El trabajo como infiltrado del detective Cirello en 'La frontera' lo está destrozando a todos los niveles. A nivel personal porque sus relaciones están en la cuerda floja, su total dependencia de él le ha llevado a dejar de lado a aquellos que quiere; a nivel físico porque el estrés que le genera la situación que lleva viviendo desde hace tiempo le impide, como no puede ser de otra manera, llevar una vida normal. En cualquier momento la tapadera se puede venir abajo, una reacción incorrecta, responder al teléfono que no corresponde. Cirello igual que So Kin-chow odian su trabajo, odian sentirse una mera herramienta en manos de sus superiores que parecen dejar de lado la necesidad de estos de volver a su rutina diaria, dejar de ser infiltrados, de jugarse la vida, de relacionarse con peligrosos narcotraficantes.
“tiene dos partes claramente diferenciadas donde sin duda alguna la segunda y a pesar de un par de canciones, es muy superior a la primera”
No es 'The white storm' (2013) una obra de la profundidad de la trilogía de Don Winslow que comenzó con 'El poder del perro'. Mientras las novelas del escritor norteamericano además de entretener al lector plantean toda una serie de intereses de los personajes involucrados, gobiernos y policía donde nadie o casi nadie sale bien parado (la crítica a la llamada guerra de las drogas es implacable), Benny Chan hace de su cinta un muy entretenido espectáculo que va de menos a más y que a pesar de cierta inocencia a la hora de rodar ciertas escenas (por muchos helicópteros y tiros que se muestren en pantalla da la sensación de que a Chan se le quedan muy grandes ciertos momentos, y estos poseen un aire demasiado artificial lo que resta un poco de credibilidad a los mismos) y un guion que a veces estira la lógica hasta casi romperla, se disfruta bastante. Las poco más de dos horas y cuarto de duración de esta 'The white storm' se pasan en un suspiro y eso no es nada fácil de conseguir.
“poco puede sorprender al espectador habituado a este tipo de historias a pesar de encontrarnos con algún personaje que parece que acabará formado parte del Tokio vampire hotel de Sion Sono”
Todo el mundo tiene un Ernie Hidalgo. Cuando alguien se involucra demasiado en la guerra contra las drogas todo el mundo acaba teniendo algo personal. Siempre hay un Art Keller. Un Adán Barrera. Podrán tener diferentes nombres, diferentes rostros pero están ahí. 'The White Storm' parece construir ciertos personajes en base a la obra de Winslow, igual que este lo haría con otros referentes reales o ficticios. Todos son conocidos, a todos los hemos visto ya antes y nos los volveremos a encontrar, pero en ambos casos Winslow y Chan consiguen hacer que el mundo que existe alrededor de ellos vaya ganando fuerza y nos deja de importar los clichés que nos podamos ir encontrando.
Sin entrar en muchos detalles, por favor si vais a ver esta película no leáis la sinopsis que hay en Netflix, 'The white storm' tiene dos partes claramente diferenciadas donde sin duda alguna la segunda y a pesar de un par de canciones, es muy superior a la primera. Es en el segundo acto donde explotan todos los conflictos personales, la lucha contra la droga se hace más intensa. Todo lo que hemos visto hasta ese momento es necesario para llegar a ese clímax, para situar a los personajes dentro de la historia, para construir sus relaciones y darnos a conocer a un malvado y cruel traficante de drogas.
“Es cierto que todo lo que vemos en pantalla ya lo hemos visto antes, que lo volveremos a ver pero Chan es capaz de hacer de un película un gran divertimento con grandes personajes”
Tras abortar una redada para detener a un narcotraficante (también siempre hay un Darius Darnell), tres policías se trasladarán a Tailandia para cortar el envío de droga desde su origen. Su misión: Detener al peligroso Buda de ocho caras. Como el lector habrá podido observar, 'The white storm' se mueve por caminos mil veces vistos y poco puede sorprender al espectador habituado a este tipo de historias a pesar de encontrarnos con algún personaje que parece que acabará formado parte del 'Tokio vampire hotel' de Sion Sono.
Pero todo esto da igual porque nos es fácil empatizar con los protagonistas, con sus motivaciones, con el valor y la importancia de los lazos que se establecen entre ellos (otra vez una de esas malditas cancioncillas que para la persona que escribe estas líneas son sin duda lo peor de la película) y aunque Chan no se muestra todo lo certero que nos gustaría (a pesar de encontrarnos con toda una serie de escenas de esas que tanto nos gustan en este tipo de películas, en otras se muestra un tanto acartonado) el conjunto resulta ciertamente entretenido y eso contando con que la música pone entre aviso al espectador ante aquello que se va a encontrar (no es el gato de las películas de terror o la puerta que chirría pero en este caso el uso de la música me llamó demasiado la atención y como se puede apreciar en muchos momentos no por algo positivo). 'The white storm' es una de esas películas que abiertamente recomiendo ya que disfrutarán los amantes de este tipo de cintas. Bien interpretada, con una notable fotografía y una historia que se sigue con creciente interés. Es cierto que todo lo que vemos en pantalla ya lo hemos visto antes, que lo volveremos a ver pero Chan es capaz de hacer de un película un gran divertimento con grandes personajes.
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