jueves, 15 de octubre de 2020

Crítica: Post Mortem

MISSTERROR NOS HABLA SOBRE LA DELIRANTE PUESTA DE LARGO DEL CINE HÚNGARO EN EL TERROR SOBRENATURAL


Una de las mayores cuentas pendientes que tienen los directores con el cine de terror es orquestar una buena historia que se sirva de la fotografía post mortem para hacer que el espectador camine sobre la línea que divide la vida y la muerte como si fuera un equilibrista. Esta práctica de trampantojear con los muertos en medio de los vivos y naturalizar lo antinatural, fue una tendencia en alza entre la burguesía a finales del siglo XIX y principios del XX. Enfermedades como la tuberculosis, el cólera y pandemias mundiales como la gripe española, se cobraban vidas que no tocaba. Después llegó la primera guerra mundial y la muerte se instalaba cómo y dónde quería. 


“tiene un acabado técnico más que digno y desde el inicio se respira aire de película seria que pretende contar algo” 


Entiendo que siempre es complicado aceptar la muerte de un ser querido y por ello, nos servimos de los mecanismos que están a nuestro alcance. Cuando crees que solo cuentas con un recuerdo que se desvanecerá con los años, supongo que cualquier fotografía post mortem es el mejor de los apaños. En 2017, Rusia intentó aportar su granito de arena post mortem con la película “The Bride” (Svyalostav Podgaevskiy) pero no consiguió nada destacable. El uso de esta fotografía post mortem se relegó a mera excusa para vender una trillada historia sobrenatural. 

Este aciago 2020, Hungría parece apostar más fuerte en esta cuenta pendiente con una película de título claro y definitorio, “Post Mortem” (Péter Bergendy). El festival de Sitges y su 53 edición nos lo sirvió en bandeja y fuimos de cabeza a por esta historia. Lamentablemente, la fotografía post mortem (al igual que le ocurre a las sirenas) sigue estando maltratada en el cine de género y aún no puedo nombrar ninguna película que haya hecho justicia. Me temo que en “Post Mortem” tampoco se ahonda en esta práctica y de nuevo, simplemente sirve de excusa para presentar una crónica fantástica


“una anarquía narrativa en la que básicamente este director hace lo que le viene en gana, sin rendir cuentas al espectador” 


“Post Mortem” se presenta como la primera película húngara de terror sobrenatural y pese a lo poco atractiva que nos han vendido esta propuesta con ese póster de baratillo que se han sacado, tiene un acabado técnico más que digno y desde el inicio se respira aire de película seria que pretende contar algo. Con una buena ambientación como plato fuerte, “Post Mortem” consigue llamar la atención desde sus primeros compases aunque a medida que coge ritmo, se puede notar algo extraño y el guion comienza a ser confuso. Por una parte, parece que tiene claro su objetivo pero por la otra, todo parece salirse de madre con la misma naturalidad que posan los muertos en cámara. Los rápidos lazos que se establecen entre los personajes protagonistas, Tomás (un hombre hecho y derecho) y Anna (una niña de 10 años) son, cuando menos, singulares. Planeando todo el rato en mi cabeza la idea de lo chungo y desubicado que parecen las miradas picaronas que Tomás no para de lanzarle a Anna. Sin mostrar nada de esto en ningún momento y suponiendo que estoy malinterpretando lo que debía ser un acercamiento paternal, reconozco que me han recorrido más escalofríos pensando en Tomás abrazando a Anna, que en los momentos en los que se muestran todos los elementos sobrenaturales. 

Dejando esto aparte, la narración discurre atolondrada, mostrando a Tomás recién llegado a un pueblo plagado de fantasmas con la excusa de descubrir lo que allí ocurre, pero teniendo en cuenta que todo el pueblo (apuntador incluido) conoce la particularidad de lo que allí está aconteciendo. Dejamos pues, la fotografía post mortem totalmente de lado y nos centramos en los sucesos paranormales, a los que Tomás y Anna tendrán que enfrentarse. Cuidada puesta en escena, apariciones fantasmales con un uso constante de bochornosos efectos digitales, jugueteos de los muertos con los vivos, algunas escenas impactantes y un guion que hace aguas a pasos agigantados, perdiendo el norte por completo en su parte final. Y aun teniendo en cuenta todo esto, “Post Mortem” es un festival. Una película que pese a estar estirada, siempre interesa. Pese a no estar contando realmente nada coherente, interesa. Pese a que se convierte en un desvarío como pocos se han visto en el reciente cine de corte fantasmal, interesa. 


“Si buscáis una historia con una carga dramática que os encoja, Post Mortem no es vuestra apuesta” 


Como os decía, todo lo que ocurre en “Post Mortem” te hace sentir extraño, no solo por no entender por qué nos dan pistas de algo que parece ser que no le interesa resolver a su director y guionista, Peter Bergendy, sino por la atracción que el espectador siente hacia todas las escenas que pasan delante de sus ojos como una apisonadora. El espectáculo visual es tremendo y uno no tiene claro si estamos viendo el desvarío de un director que apuesta por el más siempre es mejor, o nos hemos dejado engañar por una película que esconde un sentido del humor extraño e inconexo que no habíamos visto venir. En lo personal, me decanto por la primera hipótesis y por una anarquía narrativa en la que básicamente este director hace lo que le viene en gana, sin rendir cuentas al espectador. De esta manera, del relato sobrenatural sobrio se pasa a una fantasía disparatada en la que un Tomás y Anna (recordemos, el treintañero y la niña de 10 años), se convierten en unos cazafantasmas muy particulares. 

Si buscáis una historia con una carga dramática que os encoja, “Post Mortem” no es vuestra apuesta. Si sois algo más exóticos y buscáis una mezcla de folclore, levitaciones en masa, delirios, imágenes macabras y teatralidad sin ningún atisbo de historia con sentido, id de cabeza a por “Post Mortem” porque os aseguro que no siempre podemos ver películas así. Otra vez se ha perdido la posibilidad de contar una buena historia en la que las fotos post mortem sean el corazón y no la excusa. Lamentablemente, la cuenta sigue pendiente pero por otra parte, Hungría ya puede decir alto y claro que se ha estrenado en el cine de terror con una propuesta que no deja indiferente.


5 comentarios:

Astinus dijo...

Missterror, ayer vi la película en Sitges online amparado por cómo las redes (Twitter) habían aupado el filme, entre ellos críticos a los que valoro mucho y con los que suelo coincidir. Se había vendido como LA película del año, y yo me dispuse a corroborar que fuese así.

El resultado de lo que vi podría resumirlo perfectamente tu análisis, solo que para mí fue peor por todo esto de las malditas expectativas. Me quedé muy frío. No por la puesta en escena, que como comentas, es fantástica (tiene momentos muy chulos e ingeniosos), pero me dio la sensación de que el director no se preocupa nunca de explicar qué demonios está pasando. Es más: acaba la película, y es algo totalmente relegado al ostracismo (SPOILER: con esa escena de ambos cabalgando y...fin)

La relación entre Tomás y Anna, además de ser muy Lolita de Nabokov, es forzada al máximo. La visión y como esto se cumple hacia el final del metraje es tan forzado que me dio sensación de estafa, te lo aseguro. Lo mismo que la poca química entre ambos actores, especialmente de Ana, que me dio la sensación de no tomarse su papel en serio durante la mitad de la película (me refiero a la actriz, claro)

A mí me ha decepcionado bastante. No es que sea una mala película (comparto tu puntuación), es que se ha vendido como algo sobresaliente y...no lo es. Con todo lo chulo que tiene, a mí personalmente me ha gustado más Relic, por citar otro ejemplo de horro sobrenatural de este Sitges.

En fin, que me alegro de comprobar que no soy el único que pienso así, aunque suene muy alienado jajajajaja

Donnie dijo...

Alguien que presenta la película como lo hizo este director y sus guionistas ya me ha ganado.

Me pasó lo mismo que Astinus, la vi por la gran cantidad de cosas buenas que se habían dicho de ella o bien yo vivo en un mundo paralelo o creo que se ha elogiado a esta película mucho mas de lo que se merece. ¿Está bien? si ¿Se ve bien y entretiene? Si. Pero ni es la cinta de terror del año ni tiene alguno de los mejores momentos que se han podido ver en el cine de terror en el 2020.
Promete mas de lo que da y unos fantasmas que bordean el ridículo sumado a la mania que tienen estos de agarrar a la gente a mi me sirvió para que se rompiera parte de la magia.

Un Saludo!

Donnie

andres pavone dijo...

Querida Missterror felicitaciones como siempre. Yo la vi solo por el hecho de saber de dónde proviene. Sabía que todo iba a ser muy raro. La verdad me encantó. Un bodrio teatral con una puesta en escena encantadora y macabra.hay escenas que en lo visual para en obra de arte,para mi gusto aclaro. Saludos querida amiga.

Missterror dijo...

Astinus- Justo al terminar de ver esta película, yo también leí en varias ocasiones que "Post Mortem" era la película del festival. Bueno, hay tantas opiniones como gustos y todas son respetables, faltaría más. Lo malo es que cuando somos tan entusiastas, generamos un hype desmedido y luego vienen las decepciones. Creo que "Post Mortem" está muy lejos de ser redonda o acercarse a lo mejor del año. Es una película que termina siendo un desvarío y que, como dices, no se preocupa en absoluto en concluir lo que comienza a contar. Pega un cambio de registro tan bestia al final, que te deja entre la vergüenza ajena, el disfrute a lo loco y el no entender por qué levita todo el pueblo, se queman las ancianas, la casa se hunde o la motivación de los fantasmas. Lo curioso es que llegó un punto en el que todo lo que se había construido me dio exactamente igual y yo solo quería seguir disfrutando del sindios montado y de las escenas finales.
A mí "Relic" no me ha entusiasmado. Es una buena película pero creo que se queda a medias. Si no has visto aún "The Dark and the wicked", no te quedes con las ganas, que aún hay tiempo...es un peliculón.

Donnie- misma sensación. La manía de esos fantasmas de agarrar haciendo todo tan carnal, no me desagradó. Lo que molesta es que no se agarre con ningún propósito. Eran como el típico amigo que cada vez que habla contigo te da unos 400 golpecitos en el brazo, jajaja (me río y no debería porque hasta este año de pandemia, reconozco que yo he sido de las que practicamente se echan encima de la otra persona para hablar)

Andrés- Desde luego, saber que viene de Hungría ha sido un plus. Sinceramete, creí que me encontraría con algo mucho más amateur y cutre y me sorprendió su apartado técnico. Supongo que la parte en la que se transita entre la muerte y la vida, te encantó ;) A mí también.

Un abrazo a los tres.

El Rector dijo...

Yo tampoco le veo gran cosa, más allá de sus correctos valores de producción (si dejamos de lado los esperpénticos efectos digitales de los que en ocasiones abusa) y de ese último tercio donde la peña levita como pedro por su casa y todo se vuelve un poco loco. Que sí, que resulta entretenida (bastante más de lo que yo me esperaba por la premisa), pero compararla con según que hitos del género (como se ha podido leer por ahí), me parece para que venga Ryan Kruger y filme algún que otro viaje lisérgico más :)

Lo de Thomas y Anna, solo puede salir de una mente enferma, ¿No, Missterror? :)

Saludos.

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