jueves, 1 de abril de 2021

Crítica: The Wolf of Snow Hollow

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE EL PARTICULAR TERROR LICÁNTROPO DIRIGIDO, ESCRITO Y PROTAGONIZADO POR JIM CUMMINGS


The Wolf of Snow Hollow póster
Tenía muchísimas ganas de acercarme a “The Wolf of Snow Hollow”, la nueva obra de Jim Cummings. “Thunder Road” (2018), su anterior propuesta, me pareció un excelente ejercicio cinematográfico en el que el actor/director combinaba a la perfección una personal visión del drama con acertadísimos momentos de humor negro. La historia de un policía cuya vida se ve sometida a una imparable caída a los infiernos, le daba a Cummings la oportunidad de hacer un magnifico retrato emocional de un personaje que fluctúa entre lo patético y lo conmovedor: entre lo adorable y lo directamente hostiable. Una buena muestra de cine independiente y una de esas películas que te dejan con muy buen sabor de boca y ganas de ver más. 


“el director ha intentado abordar un género muy popular sin renunciar por ello a unos intereses autorales y temáticos muy concretos” 


Jim Cummings, Robert Forster y Riki Lindhome
La trama de “The Wolf of Snow Hollow” (2020) es bastante sencilla. John Marshall es un oficial de la policía de una pequeña y tranquila población del estado de Utah que vive del turismo de invierno. Alcohólico y con evidentes problemas de control de la ira, el agente se ha pasado los últimos años lidiando con su padre, el sheriff de la población, que aunque está físicamente muy deteriorado se niega a dejar su puesto y con una exmujer y una hija que no le dan ningún tipo de tregua. Una serie de misteriosos y sangrientos asesinatos harán que su equilibrio emocional llegue al límite

huella de hombre lobo
La primera impresión que te queda tras ver la película es que Cummings es un autor como mínimo coherente. Y decimos esto porque el director de Nueva Orleans nos ha vuelto a ofrecer una historia protagonizada por un ser humano emocionalmente torturado al que las circunstancias y el entorno le superan. Pero la novedad es que en esta ocasión Cummings ha decidido situar su historia dentro del contexto de un trhiller de terror ambientado en una población del oeste norteamericano. En otras palabras: el director ha intentado abordar un género muy popular sin renunciar por ello a unos intereses autorales y temáticos muy concretos. Para hacer esto, como bien sabemos, se requiere de un guion que sea capaz de aunar ambos centros de interés, los haga progresar y evite que uno se imponga sobre otro. En el caso de la cinta que nos ocupa este sutil equilibrio se rompe algunas veces ocasionando que, aunque esta sea una película con muchos elementos positivos, no acabe de ser una cinta redonda. 


“está más próxima, con todos los peros y distancias que se quieran, al cine de Jim Jarmusch o a ciertas películas de los hermanos Coen que a cualquier otro referente” 


cadáver en la nieve
Todo ello ha ocasionado que la película haya desconcertado a más de uno. Desde su premisa argumental, que se mueve con calculada ambigüedad entre el fantástico y el thriller, hasta la definición de las motivaciones de los personajes, todo en la cinta parece recubierto de una extraña capa de extrañeza. Parece como si el director le quisiera dar la vuelta a todos los clichés habituales del género para descolocar, más que sorprender, a un espectador que asiste atónito a una historia que navega por aguas poco transitadas. Vamos, que si alguien busca en ella un thriller al uso de esos que tanto se prodigan últimamente en Netflix lo lleva claro: esta cinta está más próxima, con todos los peros y distancias que se quieran, al cine de Jim Jarmusch o a ciertas películas de los hermanos Coen que a cualquier otro referente. Y es que si algo queda claro en “The Wolf of Snow Hollow” es que nada es lo que parece. 

policías de pueblo
Desde mi punto de vista todo lo que se refiere a la definición de los personajes y sus circunstancias vitales es uno de los grandes aciertos del film. Aunque es muy difícil empatizar con cualquiera de ellos, ya que la mayoría son egoístas, mezquinos e interesados, al final les acabas cogiendo cariño. Y es que todos ellos forman un grupo humano sumamente peculiar en el que lo patético se da la mano con lo más tierno e hilarante. Tenemos a un protagonista violento, alcohólico y con una inteligencia emocional nula; un sheriff aferrado a un cargo al que, aunque sepa que ya no está en condiciones de hacer absolutamente nada, no quiere renunciar; una agente silenciosa y andrógina que ha asumido que su rol tiene que centrarse en tapar la incompetencia de sus compañeros; unos policías vagos e indiscretos que sólo buscan que el FBI les soluciones el problema; una adolescente insoportable incapaz de gestionar la inestabilidad de su padre. Un microcosmos retratado con inteligencia que nos imbuye en una especie de realidad extraña y muy bizarra plagada de frikis, ineptos y donde la trama de los asesinatos funciona perfectamente como recurso para hacer evolucionar las relaciones entre ellos. 

pezuña de hombre lobo
Todo ello se logra en gran medida gracias a las grandes interpretaciones del reparto. Desde un Jim Cummings que retrata a la perfección a ese ser patético que se ha pasado media vida intentando demostrar que no es únicamente un mediocre a la sombra de su padre el Sheriff; pasando por el siempre magnífico Robert Forster que, probablemente motivado por su enfermedad (falleció justo al finalizar el rodaje) le otorga a su personaje una mezcla increíble entre fragilidad y dignidad; y llegando a una Riki Lindhome que no sólo parece una versión 2.0 de la Frances McDormand de "Fargo", sino que también demuestra que es una actriz a la que hay que seguir de cerca… todos cumplen a la perfección en sus roles y ayudan a transmitir la idea de que estamos lidiando con personas a las que la situación les viene muy, pero que muy grande. Y esto funciona como un reloj durante la primera hora. 

Jim Cummings haciendo de policía
Los problemas vienen a partir de ese momento. Es entonces cuando nos da la sensación que el director está tan centrado en la vida de su protagonista que parece que deje de interesarle la historia de los asesinatos que nos está contando. Vamos, que ese equilibrio entre el desarrollo emocional de los personajes y la progresión coherente de una trama de terror con principio, nudo y desenlace se diluye en pro de lo primero. Y ello nos lleva a un desenlace extraño donde, con sinceridad, el director se tiene que sacar de la manga un par de “deus ex machina” tramposos para que la cosa tenga un mínimo de coherencia. Y eso implica un falso culpable que parece salido de la nada (y que es claramente un pegote) o una resolución algo errática donde las cosas pasan porque sí. No sé si soy el único, pero tuve que volver varias veces al principio de la cinta para poder dilucidar con claridad quien era realmente el villano de la función. 


“estamos ante un cineasta que, si sabe controlar mejor sus pulsiones como autor y los elementos narrativos que precisa un buen guion cinematográfico, puede dar mucho que hablar en los próximos años” 


víctima en The Wolf of Snow Hollow
Y es una lástima porque la propuesta, en general, es muy interesante. Me gusta la ambigüedad con la que trata el tema de la identidad del asesino (no sabemos si es un animal, una criatura fantástica, un psicópata o las tres cosas a la vez), me interesa ver como el protagonista, incapaz de gestionar su vida y de hacer algo bien con su equipo de policías, es el único que va bien encaminado en la investigación sin nadie le tome en serio; ni los espectadores. De la misma forma el director rueda de forma magnífica todas las secuencias de terror, por llamarlo de alguna manera, sin escatimar en sangre, gore y violencia.

hombre lobo en la nieve
“The Wolf of Snow Hollow” es una buena película a la que le hubiera hecho falta trabajar un poquito más el guion para que resultara una cinta notable. Aunque es a todas luces obvio que la intención del realizador era manufacturar una cinta que se saliera de los cánones habituales del cine de terror y en la que el desarrollo de los personajes fuera la piedra angular, lo cierto es que también era necesario dotar de cierto sentido a la historia. Y durante buena parte del metraje lo consigue, pero al final (imagino que la cabra tira al monte) todo queda muy diluido y, sinceramente, a los espectadores ya nos da un poco lo mismo si los asesinatos los comete un lobo, un hombre lobo o un pirado. Y es una lástima porque la propuesta funciona durante una gran parte del metraje. 

Esperamos que en próximos trabajos Jim Cummings sea capaz de compensar estos desequilibrios. Honestamente creo que estamos ante un cineasta que, si sabe controlar mejor sus pulsiones como autor y los elementos narrativos que precisa un buen guion cinematográfico, puede dar mucho que hablar en los próximos años.

4 comentarios:

El Rector dijo...

Mister, leo tu análisis y medio me arrepiento de haber renunciado al visionado a los 25 minutos :( No es que me estuviese pareciendo un horror total hasta ese momento, pero debo reconocer que no me estaba enganchando para nada. Ese trasfondo de humor tontorrón, la propia temática (no soy muy amigo de este tipo de tramas sobre investigaciones policiales) e incluso te diría, algunas interpretaciones que a mí me parecieron un poco rarunas, donde no me terminaba de quedar claro si la cosa iba en serio o en plan coña. Si pones sobre la mesa el nombre de Jarmusch o los propios Coen (y debo de ser de los pocos a los que "Fargo", ni fu ni fa...), pues ya veo un poco por donde va la cosa. Igual me animo y le dedico una segunda intentona.

El cine de hombres lobo es un género muy popular y aunque en muchos aspectos podríamos decir que ha sido históricamente esclavo de algunos clichés, también es cierto que ha explorado casi todas las latitudes habidas y por haber dentro del fantástico. Un poco como lo que le ha ocurrido al cine de zombies. Otros muchos subgéneros del terror, en comparación, están aun en el paleolítico en este sentido.

Saludos.

Mister Moloko dijo...

Hola Rector

Creo que la influencia de Jarmusch y los Coen el la película es muy evidente, aunque más en el espíritu que en la letra. A mi estos directores me interesan (y si, la película bebe mucho de "Fargo", por lo que si esta no te entusiasma es difícil que conectes con la película) y creo que Jim Cummings quiere jugar en la misma liga pero no acaba de cons3eguirlo del todo (a este respecto es mucho más redonda su opera prima).
Estoy bastante de acuerdo con lo que dices respecto al personaje del hombre lobo o los zombies: es difícil ofrecer algo realmente diferente que no se haya hecho ya. A este respecto, aunque en su momento se le puso a parir, a mi me pareció interesante el acercamiento que hizo Mike Nichols en "Lobo", una cinta donde lalicantropia tenía cierto sentido con el entorno emocional y social de los personajes.

El Rector dijo...

Mister Moloko, coincido. También tengo en gran consideración a "Lobo". Uno de los terrores licántropos más injustamente infravalorados de la historia de este noble subgénero. Ese hermetismo rancio que en ocasiones supuran determinados sectores conservadores del terror y el fantástico, seguramente consideraron que el triunvirato Nichols, Nicholson y Pfeiffer, olía demasiado a mainstream como para tomarse en serio la película. Y por supuesto, ese trasfondo social y su clara orientación hacia lo dramático, tics que aun hoy, le continúan chirriando a más de un descerebrado.

Saludos.

Krueger dijo...

Pues me quedo con la duda sobre si me gustará. Me llaman la atención eses referentes que mentas Moloko, pero odio tanto las películas de licántropos que ofrecen poco bicho!

Me uno a esa reivindicación de los yuppies lobunos saltarines de Lobo.

Saludos!

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