miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crítica: Night of the Demons

Nueva dosis intravenosa de “remake”, cierto. Pero tantas veces v a el cántaro a la fuente que al final termina rompiéndose, y es que con tantos refritos aberrantes que paren en las entrañas de Hollywood (y eso si que son armas de destrucción masivas), alguno tenía que valer la pena. Este es el caso del título que nos ocupa, “Night of the Demons”, actualización del clásico ochentero que dirigiera Kevin Tenney allá por 1988, para muchos uno de los trabajos mas entrañables y con mayor denominación de origen de la época. ¿El encargado?, pues el amigo Adam Gierasch, miembro de honor de la selecta lista de “cineastas a seguir por un servidor”, después de su magnífico debut de hace un par de años con "Autopsy” y al mismo tiempo, consagrado guionista del género tras haber dado forma a películas como “Mortuary” y “La Matanza de Toolbox” de Tobe Hooper o “La Terza Madre” de Argento por citar algunas.

Si una cosa dejó clara Gierasch en su debut, es que tiene muy claro lo que los aficionados mas “clásicos” al género, buscamos en una película de terror, y esto lo ha llevado a su máximo exponente en “Night of the Demons”, una película que se aleja totalmente tanto de comercionalismos como de experimentos, ofreciendo ni mas ni menos, lo que uno esperaría de un producto como este, terror gamberro y desenfadado para disfrutar entre amigos y litros de cerveza barata.


“Night of the Demons” nos sitúa en una vieja mansión sobre la cual pesa una antigua leyenda negra, pues se dice que allí sucedieron una serie de terribles y misteriosas muertes en una noche de Halloween para las que aun, a día de hoy, no existe explicación posible. La mansión, ahora deshabitada, es alquilada por una joven necesitada de ingresos, para organizar una multitudinaria fiesta de Halloween, y la cosa funciona bien hasta que entra en escena la policía y desaloja el lugar, creándose un follón importante que termina con siete de los asistentes atrapados en la casa después de que la puerta principal haya quedado cerrada accidentalmente. No tardarán en encontrar una habitación oculta en el sótano repleta de restos humanos y una de las chicas se corta con uno de ellos, despertando así las maléficas fuerzas que permanecían dormidas en el lugar, decididas a ganarse su libertad a costa de los siete desgraciados.

Esta versión de Geirasch y por lo que recuerdo, no es un calco exacto de la original, sino una adaptación bastante libre donde se cambian tanto personajes como situaciones, aunque en trazos generales, la historia es la misma, un grupo de personas perseguidas por demonios que intentan completar un antiguo ritual que les permita danzar libres por la tierra para traer el caos y la destrucción.

Lo que mas destaca de este remake, es la honestidad con la que Geirasch lleva a la pantalla todos esos elementos tan característicos del terror ochentero que el aficionado espera encontrar en un producto de esta índole, lo que se define básicamente con tres palabras, sangre, sexo y rock & roll. Estos son los tres ingredientes principales de la película, para la cual se ha contado con un plantel de mujeres despampanantes disfrazadas con sexys atuendos y dispuestas a enseñar las domingas cuando el guión lo requiera, donde destacan nombres como los de Shannon Elizabeth (“13 Fantasmas”, “American Pie”), Diora Baird (“La Matanza de Texas: El Origen”, “30 Días de Oscuridad: Dark Days”), Monica Keena (“Freddy vs Jason”) o Bobbi Sue Luther (“Laid To Rest”), por la que temí que le explotaran las tetas en muchos momentos del filme.

Luego tenemos sangre y efectos especiales de la vieja escuela, por que Gierasch tiene muy claro que durante el rodaje de una película, el ordenador tiene que estar apagado, que hay ciertos trabajos que tiene que realizar el hombre y no la máquina. Esto se traduce en un apartado visual de órdago, con unos demonios que lucen como nunca poniendo el prefecto contrapunto a la belleza de sus víctimas.

Y por último, la banda sonora, acertadísima. Por lo general y que nadie se me enfade, los buenos amantes del terror también suelen serlo del buen Rock, y “Night of the Demons” tiene un buen puñado de temazos rockeros/góticos para amenizar la función, por que pese a quien le pese, el rock es y debe ser, la banda sonora original del cine de terror. Aquí destaca entre otros muchos, el “Black Nº1” de los desaparecidos “Type O Negative” (recordemos la triste muerte no hace mucho, de su carismático cantante y lider, Peeter Steele), acompañando a una de las mejores y mas cachondas secuencias del filme.

Conclusión, “Night of the Demons” es un remake imprescindible para los seguidores de esta saga y del cine de terror ochentero en general, una película que contiene todos los ingredientes que hicieron grande a este género veinte o veinticinco años atrás. Una película honesta, directa, plagada de humor negro, visualmente inmensa y filmada con todo el cariño del mundo que no decepcionará a quien tenga claro lo que va a ver.

En lo negativo, comentar sobretodo, el daño que hace a la vista ver al bueno de Edward Furlong reconvertido, de ícono del género, a actor de tercera.


3 comentarios:

Ken dijo...

Ok... confiando en tu criterio me la veo lo antes posible!! jajajjajaaj espero tengan con critica muchas movies mas

El Rector dijo...

Bueno, tu de mi criterio no te fíes mucho, que para gustos colores. Eso si, si te van este tipo de películas desenfadadas y en plan ochentero, no creo que te decepcione. Y criticas pues tenemos para aburrir.. :D

Anónimo dijo...

MMMMMM ME GUSTAN LAS PELIS ASI

CON TETAS AL AIRE Y UN BUEN SHOTTER NINGUN PROBLEMA xD

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