EL RECTOR NOS HABLA SOBRE MIEDO A LAS ALTURAS Y EN ESPECIAL, A CAERSE DE ELLAS, EN LO NUEVO DE SCOTT MANN
Para introducir el análisis de “Fall” (Scott Mann, 2022), bien podríamos tirar de deporte nacional y hacer un copia y pega de lo que nos contaba no hace tanto Missterror sobre “The Ledge” (Howard J. Ford, 2022). Y es que la película de Scott Mann comparte punto de partida e intenciones con la de Howard J. Ford. Un trauma y posterior aventura que pondrá a prueba la capacidad de superación del individuo. Parece esta, una fórmula más o menos homologada cuando se trata de hablar de males de altura, pues es imposible no acordarse de una de las secuencias más míticas del cine de acción de los noventa en el prólogo de aquella estupenda “Máximo Riesgo” (1993) de un Renny Harlin que en su dilatada carrera, repleta de claro oscuros, nos ha regalado tres o cuatro títulos de carácter imperecedero donde sin duda se cuenta la cinta protagonizada por Sylvester Stallone.
“no le voy a negar a Fall su capacidad de manejar el espacio para que el espectador sienta la asfixiante altura en sus carnes fruto de un meticuloso montaje y de un despliegue técnico loable”
“Fall” (“Vértigo” en su próximo estreno en salas españolas) apuesta por sacarle punta a uno de los miedos más universales del ser humano, el susodicho vértigo o miedo a las alturas. Como hijos de la creación, tenemos en la diversidad una de nuestras mayores virtudes (por más que el primate subdesarrollado de turno no esté muy de acuerdo con esto) y no deja de resultar curioso que algo tan aterrador para algunos, pueda traducirse en un gran placer para otros. Quizás sea por esta curiosa dicotomía, que el cine de terror, ávido por definición de explotar todo lo explotable, no se haya cebado en dicha disciplina como sí lo ha hecho con otros terrores mundanos como pueda ser el miedo a los espacios cerrados, dolencia harto recurrente en el género y que podríamos ilustrar con una lista interminable de títulos.
Está claro pues a quien va dirigido este ejercicio de terror minimalista de apenas tres protagonistas: dos jóvenes aficionadas a la escalada y una vieja torre de comunicaciones de 300 metros de altura situada en medio de ninguna parte. Sí, a ti que se te pone el culete en modo agujero negro cuando te subes a un taburete para colgar un cuadro. Y en este sentido, no le voy a negar a “Fall” su capacidad de manejar el espacio para que el espectador sienta la asfixiante altura en sus carnes fruto de un meticuloso montaje y de un despliegue técnico loable para no estar hablando de una gran superproducción. La película ofrece un amplio arsenal de puñeteras ópticas entregadas a la causa y siempre dispuestas a buscar y encontrar ese ángulo imposible que nos sitúe al borde del abismo para un resultado general en lo visual que luce realmente bien, con algunas panorámicas y planos picados (y su opuesto) que dan mucho juego y quitan literalmente el hipo.
“un resultado general en lo visual que luce realmente bien, con algunas panorámicas y planos picados (y su opuesto) que dan mucho juego y quitan literalmente el hipo”
Scott Mann sabe donde meter la cámara en todo momento para no perderse ni un detalle de la acción y persigue rozando el acoso a sus dos féminas protagonistas a lo largo de su interminable ascenso hasta el reino de los cielos mientras Gabriel, fetichista como él solo, hace sonar su trompeta (quien sabe si también en paralelo, su flautín) no mucho más arriba en honor a tan osada empresa de las dos muchachas. Tienen nombre: Grace Caroline Currey y Virginia Gardner. La primera ya se asomó al género con “Annabelle: Creation” (David F. Sandberg, 2017), la segunda se marcó un monólogo del copón en “Starfish” (A. T. White, 2018), el despliegue físico de ambas, al amparo del oportuno trabajo de edición, es notable.
Pero el mal endémico de este tipo de cine tan austero en elementos no es algo que le sea ajeno a “Fall”. Al final, nos encontramos frente a hora y media de metraje y mantener el ritmo narrativo no es una tarea sencilla. Aquí para desgracia para la película de Mann (quien también coescribe el guion junto a su habitual e inseparable Jonathan Frank) también tenemos que acordarnos de “The Ledge”, cinta en la que se intentaba reescalar la trama a base de relatos subyacentes referentes a la relación entre sus protagonistas, recurso también presente en “Fall” que si bien se desmarca de la insufrible naturaleza de los flashbacks de aquella, en ningún momento consigue que su “otra historia” se quite de encima el tufo a melodrama barato de sobremesa. Hablamos por tanto de un desarrollo irregular que combina intensas secuencias de acción con altas dosis de adrenalina y tensión, con otras partes realmente intrascendentes, cuando sus dos protagonistas se ponen en modo ñoño y el tono de la obra colinda peligrosamente con el drama terrenal.
“un desarrollo irregular que combina intensas secuencias de acción con altas dosis de adrenalina y tensión, con otras partes realmente intrascendentes”
Otro punto “negativo” que anotar en el debe de “Fall” a modo de nota mental es la presencia (aunque sea a cuentagotas) de Jeffrey Dean Morgan. Y digo lo de negativo entre comillas no por el hecho de que me parezca un mal intérprete (cosa que se podría discutir) o por hacerlo aquí especialmente mal, que no es el caso. Lo comento por su naturaleza adquirida de actor gafe o de potencial mal augurio, pues la mochila del actor empieza a estar cargada de desastrosos proyectos y verle metido por aquí puede que no pueda contarse precisamente como reclamo o indicio de buen fario.
“Fall” cae en los mismos errores que otros tantos títulos que se la juegan con elementos tan minimalistas y carecen de un libreto de primer nivel (por más que intente dar la campanada en su giro final). Importantes problemas de ritmo, subtramas rancias y horrores de carne y hueso que pasados por el filtro de la ficción, en ocasiones pueden parecer poca cosa. Tampoco estamos ante un trabajo rompedor que lo intente desde perspectivas un tanto más rompedoras, buscando una vuelta de tuerca apostando por otros formatos como pudiera ser el found footage, manido pero que aquí, podría encajar muy bien con la naturaleza de la propuesta o jugártela con el plano secuencia para ofrecer una experiencia no se si más espectacular, pero seguramente más dinámica. No, “Fall” dispara a lo seguro y se juega todos los cuartos a sus valores seguros, activo incuestionable que puede no sea suficiente para todo el respetable pero al que tampoco tiene sentido negarle su mérito.
Lo mejor: El buen trabajo de su pareja protagonista, el buen pulso a la hora de abordar las secuencias de acción y la innegable sensación de angustiosa altura que consigue transmitir a lo largo de buena parte de su metraje.
Lo peor: Las partes de relleno se sienten excesivamente estiradas perjudicando el ritmo de la trama y algunas situaciones, por imposibles, parecen más propias de películas más ”festivas” y no tanto de una experiencia que precisamente lo que pretende, es resultar cercana y terrenal.
5 comentarios:
"Fall" es la prima mayor de "The Ledge". Es la prima algo más guapa, pero tampoco una belleza. No negaré las virtudes de los planos de vértigo, el buen manejo de los drones y la sensación de que estás viendo algo arriesgado, pero el melodrama termina pesando mucho más de lo que seguramente en el planteamiento inicial de la película habían tenido en cuenta.
Es muy complicado rellenar tantos minutos en un espacio tan reducido y con las poquísimas posibilidades de movimiento que tienen las protagonistas. En "The Ledge" al menos, tenían el comodín de la montaña y los vericuetos de las rocas. En "Fall" hay que tirar de mucho ingenio para no caer en lo que han caído: una historia secundaria con mínimo interés que se termina por comer la sensación de vértigo. Por cierto, también diré que me decepcionó un poco en este aspecto porque yo que sufro de vértigo enfermizo (ojalá pudiera subirme a ese taburete que mencionas sin temblar) me suelo marear un poco con determinados planos picados infinitos y en este caso, solo me ocurrió en el prólogo y en el ascenso por la torre, pero una vez arriba, esa sensación desapareció y es curioso, teniendo en cuenta todo lo que vemos. Esto es una percepción totalmente subjetiva, objetivamente, la película está rodada de una forma muy pensada para provocar esta sensación de vértigo y frustración constante. En cualquier caso, si le quito ese vértigo en la mayor parte del metraje, le añado el poco interés que me generaba el drama de las protagonistas y que el giro me pareció para mear y no echar gota, pues yo me quedo más cerca del aprobado que del bien alto.
En lo que sí coincidimos es en que, pese a lo limitado del guion, siempre te mantiene atento a la pantalla.
Un abrazo.
Missterror, "Fall" y "The Ledge" intentan ofrecer una experiencia similar, pero no tengo duda alguna de que la primera lo termina haciendo todo mejor que la segunda. Y eso que "The Ledge" se apoya en terceros para ampliar su campo de acción con el grupo de villanos de chiste y aun así, a mí me resulto mucho menos interesante que "Fall". Comparto contigo que el melodrama es tan típico (no hace mucho vi exactamente la misma historia secundaria en "Black Water: Abyss", lo que no habla muy bien del esfuerzo puesto a la hora de confeccionar el libreto precisamente) que bien se lo podrían haber ahorrado, incluso recortando metraje. Una película más corta pero más directa al grano (de ahí lo que comentaba de arriesgarse con otros formatos) quizás hubiera proporcionado una experiencia más satisfactoria. Pero sigo manteniendo que sus virtudes técnicas y la lograda sensación de vértigo y peligro constante, justifican su visionado.
Saludos.
El comienzo estupendo, la subida muy interesante y cuando la cosa se tiene que poner a cien…llega el sopor mas absoluto! Me ha parecido aburridísima, con todos los tópicos habidos y por haber, pocas veces he mirado tantas veces al móvil y he rezado, que nunca lo hago, para que se terminara ese puto infierno. Sin duda una de las pelis más chungas que he visto este año.
Jason, la manera en la que este tipo de películas que se desarrollan en un escenario tan limitado rellenan partes del metraje, puede resultar un gran handicap si no se hace con gracia. "Fall" apuesta por el melodrama y no le sale excesivamente bien, pero sabe combinarlo con secuencias realmente vistosas (quizás demasiado) para mantener la tensión del relato. Yo, con sus altibajos, he podido disfrutarla sin caer en un tedio excesivo.
Saludos.
Y con todo lo minimalista de la propuesta y una torre de comunicaciones como único escenario, me pareció realmente entretenida. Con dos actrices que logran transmitirnos todo lo que sienten y un giro final que viene a resolver lo inverosímil de alguna situación previa.
PD. os recomiendo el documental "Free Solo".
;)
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