayuda a Rick haciendo de chofer y cuidando de su casa. El propio Rick se da cuenta de su declive, nota que está pasando de moda, y así se lo hace saber a Cliff: "Aquí estoy, fracasando en todo, y ¿quién vive en la casa de al lado? Polanski, el director más solicitado de la ciudad, tal vez del mundo".

"Once Upon a Time in... Hollywood" empieza con los dos protagonistas llegando en coche a la casa de Rick Dalton en Cielo Drive, una de las exclusivas colinas de Los Angeles. Los nombres aparecen intercambiados, Pitt en las espaldas de DiCaprio, y DiCaprio en las espaldas de Pitt. No es casualidad, en la película hay una dualidad constante, un paralelismo permanente, entre realidad y ficción, y entre protagonista y secundario (Rick / Cliff, Polanski / Tate). Mencionaba al inicio el homenaje de Tarantino a una época que él vivió de niño en Los Angeles, cine dentro del cine, pero la película va más allá y es también una reivindicación de los personajes secundarios, esos compañeros imprescindibles y fieles que están detrás de personas más reconocidas. Estamos ante uno de los casos en los que el protagonismo recae en las historias secundarias.

Tarantino estuvo años escribiendo el guion y los personajes de la película, así como estudiando el año 1969. El mimo con el que escribió el trasfondo de los personajes es fundamental para lograr unas interpretaciones magistrales, eso sin duda se nota, y también ayuda a identificarse con los diálogos. Es a través de meticulosos detalles como llegamos a entender todas las actitudes y reacciones de los personajes, concretamente es Cliff, el doble, el que se come la película desde ese rol inicialmente secundario. Es el hombre que carga con las escenas de acción y riesgo, pero también es la persona que consuela a Rick cuando éste llora en su hombro. Sharon Tate (interpretada por Margot Robbie) es como una idea que fluye y no se toca. Es como un holograma que representa todo lo bueno de aquella época, la inocencia, las ganas de aprender, la bondad o la belleza. Es un personaje de pocas palabras, pero que deja escenas para el recuerdo. Y Rick Dalton, el personaje más cómico de todos, es el actor que se mueve interpretando los géneros preferidos del propio Tarantino, Westerns y películas de acción (telefilms de serie B).


“Los tiempos de la película son también 100% Tarantino, con escenas largas y diálogos en los que el tiempo parece detenerse. Todo enmarcado en una ambientación fabulosa”


Menciono tres escenas magníficas que exaltan el guión y la dirección de actores, sin duda, los puntos fuertes de Tarantino, y que son el corazón de la película. Una escena para cada uno de los tres actores que hacen que esta película sea posible, DiCaprio, Pitt y Robbie. 1) La escena de la actuación de Ricky Dalton con la niña (la actriz Julia Butters) es genial. Sus errores a la hora de recitar su guion y sus problemas con la bebida en la escena del camerino es la mezcla perfecta entre el drama y lo cómico. 2) La escena en el cine de Sharon Tate, nada menos que en el Bruin Theatre de Los Angeles, en la que se ve a sí misma en la película "The Wrecking Crew". Es el homenaje perfecto que se podría hacer la actriz, y en la escena no falta el fetiche preferido de Tarantino, los pies. 3) La escena en el Rancho Spahn. A Cliff lo echan del set de rodaje por pelearse con Bruce Lee (una de las escenas que más polémica generaría de la película), se monta en el Cadillac de Rick y de camino recoge a una hippie autoestopista que lo lleva al Rancho Spahn, donde vive la familia Manson. Es un momento tenso en el que los espectadores nos tememos lo peor. Las tres escenas transcurren de forma paralela y, probablemente, de forma simultánea.

Los tiempos de la película son también 100% Tarantino, con escenas largas y diálogos en los que el tiempo parece detenerse. Todo enmarcado en una ambientación fabulosa, los coches que circulan (el Cadillac de Rick pertenece al actor y amigo de Tarantino, Michael Madsen, que también actúa en la película, aunque con menos protagonismo que su coche), los vestidos de Tate, la radio, los carteles de las películas y series de la época, etc. Especial mención para la banda sonora, otro de los grandes fetiches de Tarantino y que siempre cuida al extremo. En esta película juega quizás un papel más destacado porque se escuchan canciones de grupos que fueron protagonistas en esta época. Hay canciones de José Feliciano (versión de The Mamas and The Papas), Simon & Garfunkel, Deep Puple, Los Bravos, Buchanamn Brothers, Buffy Sainte-Marie, Neil Diamond, etc.

Todo en la película está entrelazado y todos los personajes que aparecen en ella tuvieron vínculos con los hechos reales que se narran en la película. No hay que olvidar que tardaron bastantes meses en saber que los culpables eran de la Famia Manson, por lo que Polanski llegó a sospechar de muchas personas. Aparece Steve McQueen (impresionante la escena de DiCaprio haciendo el rol de McQueen en "La Gran Evasión" de John Sturges), Michelle Phillips (cantante de The Mamas and The Papas, cuyo marido John Phillips, amigo de Charles Manson, fue para Polanski el primer sospechoso del crimen), Jay Sebring (peluquero de Jim Morrison y que acabaría muriendo al lado de Tate), Terey y Dennis Wilson (de los Beach Boys, Dennis fue amigo de Charles Manson), Bruce Lee (entrenó a Sharon Tate y también daba clases a Polanski) y muchos otros.


“¿Cómo habría evolucionado la vida de Polanski sin ese trauma? Nunca lo sabremos, pero Tarantino, genio y figura, nos brinda su versión de los hechos”


El 23 de marzo de 1969, Chales Manson, un hombre menudo, manipulador y toralmente frustrado tras fracasar en sus intentos de ser músico, fue hasta Cielo Drive buscando a Terey y Dennis Wilson (de los Beach Boys), pero ellos ya no vivían allí, los nuevos inquilinos eran Tate y Polanski. Ese día Polanski no estaba, pero Manson vio a Sharon Tate (esto es real).

Poco después, Rick Dalton y su inseparable amigo Cliff, se van 6 meses a Italia a rodar Spaghetti Westerns. Al menos uno de ellos bajo las órdenes de Sergio Corbucci ("el segundo mejor director de Spaghetti Westerns"). Regresará ese mismo año a Los Angeles con su nueva mujer italiana Francesca Capucci (esto es ficción).

El 8 de agosto, Sharon Tate, embarazada de ocho meses, y sus tres invitados salen a cenar al restaurante Mexicano El coyoye (realidad).

Mientras, ese mismo día (de forma paralela en la película), Rick y Cliff, van al restaurante Mexicano Casa Vega, donde se emborrachan en un clima de despedida, como si fuese la última noche en la que estarán juntos (ficción).

Esa misma noche, ya 9 de agosto, cuatro miembros de la familia Manson llegan a Cielo Drive cumpliendo órdenes de Charles Manson (uno de los cuatro no llegó a entrar en la casa), y acabarían matando a Frykowski, Abigail Folger, Jay Sebring y Sharon Tate (realidad).

De esta forma también llegaron a su fin, de forma precipitada, los años 60. Algunas estrellas abandonaron la ciudad y otras empezaron a portar armas. California dejó de ser el lugar predilecto de la cultura "paz y amor" y se pasó de la inocencia a la desconfianza. El mundo estaba cambiando. Ya no habría más conciertos de los Beatles, el último fue el que tuvo lugar en el tejado de Apple en 1969. Poco después nos dejarían Janis, Hendrix y Morrison. Llegaban los 70, una década también muy creativa, pero más dura, más real. La inocencia y la esperanza habían quedado atrás. ¿Qué hubiera sido de la incipiente carrera de Sharon Tate? ¿Cómo habría evolucionado la vida de Polanski sin ese trauma? Nunca lo sabremos, pero Tarantino, genio y figura, nos brinda su versión de los hechos. Solo puedo decir que la realidad siempre en mucho más macabra que la ficción. Al menos, siempre nos quedará el cine (o eso espero).

Lo mejor: Los personajes están muy bien escritos, hay una construcción muy completa detrás. Las actuaciones son excelentes, la ambientación es magnífica y el guion es genial.

Lo peor: Leo críticas contra la película y no logro entenderlas, porque atacan principalmente el guion. Para mí, es una de las grandes películas de Tarantino.


15 comentarios:

El Rector dijo...

Ronette, te lo compro todo. A estas alturas, el maravilloso cine de este señor parece que ya es una cosa que se da por hecha, un día más en la oficina y no por ello hay que restarle méritos. "Once Upon a Time in... Hollywood" es una nueva joya que sumar a su casi perfecta filmografía (esa "Jackie Brown"...), cine en estado puro, más maduro que nunca, sin esa necesidad ya de buscar la genialidad en cada línea de diálogo como antaño, dejando que todo fluya de manera natural. Y tras haber sufrido recientemente la tortura china a modo de gota malaya de Mary Harron, esta reimaginación del affair Manson se antoja doblemente satisfactoria. Maravillosa.

Una pena que el amigo Tarantino sea un tipo de palabra y que tal y como dijo en su momento, parece ser que solo nos queda una película más por disfrutar antes de su retiro dorado. Esto ya nunca será lo mismo sin maese Quentin. Eso sí, que nos quiten lo bailao.

Saludos.

RONETTE PULASKI dijo...

Me alegro que te haya gustado Rector, es una maravilla de película, llena de detalles cinéfilos. Mi película preferida de Tarantino de esa década que se acabó el otro día.
Podría haber seguido hablando largo y tendido sobre ella, de los secundarios que participan en la película, que ni los menciono, así como de otros detalles.
Eso sí, del final prefiero no mencionar nada, aunque ya hayan pasado meses desde su estreno. En plena temporada de premios, todavía dará que hablar.
Y sí, infelizmente, parece ser que Tarantino no hará más de una o, tal vez, dos pelis más.
Siempre nos quedará su filmografía, que no me canso de revisar.
Un abrazo

J dijo...

Por debajo de las mejores obras de Tarantino. Comienza como debe, interesando, y acaba como puede.

El Rector dijo...

Hostia, pues a mi los últimos quince minutos me parecen lo mejor de la película. Una absoluta barbaridad made in Tarantino :)

Saludos.

Max rockatansky dijo...

Concuerdo, que lo mejor son las actuaciones; la puesta en escena; fotografia y banda sonora...como no si es la especialidad de la casa....pero el guion...mmmm para mi deja que desear...un peldaño abajo, por bajo de sus obras maestras: pulp fiction;reservoir dogs; malditos bastardos y ese magnifico western subvalorado que fue los odiados 8.....

Missterror dijo...

Oscar para Tarantino ya!! Segundo Oscar para Di Caprio ya!! "Once upon in time in... Hollywood" es una de la mejores películas de Tarantino, claro que sí, Ronette! Una gozada de película que muestra las mejores virtudes del cine y que tratando un tema que todos sabemos de archimemoria sorprende. Como siempre, Tarantino regala personajes para el recuerdo y lo hace de una manera soberbia al hacer que los espectadores también seamos parte del juego del cine pensando, no solo en Rick Dalton y Cliff Booth, sino en Leonardo Di Caprio y Brad Pitt. El meta cine elevado al cubo.
Maravilloso juego con el despiste, con la decadencia, la suerte, la magia de aquel Hollywood y con el polvo que pisan esos pies.
Para remate, un final soberbio que te hace saltar de la butaca :) Por supuesto, una de las mejores películas del 2019.

Saludos y felicidades por la crítica, se nota que está escrita con muchas ganas, desde la admiración y la satisfacción.

hernanm6 dijo...

Hola, Ronette. ¿Cómo va? Espero que bien. Precisamente anoche (sea "anoche" cuando fuere) me deglutí las casi tres horas de "Érase una vez... en Hollywood", sin respirar, pero saboreando cada fotograma como si fuese un manjar. Y es que lo es, claro. Tarantino, confieso, tiene cosas que me maravillan (y he visualizado tooooda su filmografía, y otras que no tanto. Produce gemas como la que nos ocupa, y como "The hateful eight" y tantas otras, y cae en improcedencias como "Inglorious bastards" o "Kill Bill". Pero aquí no le erra ninguna: cada minuto de "Érase..." es una joyita. Y hay que decirlo: no hay otro director de actores como el quídam; los exprime como si fueran limones, hasta extraerles todo el jugo posible. Aquí es cuando más me gusta este loco de Tarantino: cuando, como en "Érase..." juega con los climas posibles y los clímax probables, con diálogos rotundos e inspirados e interpretaciones tan casualmente sobresalientes que te matan; escenas narradas al filo mismo del todo... o de la nada... donde el hastío, la frustración, el cinismo, la locura, el humor, la generosidad, el estrellato y/o la ignominia, el triunfo y la derrota, categorizan (sin juicio de valores) el drama humano, en un contexto visual y narrativo inmersivo y subversivo, que juega con nuestras propias emociones de -malhadados- testigos privilegiados de una historia tan absurda como posible. En suma, un cuento de hadas hollywoodense, contado con potente sarcasmo, estremecedor cinismo... y maravillosa y genial destreza narrativa. Yo diría lo mismo que comenté tras la última presentación de los Golden Globes por Ricky Gervais (Dios lo tenga en la Gloria y que no le suelte): "¡En tu cara, Hollywood...!"

Sergio dijo...

Bufonesca, sobrevalorada, inconexa, fútil, onanista. Múltiples adejtivos se me vienen a la cabeza para definir esta última obra de Tarantino. Y es que. más allá de crear escenografías o ambientaciones perfectas (algo que cualquiera con un mínimo de conocimiento cinematográfico podría hacer con varios millones de verdes en el bolsillo, claro está) se respira cierto aire de despropósito como nunca había pasado en otra producción de Mr. Quentin (incluída la infravalorada Death Proof).
Los diálogos son largos y no dicen nada. Sobran escenas y personajes (La escena de Bruce Lee es ridícula. La escena del rancho y Dakota Fanning: mucho ruido y pocas nueces, Margot Robbie está completamente desperdiciada. Su personaje no dice mucho porque está terriblemente escrito y no porque simboliza la ingenuidad o no sé que cosa que se le quiera achacar al "pseudo genio" del director), y el final se veía venir a leguas. 10 minutos de Tarantino reescribiendo la historia para dejar contentos a sus productores y fanáticos semitas.
En fin, una decepción mayúscula difrazada de "genialidad". Creo que a esta altura es evidente que a Tarantino se le acabaron los cartuchos luego del gran guón que fué Pulp Fiction. Todo lo que vino después es un refrito exploitation de algo con actores bonitos diciendo sandeces en diálogos largos. Y esto... esto es la bendita gota que rebalsó el vaso.

Donnie dijo...

Cada vez soy menos del cine de Tarantino. No ha de entenderse esto como que pienso que esta es una mala película pero creo que el ego desmedido del director le lleva a alagar en exceso ciertas partes de sus historias, lo que creo que mas que un homenaje a un tipo de cine es una muestra de su amor propio.

Dicho esto, disfruté mucho mas de esta película la segunda vez que la vi, la primera se me hizo pelín cuesta arriba en ciertos momentos y me dejó la sensación de que Tarantino quería contar dos historias diferentes y no sabía como unirlas y para ello nada mejor que usar el recurso de 'un tiempo despues' (No recuerdo si era un año o algunos meses)

Dicaprio y Pitt están absolutamente soberbios pero creo que Julia Butters se los zampa con una sola escena. Brutal.

Un Saludo!

Donnie

pd. Y si, yo también soy de esos que piensan que los ultimos 15 minutos son lo mejor de la película y que ver a Brad Pitt drogado es maravilloso

Anónimo dijo...

en algún momento del film vi un culto sobre otro (scorsese, en la hermandad masculina, homoerótica), una secta y otra, menor, un tarantino reflexivo. el clímax, falso, como sucede con él, se halla apenas pasada la hora de película. es maravilloso. al cabo resulta el sueño de sharon tate; por momentos se confunde con la pesadilla de rick dalton (alguien más vio a un clint eastwood ahí?), y spoiler, entrar al santuario huis clos, de polanski, acaso no sea del todo un final feliz. el film que cabe imaginar tras el final del film: uno de los personajes es ese actor, rick, dalton, has been, junto a la tate que vive, junto a otros sobrevivientes, todos arribados, arrumbados en un purgatorio a medida en la miríada de posibilidades que tarantino ofrece. es un final feliz?

vi un backstage de la vida de sharon tate; el backstage de un show olvidado.

pero hay tantos guiños como en un relato de david foster wallace.
rescato la escena en la que brad pitt se comunica con la chica -discípula, esbirro- autoestop a través de los rostros y las manos, al volante, ante un semáforo en rojo, como si se tratara de emojis guasaperos que intercambiasen encarnándolos.

"donde se encuentran 1869 y 1969"
hasta el hombre más miserable tiene un perro,

abrazo,

fer

RONETTE PULASKI dijo...

Muchas gracias Missterror!
Yo siempre digo que cuando una película nos gusta es más fácil escribir sobre ella, principalmente porque nos transmite muchas cosas. Nada más difícil, por el contrario, que escribir sobre una película que nos deja indiferentes.
Sin duda, el Oscar para DiCaprio sería merecido! Su papel trágico cómico es genial. Todavía me río cuando recuerdo la escena de él flotando y cantando con cascos en la piscina.
Y qué decir de Cliff, eso sí que es un colega!
Una película con muchísimos detalles cinéfilos, de una época irrepetible.
Un abrazo!

Hola Jesús, pues te diría lo mismo que el Rector, la película me parece muy entretenida y el final es la guinda del pastel. Yo, que no me lo esperaba, disfruté un montón.
Es curioso que este año hubo varias pelis (y todas se encuentran entre mis favoritas), con un final desatado: Parasite, Bacurau, Joker...
Saludos

Hola Max, bueno, al menos estamos de acuerdo en la genialidad de Tarantino a la hora de escribir los diálogos, dirigir actores, escoger banda sonora, etc.
Tal y como mencionaba, a mí el guion mí parece fabuloso. Va entrelazando personajes e historias para darnos una visión del contexto de una manera diferente.
No sé por qué se critica la historia de Once Upon... y no la de otras películas suyas como Los Odiosos 8, por ejemplo. Entiendo que es cuestión de gustos.
Un saludo

Hola Hernanm6, pues hago mías tus palabras sobre una película hecha para ser saboreada.
Sin duda, no hay otro director que dirija a los actores de esta manera. Vale recordar que en Pulp Fiction cogió a dos actores en un momento bajo, Travolta y Willis, y ya ves a dónde los subió.
A mí, y en esto quizá no estemos de acuerdo, te diré que Kill Bill es una película que me encanta, de mis preferidas dentro de su filmografía.
Muchas gracias

Hola Sergio, todo es cuestión de gustos, no todas las críticas iban a ser buenas. Tu punto de vista es tan válido como el resto. Poco más que decir, porque yo todo lo que pienso ya lo escribí en la crítica.
Un saludo

Hola Donnie,
Qué lástima que no hayas disfrutado la película tanto cómo yo!
Probablemente yo también disfruté todavía más de la película en un segundo visionado.
No sé si por el hecho de ser de Tarantino se le pone el listón muy alto a sus películas. Él al final siempre sigue fiel a sus estilo gamberro, con su sentido del humor y su personalidad.
Abrazos

Hola fer, también suscribo tus interesantes palabras sobre la película.
Un film de culto sobre otra, el backstage de un show olvidado...
Los gestos de Cliff con la autoestopista, su química con Rick... todo eso es maravilloso.
Un abrazo amigo

PS. Disculpad el atraso en contestar, estoy en plena mudanza internacional.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y un abrazo!







Shadow dijo...

El primer tramo me aburrió muchísimo (la pause tres veces), no fue hasta que aparece la encantadora Sarah Margaret Qualley haciendo autostop y se dirigen al rancho, que empezó a gustarme. La familia manson hizo mucho mal y el giro que tarantino le da en la película es genial. Para mi es un aprobado raspado.

Por cierto, Sarah Margaret Qualley, la hippie autoestopista, tiene ya 25 añitos. Que nos la quieren hacer pasar por menor...

Saludos, y buenísima reseña, Ronette.

RONETTE PULASKI dijo...

Gracias Shadow,
Tarantino es así, con sus tiempos y sus diálogos. Once Upon... no es diferente a otras de sus películas. Cuestión de gustos y de entrar en el juego que propone. A mí esta película me parece, probablemente, su mejor trabajo en una década.
Margaret Qualley, hija de Andy Macdowel, hace un papelón y esa parte de la película es, efectivamente, muy entretenida.
Saludos

Ted dijo...

Peli suena a despedida. Kill Bill sigue siendo mi favorita. Por cierto, que es lo que mató a Bill? No te quiero. Soy una profesional.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con cada palabra. Añadiría INFUMABLE

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