DONNIE NOS HABLA SOBRE EL DESCONCERTANTE VIAJE SALIDO DE LA MENTE DE ALAN MOORE Y DIRIGIDO POR MITCH JENKINS
Parece tener Northampton cierta decadencia que mezclada con su historia hacen del lugar donde nació Alan Moore una localización privilegiada para situar algunas de sus narraciones. Hace poco más de dos años se publicó traducida en España la que para muchos es conocida como la obra cumbre de Alan Moore, al menos dejando de lado la novela gráfica y en la que ha trabajado alrededor de una década: 'Jerusalem', en una edición muy criticada de forma muy negativa tanto en lo que a la traducción se refiere (da la sensación que conforme avanzaban las páginas el traductor iba perdiendo el interés) como en su presentación: Un estuche en el que hay un trozo de cartulina para que los libros encajen perfectamente en este. Novela árida que mezcla personajes ficticios con reales, donde el autor plasma muchas de sus obsesiones y donde además este va a adaptando la narración a los personajes y el contexto histórico en el que estos se encuentran. Parece Becky Cornelius (Ellie Bamber) interesada en hacer un pequeño tour por la historia de la ciudad de Northampton, algo que de alguna manera nos lleva a pensar en 'Jerusalem', en las calles y anécdotas que Moore cuenta con todo lujo de detalle, algunas veces de manera casi excesiva.
“puede que fuéramos mucho más duros con The Show si detrás de ella no estuviera Moore, puede que diéramos más importancia a lo negativo”
Es 'The Show' (2020) una cinta que no deja indiferente, que por momentos hace que el espectador se plantee si está viendo una obra maestra o si no es más que simplemente una tomadura de pelo, algo que también se dijo en su momento de 'Jerusalem'. Pero tiene esta una gran capacidad de seducción, de hacer que si se consigue entrar en el juego esta enganche y a pesar de lo desigual que resulta el conjunto, se acabe viendo y puedo decir que disfrutando.
Hemos de intentar establecer una distancia entre el autor y la obra que vemos. Hemos de ser capaces de valorar si nuestra opinión acerca de lo que estamos viendo es justa o si de alguna manera está influenciada por aquel que forma parte de ella. Y puede que fuéramos mucho más duros con 'The Show' si detrás de ella no estuviera Moore, puede que diéramos más importancia a lo negativo, a alguno de esos personajes que no aportan demasiado (hay que reconocer que otros como es el caso de Herbert Sherbert resultan simplemente increíbles), a la sensación de querer descolocar al espectador casi en cada momento (esta es una película muy rara, será sin duda uno de los comentarios que se utilicen más tras ver 'The Show'), a parecer querer tener la etiqueta de 'la excentricidad del año', a esos momentos donde el ritmo parece frenarse y el hecho de que en ciertos momentos no se puede dejar de pensar si todo esto no estaría mucho mejor que fuera una novela gráfica.
“La cinta de Jenkins con guion de Alan Moore no es una película accesible, su carga de excesos y rarezas la pueden convertir en una obra que no este destinada a todo tipo de públicos”
De la misma manera que Moore juega con las narraciones y los tiempos en 'Jerusalem', parece ocurrir lo mismo con diversos géneros en 'The Show', dejándonos el momento más claro cuando el protagonista visita a un par de detectives, donde se cambia el color por el blanco y negro y se escucha una peculiar voz en off. Pero a veces los juegos no son satisfactorios para todos los jugadores y la manera en la que se mezcla lo real con lo onírico, los diversos personajes y las situaciones a cada cual más extraña y excesiva puede hacer que más de uno acabe no viéndole la gracia a aquello que Moore como guionista y Mitch Jenkins como director, quienes ya habían trabajado juntos en 'Show Pieces' nos quieren ofrecer esta vez.
Da la sensación de que los Mudd y Molloy de la excelente novela de Charlie Kauffman 'Antkind' han pasado por el filtro del autor de 'Watchmen' (2009) y 'La liga de los hombres extraordinarios' (2003). Si 'Antkind' era un resumen perfecto de todas y cada una de las obsesiones del guionista de 'The eternal sunshine of the spotless mind', en 'The Show' muchos aficionados a la obra de Moore encontraran el claro sello del autor. Puede que por la caracterización de algunos de los personajes en ciertos momentos, el recuerdo de como se mezclaba lo onírico y lo real en la creo que infravalorada 'Mirrormask' (2005) de Dave Mckean se haga presente. De la misma manera el histrionismo mostrado cuando un grupo de personajes son capturados en 'The Stand' también se aprecia aquí, pero si mientras en la serie creada por Josh Boone que adaptaba la novela de Stephen King nos distanciaba de lo que veíamos, aquí, en 'The Show', consigue incluso ganarse nuestras simpatías.
“es algo diferente y que se agradece ver de vez en cuando. Si esta película es una genialidad o una tomadura de pelo creo que es algo que cada espectador tendrá que decidir tras verla”
'The Show' narra la historia de un hombre al que da vida un Tom Burke más que solvente, quien intenta dar con el paradero de James Mitchum (Darren D'Saliva) que tras dejar gravemente herida a su novia, escapó con una valiosa reliquia familiar. Flecher Dennis (Tom Burke) se encontrará en un mundo con todo un crisol de personajes a cada cual más extraño y excesivo: Desde uno cuyo nombre de vampiro dice que es Orlok hasta otro que se enfunda una máscara de superhéroe mientas observa todo lo que va ocurriendo. Es una lástima que junto a grandes momentos, el espectador se encuentre otros que no acaban de funcionar como le gustaría, que parece que hace que la cinta avance con trompicones pero que a su vez consigue que esta le atrape de una manera que hace que si durara cinco horas, las vería sin rechistar.
La cinta de Jenkins con guion de Alan Moore no es una película accesible, su carga de excesos y rarezas la pueden convertir en una obra que no este destinada a todo tipo de públicos y que haga que muchos no sean o seamos todo lo objetivos que sería necesario a la hora de valorara. Con todo es una película que con sus altos y sus bajos, con su irregularidad, me sedujo y me gustó. 'The Show' es algo diferente y que se agradece ver de vez en cuando. Si esta película es una genialidad o una tomadura de pelo creo que es algo que cada espectador tendrá que decidir tras verla.
6 comentarios:
Seguramente, la experiencia más tortuosa de la pasada edición del festival de Sitges. A la hora, lo único que quería es que terminase de una maldita vez. Visualmente es una película atractiva, en especial lo referente al diseño artístico, todo muy cabaretesco, pero la historia, tras una media hora inicial interesante, termina divagando tanto, dando vueltas una y otra vez sobre las mismas ideas, que al menos en mi caso, me hicieron desconectar por completo.
Además, tiene un sospechoso tufillo a esa aberración de título "Dylan Dog" que dirigió Kevin Munroe... gallina de piel.
Donnie, si dos horas casi terminan conmigo, no quiero ni imaginar lo que podrían hacer cinco, jeje.
Saludos.
Pues esta vez coincidimos ambos Rector,esto es para enmarcarlo eh!
Ni terminé de ver la película, lenta, extraña mal y ese labio leporino que no puedo dejar demirarlo...en fin, no pude.
Wotankrieg, alguna vez tenía que ser la primera :) Y ojalá el labio leporino fuera el mayor de los problemas de Tom Burke... más sangrante aun me resulta ese look de banda de pop-rock británica. Desde luego, el protagonista no ayuda a sumarse a una propuesta ya de por sí complicada de digerir.
Saludos.
Rector, Jajajaja,esta claro que no te gusta The Cure, a mí aunque me encanten pues estetipo es como un mal plágio de su imágen, por ello seguimos de todas maneras coincidiendo.
Wotankrieg, no, desde luego no entrarían dentro de mis preferencias musicales, jeje. Pero que eso no nos separe, ahora que hemos encontrado al fin un punto en común, aunque solo sea cinematográfico :)
Saludos.
No pensé en Dylan Dog y mira que me gustan las comparaciones.. Como no puede ser de otra manera no coincidimos, a mi consiguió seducirme aunque reconozco su exceso.. y si os animáis Rector y Wotankrieg os 'animo' a que os leáis 'Jerusalén', eso son palabras mayores.. La verdad es que me hubiera gustado verla en Sitges, creo que mis sensaciones hubieran sido muy parecidas a las que escribo y a las que sentí al ver Mirrormask..
Lo que me parece mas curioso de todo esto es Alan Moore. Se han adaptado algunas de sus novelas gráficas de manera soberbia, otras directamente habría que quemarlas pero siempre se ha quejado de la manera en la que estas han sido adaptadas. No sé muy bien que opinará de esta película que a algunos les gusta y a otros les produce mucho rechazo.. Imagino que escribir el guion y hacer un cameo le hará tener otra opinión.. O igual está ya tan de vuelta de todo que lo que le va es el exceso por el exceso mismo..
Wontakrieg, ya perdonaras pero creo que tienes un problema con las narices torcidas y los labios leporinos ajajaaj
Un Saludo!
Donnie
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