domingo, 8 de marzo de 2020

Crítica: El Hombre Invisible

‘El hombre invisible, el dominio de la mente’, así se podría haber titulado la nueva película de Leigh Whannell y a nadie le hubiera tenido que resultar demasiado extraño. El terror no surge de la parte fantástica de la película sino que este nace y se origina en algo real, en algo cercano, en una relación de dominación y abuso donde Adrian Griffin somete, maltrata y anula a su pareja, Cecilia Kass.


“El hombre invisible analiza y explora la psicosis y la paranoia por culpa del acoso”


El espectador no ha de acercarse a ‘El hombre invisible’ (2020) pensando en que va a encontrarse con una cinta de terror mas, que Whannell se va a poner el traje de James Wan y va a acabar convirtiendo su película en un festival de scare jumps. ‘El hombre invisible’ analiza y explora la psicosis y la paranoia por culpa del acoso al que se ve sometida Cecilia y del que le es imposible escapar, de la manera en la que poco a poco cada vez empieza a sentirse mas y mas aislada, incapaz de hacer comprender a los que le rodean lo que realmente está sucediendo.

Vuelve en ‘El hombre invisible’ la obsesión que Whannell ya mostró por la tecnología en la excelente ‘Upgrade’ (2018), película que está varios peldaños por encima de esta, por esos mad doctors que viven en lujosas y amplias mansiones rodeadas de grandes espacios abiertos, por esa necesidad de encontrar una solución a aquello que se está viviendo, de ser creído por aquellos que se supone que han de ayudar… algunas de las ideas que Whannell manejó en su anterior película parecen ser usadas otra vez por este en esta cinta que aunque muy cuidada y aprovechando al máximo el ritmo pausado de la misma, para ir construyendo poco a poco una mas que inquietante atmósfera, puede dejar a muchos con cierto regusto amargo.


“Por momentos parece que el traje que el director y guionista se ha puesto no es el de Wan si no el de Shyamalan”


Y digo ‘regusto amargo’ porque Whannell en su faceta como guionista se toma ciertas licencias que funcionan muy bien cuando el espectador está viendo la película pero que tras un pequeño análisis uno se da cuenta que estas resultan demasiado forzadas, que la historia ha sido retorcida para que Whannell haya podido llevar a esta a donde él quería. Llegados a este punto se podría hablar y mucho, pero no vamos a hacerlo por no soltar spoilers. Por momentos parece que el traje que el director y guionista se ha puesto no es el de Wan si no el de Shyamalan.

‘El hombre invisible’ es Elisabeth Moss. Igual que ‘Midsommar’ (2019) es Florence Pug, o que ‘The Babadook’ (2014) es Essie Davis. Resulta imposible pensar en cualquiera de estas películas sin el soberbio trabajo de estas actrices. El peso de la película de Whannell no recae en el hombre invisible si no en la que fue su pareja. Y lo que hace Moss es simplemente para caer rendido a sus pies. Si los premios fueran justos, la actriz tendría que arrasar este año, pero ya se sabe que en muchas ocasiones estos tristemente se rigen por otros criterios.


“lo que hace Moss es simplemente para caer rendido a sus pies”


No es el poder de la invisibilidad lo que convierte a la persona a la que hace referencia el título de la película en un monstruo, sino que refuerza lo que este ya es. ‘El hombre invisible’ de Whannell tiene parte de la esencia de ‘Luz que agoniza’ (1944) que dirigió George Cukor según la obra de Patrick Hamilton que ya había sido llevada a la pantalla grande cuatro años antes por Thorold Dickinson y que dio origen al concepto ‘hacer luz de gas’, pero sobre todo tiene mucho del ‘Candyman’ (1992) de Bernard Rose, tanto que por momentos puede parecer que lo que ha hecho Whannell ha sido coger ciertos, muchos, demasiados elementos de la historia que Rose llevó a la pantalla grande, actualizarlos, adaptarlos a su propio monstruo y ofrecer algo ya visto como novedoso. Si ‘El hombre invisible’ es Elisabeth Moss, Cecilia Kass tiene mucho de Helen Lyle. Jordan Peele ha felicitado a Whannell por su película y por el trabajo de Moss. Me gustaría saber que opina este como productor de la cinta de Nia DaCosta de la originalidad de la historia de Whannell.

‘El hombre invisible’ es una muy interesante película que se toma su tiempo para ir construyendo una atmósfera opresiva que sirve para mostrar la paranoia y el miedo en el que está sumida su protagonista. Whannell demuestra que es un gran director capaz de sacar el máximo provecho de los recursos y de los actores con los que cuenta. Si en ‘Upgrade’, Logan Marshall-Green nos dejó un gran trabajo, ahora es Elisabeth Moss la que consigue dejarnos sin palabras. Aunque inferior al anterior trabajo del director, esta es una notable película que hay que ver.

Lo mejor: Elisabeth Moss.

Lo peor: La sensación de que ciertas partes de la historia han sido forzadas para llevar a la película a donde Whannell quería.


11 comentarios:

Victor dijo...

La veré, pues me interesa siempre este personaje, pero de partida el trasfondo no me gusta nada.
Un saludo

Donnie dijo...

Víctor, aunque el trasfondo de la película en un principio no te pueda interesar, te la recomiendo por dos motivos, uno por Moss que está simplemente soberbia y el otro por Whannell porque deja claro que es un director a seguir.. Creo que como mínimo esta cinta te va a resultar muy,muy interesante

Un Saludo!

donnie

Art0rius dijo...

Muy de acuerdo con la critica Donnie. Me ha gustado que hayan huido en este caso de la historia original y hayan tirado por un camino nuevo. Cuesta creer que ha costado solo 7 millones, y lo que hace Moss es tan sumamente impresionante que se come en un primer visionado los defectos de la peli. A ver cómo aguanta una revisión!

Art0rius dijo...

Miedo me daba lo que habría hecho el finado dark universo con el personaje. Deep..brrrr

Donnie dijo...

Hola Art0rius!

La verdad es que tengo curiosidad acerca de como aguantará una revisión... como bien dices el trabajo de Moss es tan impresionante que tapa todos los posibles defectos de la película.. igual al volver a verla ya no nos fijamos tanto el el vendaval interpretativo de la moss y nos fijamos en otras cosas o no...

La verdad es que si, cuesta creer que solo haya costado 7 millones.. esto demuestra que cuando hay un equipo competente delante y detrás de las cámaras se puede sacar mucho rendimiento a los recursos que se tiene.. a veces se intenta que los presupuestos suplan la falta de ingenio y asi nos va...

Un Saludo!

Donnie

J dijo...

Esta no la he visto.

Donnie dijo...

Jesús, pues te la recomiendo.. Whannell demuestra que es un gran director y Moss está simplemente soberbia, solo por ellos ya merece ver la pena la película..

Ya dirás cuando la veas si te ha gustado o no... Me pica la curiosidad saber que te parecerá la película

Un Saludo

El Rector dijo...

Peliculón. Otra de las grandes del año, sin duda (y ya van dos de Blumhouse). Whannell ha conseguido quitarme el mal sabor de boca que me dejó en su día Verhoeven con una visión del clásico monstruo, la suya, que nunca terminó de hacerme tilín. Esta, la de Whannell (y la de Elisabeth Moss, quien pese al riesgo de encasillarse, hace un trabajo, de nuevo descomunal) es otro nivel, una película de TERROR con mayúsculas. Perturbadora, con fondo, y actualizando el género a los nuevos tiempos y a las "nuevas" formas de entenderlo (aunque a algunos aun les cueste).

Es cierto que el guion tiene algunos "peros" de lo más discutibles y lo curioso, es que creo que completamente innecesarios. Y algunos detalles se salen un poco del tono cercano y realista de la hisrtoria (como por ejemplo la desmesurada fuerza sobrehumana del villano). Pero pese a esto, ya digo, en mi opinión, una de las grandes cintas de terror del año.

Leigh Whannell se está ganando a pulso su pedacito de olimpo dentro del género, primero con una secuela de lo más decente, pese al hándicap de venir después de una genialidad del calibre de "Insidious 2", y dos peliculones sin paliativos. Junto a Aster, Eggers y ahora sí, un emergente Flanagan, de lo mejorcito que uno se puede llevar al hocico. Y bueno, ya puestos a profanar una de las grandes obras del cine, y regresar a un Nueva York post-apocalíptico al que jamás se debería regresar, que lo haga un tipo con sobrado y demostrado talento como Whannell.

Saludos.

JuanCar dijo...

Después de habernos entregado dos pepinazos consecutivos como Upgrade y El Hombre Invisible, uno llega a pensar si realmente el éxito de James Wan se debe a la prodigiosa mente de Whannell.
Guionista nada menos que de Saw, Silencio Desde el Mal e Insidious.
Y ahora demostrando que es capaz de plasmar con muchísima más personalidad sus propios guiones que el sosainas de Wan.
Excelente director de actores y un talento descomunal para el manejo de la acción, cada set piece que compone, te deja completamente sin aliento.
Su imaginación desbordante ha permitido que sea el primer director en darle una posible explicación creíble a un proyecto de invisibilidad: un traje revolucionario que escanea el entorno y lo proyecta sobre tu figura humana, mimetizandote cuál camaleón con él.
Sólo a Whannell podría habersele ocurrido.

Donnie dijo...

JuanCar, también he pensado lo mismo la verdad, si no es Whannell el prodigio y no Wan pero creo que el segundo ha conseguido hacer cosas muy buenas sin su compañero asíque creo que en este caso los dos son realmente buenos, y no calificaría precisamente de sosainas a Wan..

Me gusta la idea del traje la verdad, como dices es una explicación bastante plausible digamos que sabe jugar muy bien con la palabra ciencia y la palabra ficción..

Un Saludo!

Donnie

Chupasangre dijo...

¡La he disfrutado muchísimo! Te atrapa de principio a fin. El suspense, el guión, los momentos de acción... TREMENDA. Ahora unas birras y a seguir con la fiesta :)

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