Crítica: House II

Aún mas alucinante, aún mas extraño. Esa parece que fue la máxima de la segunda película de la saga 'House'. Sean S. Cunningham volvió a producir una película centrada en una casa embrujada en la que en las distintas habitaciones parece que haya una especie de pequeño delorian modificado: Estas no dejan de ser puertas a otros tiempos, a otros mundos, a otras dimensiones. Ethan Wiley guionista de la primera entrega, dejó de lado las pinceladas de terror que tenía la película original para centrarse en la comedia, algo que no siempre funciona como nos gustaría.

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“una constate sucesión de chistes con mayor o menor gracia, criaturas mas o menos entrañables y poco mas” 

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Jesse y su novia se mudan a la casa que ha pertenecido a la familia del primero durante varias generaciones. La obsesión de este por la historia de sus ancestros le llevará a investigar y descubrir que su tatara-tatara-abuelo acabó enfrentado con su compañero de aventuras por culpa de una calavera de cristal con diamantes en los ojos a la que se le suponen poderes mágicos. 

Ethan Wiley guionista de la primera entrega se encargó de la dirección y del guion de 'House II, aún mas alucinante'. En pleno proceso de casting, Steve Miner le recomendó a Arye Gross, actor con el que había trabajado en 'Harvard: Movida americana'. Como ya ocurrió en la cinta dirigida por Miner, la serie de televisión 'Cheers' volvía a estar presente esta vez con John Ratzenberger, el cartero Cliff Calvin, dando vida aquí a un excéntrico electricista que nos deja los mejores momentos de la película. Y si el perfil de los actores de la cinta dirigida por Miner era claramente cómico (William Katt, George Wendt, Richard Moll) aquí ocurría lo mismo, a los dos ya citados, Gross y Ratzenberger, se unía Bill Maher en un papel casi anecdótico, y Jonathan Stark que dos años antes había formado parte de otra de esas cintas de culto dentro del cine de terror con toques de comedia, 'Noche de miedo' de Tom Holland. La presencia de Royal Dano que había participado en películas como 'Johnny guitar' o 'Tierras lejanas' no dejaba de ser un pequeño homenaje a todo un tipo de cine que marcó a muchos y en el que el actor desarrolló gran parte de su carrera. 

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“Puede que para muchos el declive de la saga comenzara con House II, aún mas alucinante” 

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El exceso no siempre es bueno. 'House, una casa alucinante' mostró ideas que explotadas de manera correcta podían dar mucho juego. Si en la cinta dirigida por Miner, la casa era conocedora de los miedos de Roger Cobb haciéndolos reales gracias a la capacidad de esta para transportar al protagonista al lugar donde estos se originaron; ahora la película de Wiley deja de lado el trauma, la presencia de los padres de Jesse no deja de ser algo anecdótico tanto en la película como en la vida de este, para crear una historia que sirve de justificación para que las diversas habitaciones cuan tostadora de Homer Simpson o delorian modificado, lleven a los protagonistas a diversas épocas, a diversos mundos. 

Una calavera de cristal, una de esas que parece que tiene tanto poder que incluso acabó por hipnotizar a Steven Spielberg es esa justificación, ese motivo para que todo suceda (Obviamente esto no deja de ser una broma, pero al ver el verdadero motivo por el cual se suceden los hechos en esta película, una calavera de cristal, resulta imposible no acordarse de las por ahora últimas aventuras de Indiana Jones. Intentemos olvidarnos de lo que supuso esta para mucho de nosotros). 'House II, aún mas alucinante' es una constate sucesión de chistes con mayor o menor gracia, criaturas mas o menos entrañables (Después de ver esta película en el cine hace años, me hubiera gustado tener por mascota alguno de los bichos que salen en la película de Wiley) y poco mas. 'House II, aún mas alucinante' es una cinta que se ve bien, se disfruta y hace que el espectador que entre en la propuesta de Wiley disfrute a pesar de su irregularidad y de que los toques de terror de la primera película hayan quedado relegados a otra dimensión. 

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“Podrá gustarnos más o menos, pero la cinta dirigida por Wiley es un gran entretenimiento que se ve bien y se disfruta” 

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Al volver a ver 'House II, aún mas alucinante' no pude dejar de pensar en 'Ghoulies', otra de esas cintas que se pueden definir como de culto dentro del cine de terror de los años ochenta. Otra vez como ocurría en la película dirigida por Luca Bercovici volvemos a encontrarnos con un joven que se muda a la casa familiar, lugar donde este irá descubriendo poco a poco diversos secretos acerca de lo que allí ocurrió. Si Jonathan Graves se dejaba seducir por libros de brujería y ocultismo, a Jesse le sucede lo mismo con libros de historia donde se cuentan las aventuras de su tarara-tatara-abuelo. Progenitores fallecidos, fuerzas ocultas, fiestas propias de aquellos maravillosos años que gracias a Dios dejamos ya hace tiempo atrás y diversas criaturas mas o menos entrañables. 

Dos cintas que forman parte de longevas sagas que fueron languideciendo de manera lastimosa. Dos cintas y sagas que de alguna manera nos marcaron a muchos para bien o para mal. Ideas similares con tres años de diferencia. Puede que para muchos el declive de la saga comenzara con 'House II, aún mas alucinante', que las ideas que daban para mucho juego se quedaron aquí en un simple chiste. Podrá gustarnos más o menos, pero la cinta dirigida por Wiley es un gran entretenimiento que se ve bien y se disfruta. Puede que el hecho de haberla disfrutado en pantalla grande siendo pequeño me haga no ser imparcial, pero tras volver a verla la volví a disfrutar mucho. Es irregular, no todos los chistes funcionan, no transmite miedo, pero da igual... dejaros llevar y pasad un buen rato que para eso está hecha esta película.