sábado, 22 de abril de 2023

Crítica: The Devils

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE UNA DE LAS OBRAS MÁS IMPACTANTES DE LA FILMOGRAFÍA DEL SIEMPRE CONTROVERTIDO KEN RUSSELL


La estrecha relación que los diferentes gobiernos británicos han establecido con la censura cinematográfica se ha traducido en una relación complicada entre las distribuidoras y todas aquellas manifestaciones cinematográficas que mostrasen exceso de sexo y violencia, siendo el cine de género el más perjudicado por las políticas censoras. Desde los intentos de prohibir la distribución de “El gabinete del Doctor Caligari” (Robert Wiene, 1920), las modificaciones de los metrajes de películas como “Drácula” (Tod Browning, 1931) o “Frankenstein” (James Whale, 1931), hasta los famosos video nasties de la década de los 80, la censura británica ha prohibido películas, alterado metrajes y juzgado negativamente cualquier expresión artística cuyo uso del sexo, la violencia o la religión pudiese resultar controvertido. 


“prohibida en varios países y estrenada con diversas modificaciones en otros, The Devils se enfrentó a la mojigatería de la crítica y la industria cinematográfica” 


No es de extrañar que la figura de Ken Russell haya sido siempre problemática para su propia industria, teniendo en cuenta la tendencia del director a la frontalidad visual y su inclinación a combinar estéticas e intereses pertenecientes al cine de vanguardia, con aquellas que parecían necesariamente circunscritas al cine de explotación

Sin embargo, la problemática recepción de “The Devils” (1971) superó con creces los antecedentes el director: prohibida en varios países y estrenada con diversas modificaciones en otros, “The Devils”se enfrentó a la mojigatería de la crítica y la industria cinematográfica, construyendo un culto que no ha hecho sino consolidarse con el tiempo. La película nos cuenta la historia del Padre Grandier (Oliver Reed), un líder religioso con una visión muy liberal del sexo que ejerce como gran autoridad política en la ciudad autónoma de Loudun, en el siglo XVII. En medio de un clima político inestable, la hermana Jeanne (Vanessa Redgrave), una de las monjas del convento de Loudun, se obsesiona con el sacerdote y extiende una paranoia sexual entre sus compañeras del convento, que culpan a Grandier de haberlas poseído. 


“Russell se deleita en el éxtasis sexual de las monjas del convento de manera que podría resultar casi obscena sino fuese por el cuidado que el director deposita en el apartado visual” 


Lo controvertido de la temática se refuerza mediante un acercamiento al sexo y a la violencia que siguen resultando impactantes en su valentía incluso a día de hoy. Russell se deleita en el éxtasis sexual de las monjas del convento de manera que podría resultar casi obscena sino fuese por el cuidado que el director deposita en el apartado visual de la película: de estética grandilocuente y teatral que pone de relevancia las influencias plásticas del director, Russell construye una obra maestra del exceso que hace patente su interés por mezclar la experimentalidad propia del cine de vanguardia con las estéticas vinculadas al cine de explotación, manifestando su influencia mutua. 


“una de las películas más relevantes de la historia del cine británico, cuyo visionado se mantiene igual de interesante e impactante” 


El apartado temático-narrativo también explica parte de la reacción de la industria y algunos sectores de la cultura: funciona como comentario sobre el poder y crueldad de la iglesia católica, como reflexión sobre el dolor y el deseo y, en última instancia, como exploración sobre la existencia de Dios (todos estos temas muy vinculados a la filmografía del director) construyendo, en cualquier caso, una reflexión nihilista y despiadada sobre la existencia humana. 

En definitiva, “The Devils” es una de las películas más relevantes de la historia del cine británico, cuyo visionado se mantiene igual de interesante e impactante. Una película cuya trayectoria ilustra la cultura conservadora imperante en parte de la industria cinematográfica, y cuyo valor cultural y cinematográfico se conserva intacto.


1 comentarios:

Missterror dijo...

Hola, Nellie. Me declaro profana en la extensa filmografía de Ken Russell (no me atrevería a decir que he visto más de 5 películas de este director) y te confieso que probablemente no me habría acercado a esta película de no ser por tu crítica.
Sin duda, como bien apuntas, su máxima virtud se encuentra en ese constante baile entre vanguardia y exceso que impregna la película desde los primeros compases.
"The Devils" suda LSD, teatralidad, textos mordaces y una maravillosa fotografía que premia la retina del espectador durante todo el metraje.
Yo no sé si es una de las obras más relevantes de la historia del cine británico, pero creo que es una de las más provocativas y que más se debería reivindicar.

Un abrazo.

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