sábado, 24 de octubre de 2020

Crítica: Sushi Girl

ANDREA CATÁSTROFE NOS HABLA SOBRE ESTE  THRILLER INDEPENDIENTE DE EXQUISITO PALADAR Y AIRES A TARANTINO


Crítica: Sushi Girl
“Los diamantes son para siempre / Sostén uno y acarícialo, tócalo y desnúdalo / No esconden nada en el corazón / ¿Para qué sirve el amor? / Los diamantes nunca mienten / Cuando el amor se haya ido seguirán brillando.”
Diamonds Are Forever · Shirley Bassey. 


“un filme de cine independiente que me parece supera toda expectativa, con un buen reparto y calidad cinematográfica” 


Crítica: Sushi Girl
He estado algo limitada en cuanto al tiempo, y el cine como otros pasatiempos ha quedado de lado, pero ¿Cómo no buscar y encontrar el momento para platicar una película? Comía sushi esa tarde y pensé “¡claro! ¿Por qué no?”, y aquí estoy, escribiendo acerca de “Sushi girl”, dirigida y co-escrita por Kern Saxton, y estrenada en el 2012. Hasta entonces es su primer y único largometraje, hoy día propietario de Saxton Cinema (su último proyecto es “Mope” de Lucas Heyne, proyectada en Sundance y Sitges el 2019). Volviendo a “Sushi girl”, es un filme de cine independiente que me parece supera toda expectativa, con un buen reparto y calidad cinematográfica, logra brindarnos ciertos momentos de tortura y violencia explicita, que si eres fanático del género disfrutarás gratamente, con todo y que seguramente (es inevitable) pasará por tu mente más de una vez el título “Reservoir Dogs” (1992) de Quentin Tarantino. 

El tema Diamonds Are Forever, del clásico homónimo de 1971 protagonizado por James Bond, fungirá como preludio de lo que será la última cena para muchos de sus asistentes, un grupo diverso de ladrones y asesinos. Saxton nos presenta en primera instancia a su anfitrión, Duke, cautivado con la cultura japonesa orquesta un nyotaimori (práctica que consiste en servir y comer sushi del cuerpo de una mujer desnuda) para celebrar la liberación de Fish. Hace seis 6 años después del robo casi exitoso de unos diamantes Fish fue el único capturado y condenado a prisión. Los presentes de dicha reunión no son otros que sus antiguos compañeros del atraco... un hecho que necesariamente llevará no precisamente a darle las gracias a Fish por su silencio, sino a su interrogatorio: ¿Dónde están los diamantes?, y a un festín de tortura y sadismo, en donde agotadas las posibilidades todo terminará fuera de control, ante la indefensa mirada de una mujer desnuda e inmóvil sobre la mesa. 


“las reminiscencias de Saxton hacía el cine de Tarantino son más que palpables. El argumento en sí mismo, la naturaleza de sus personajes y hasta sus conversaciones” 


Crítica: Sushi Girl
Ya lo mencionaba, las reminiscencias de Saxton hacía el cine de Tarantino son más que palpables. El argumento en sí mismo, la naturaleza de sus personajes y hasta sus conversaciones, incluyendo un enfrentamiento mortal, el cual el propio Tarantino reversionaría unos años después en “The Hateful Eight” (2015). No obstante el filme de Saxton da muestra de un ritmo ágil, manteniendo su cronología lineal, entre los flashback del atraco, y tomando su tiempo para ilustrarnos con sus despliegues de ferocidad, los cuales gozan más allá de la acción (esos exabruptos de sadismo), de una buena dirección (me agrada el primer plano con el que sostiene las escenas, extendiéndolas, iluminando el tormento de la carne echa trizas); el humor negro y la competitividad de sus personajes es otro punto a favor, ciertamente trillados pero carismáticos; llegando a un desenlace quizá esperado pero no menos satisfactorio


“logra la atmósfera adecuada para dotar de cierto pulso a la paranoia, la traición latente y la locura”


Punto y aparte es el resto del embalaje de “Sushi Girl”, partiendo de la fotografía de Aaron Meister, tan pulcra como oscura, resalta cierto exotismo oriental/americano, y en los exteriores resuelve bien gracias a algunos tonos sepias y el grano, la banda sonora muy linda, donde escucharemos el citado tema de Diamonds are forever de Shirley Bassey, el exquisito Rhythm and Blues de Isaac Hayes con Walk On By o Toad del grupo británico de Blues-Psychedelic Rock Cream (recordemos que es uno de los primeros temas (era 1966) que incluía un solo de batería, buenísimo Ginger Baker, hay que ir a youtube a escucharlo). 

Por último y no menos importante el reparto encabezado por Tony Todd como Duke (“Night of the Living Dead”, “Candyman”, “Hatchet II”), Mark Hamill como Crow (Luke Skywalker en la saga Star Wars) y su antagonismo con Andy Mackenzie como Max. Cortney Palm... la chica del sushi... pese a que figura menos que en otras películas (“Zombeavers”)... me agrada la pequeña complejidad del rol que juega dentro de esta película, la vulnerabilidad y de hecho el grado de explotación con el que se le exhibe en contraste con el desarrollo de la historia, y por otro lado, su personificación de una audiencia (todo oídos, todo ojos, pero exenta de las circunstancias). A ello sumamos el cameo de Sonny Chiba (Kill Bill Vol. 1, y en su juventud montones de películas de artes marciales, varias de ellas dirigidas por Kinji Fukasaku) y de Danny Trejo (“Machete”, “Predators” y hablando de robos, “Heat”, esa película de atracos donde sale con Robert De Niro y Al Pacino), y bueno, el resto de las actuaciones, menos sobresalientes pero apropiadas. Los diálogos ayudan mucho a dibujar la personalidad de cada uno de ellos, en especial a Tony Todd en su papel de Duke. 

Un filme técnicamente bueno, realmente son conscientes de sus carencias y bajo presupuesto y logra la atmósfera adecuada para dotar de cierto pulso a la paranoia, la traición latente y la locura, que en apenas un escenario (sin contar los flashbacks), estalla con “elegancia”. En cuanto a su argumento regido por la venganza (una palabra que hasta ahora no había usado)... un tanto predecible y deslucido... ¿Pero qué se le hace? Un aspecto importante es el homenaje a Tarantino y al Cine negro. Cuando la palabra “homenaje” incomoda y mecánicamente se tacha con molestia de falta de originalidad, ni acercarse... de lo contrario, seguro te divertirá. 

Cierro esta reseña con uno de los diálogos de Duke, y también, un haiku del poeta y pintor japonés del siglo XVIII, Taniguchi Buson: 

“No puedo verla esta noche. 
Tengo que renunciar a ella 
Así que voy a comer fugu.”

1 comentarios:

Krueger dijo...

Pues no dice mucho de mi memoria o de mi impacto respecto al visionado, pero pensaba que era una nueva película y la vi en su momento. Más allá del reparto, lleno de habituales de la serie B, poco recuerdo guardo del film. Suficiente para revisionarlo.

Saludos

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