domingo, 17 de julio de 2022

Crítica: Lux Aeterna

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE UN NUEVO EJERCICIO DE ESTILO SURGIDO DE LA SIEMPRE CONTROVERTIDA MENTE DE GASPAR NOÉ


Después de sorprender en el año 2018 con el mayor premio europeo del género fantástico (el Premio Méliès d’Or por “Clímax”), la expectación por la próxima propuesta de Gaspar Noé era máxima. ¿Con qué nos sorprendería el autor de una de las filmografías más incómodas del cine contemporáneo? Cuando comenzó a difundirse que se trataría de una colaboración con Saint Laurent, una suerte de pieza publicitaria con la colección de Vaccarello como elemento central, supongo que más de una ceja se levantó con incredulidad, la mía incluida. Al fin y al cabo, nunca hubiese dicho que Noé tuviese un interés especial por el mundo de la moda, mucho menos que su predilección por la violencia y la experimentación visual pudiese encontrar algún vínculo con el mundo de los fashion films


“la película contiene todos los recursos formales habituales en la filmografía reciente de Noé: cámara en mano, ritmo ágil, diálogos reveladores y juegos de luces” 


Con la excusa de dotar de contexto e interpretación a la colección de Anthony Vaccarello, Noé recrea en “Lux Aeterna” (2019) el rodaje de "God's work", una falsa película de terror de bajo presupuesto sobre los procesos de quema de brujas. La cámara seguirá a los miembros del rodaje a medida que este se va volviendo más caótico y febril: hay luchas de egos, intereses encontrados, problemas técnicos… Este telón de fondo le servirá al director para reflexionar sobre el oficio del cine y el proceso de creación, pero también sobre el vínculo entre el proceso de quema de brujas y el trato que las actrices reciben en el propio rodaje, lleno de violencia velada


“El rodaje se acelera y también lo hace la cámara de Noé, que con el recurso de pantalla dividida filma el desconcierto y nerviosismo de varios personajes” 


Protagonizada por Charlotte Gainsbourg (como una de las actrices) y Béatrice Dalle (como la directora), la película contiene todos los recursos formales habituales en la filmografía reciente de Noé: cámara en mano, ritmo ágil, diálogos reveladores y juegos de luces. En concreto, la película guarda muchas similitudes con “Clímax”, tanto estéticamente como temáticamente. 

Las semejanzas se ven ya en la escena que abre la película, un diálogo de más de diez minutos de duración entre las protagonistas sobre el oficio del cine y las situaciones a las que han tenido que enfrentarse como mujeres. Como sucedía en “Clímax”, el diálogo es pura improvisación, pero sienta las bases temáticas de la película. Conforme el rodaje avanza Béatrice, Charlotte y las demás actrices (Abbey Lee Kershaw y Mica Argañaraz) se ven sometidas a todo tipo de menosprecios: miradas sexuales y acoso, intrusos en los vestuarios, desdén absoluto por su trabajo etc. Es especialmente reseñable el trato que recibe Béatrice, que a pesar de ser la directora, parece no tener ningún control sobre lo que está pasando en la filmación. El rodaje se acelera y también lo hace la cámara de Noé, que con el recurso de pantalla dividida filma el desconcierto y nerviosismo de varios personajes y las distintas situaciones en las que se ven envueltos. 


“una propuesta especialmente atractiva para los seguidores de Noé, que pueden ver cómo sus intereses y recursos cinematográficos habituales convergen de manera sorprendente en un territorio inexplorado”


[ATENCIÓN SPOILER] Todo desemboca en la escena de la quema de brujas en cuestión, donde Noé extiende todo su arsenal de recursos estéticos. Al mismo tiempo, es quizá la única escena de la película donde somos conscientes de que se trata de un fashion film, porque el vestuario pasa a ser un elemento central. Sin embargo, en ese momento la película ha alcanzado tales cotas de desasosiego que los trajes pueden pasar completamente desapercibidos para el espectador que no esté especialmente interesado. Y eso es precisamente lo que hace interesante a “Lux Aeterna”, la versatilidad de Noé y su capacidad para adueñarse y hacer propio un proyecto que parece alejarse de sus intereses como director de cine. [FIN SPOILER].

En resumen, “Lux Aeterna” ha resultado ser una apuesta más que interesante para ser algo tan alejado de los trabajos anteriores del director. Creo que es una propuesta especialmente atractiva para los seguidores de Noé, que pueden ver cómo sus intereses y recursos cinematográficos habituales convergen de manera sorprendente en un territorio inexplorado hasta entonces por el director. La experiencia pareció gustarle a Noé, que en 2021 repetiría con el corto “Summer of ‘21” para la misma marca, esta vez claramente inspirado en “Suspiria” (1977). Un buen aperitivo que ameniza la espera hasta el estreno de “Vortex”.


1 comentarios:

Krueger dijo...

Un buen complemento a Clímax y una excelente sesión doble con el remake de Suspiria (o triple con Lords Of Salem). Desde luego prefiero a este Noé, incómodo siempre, que al agotador de Enter The Void o Love.

Saludos!

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