No me cansaré de repetirlo. Los 80 fueron en gran parte propiedad de las comedias de enredos, aventuras o sobre las relaciones juveniles, películas recomendadas para toda la familia que aseguraban pasar un buen rato y, en ocasiones, reventar las taquillas.
Chris Parker (Elisabeth Sue – nominada como mejor actriz en 1995 por “Leaving Las Vegas”), una encantadora y bella adolescente de 17 años, planea una cena romántica con su novio, pero éste le da plantón. Así que emplea la noche cuidando a los hijos de sus vecinos que van a una fiesta en la gran ciudad. Convencida de que va a pasar una noche sosegada, la tranquilidad se rompe cuando su histérica amiga Brenda (Penelope Ann Miller) le llama suplicando ser rescatada de los peligros que tiene la sucia estación de autobuses del centro de la ciudad, donde ha ido a parar después de escaparse de casa. Una aburrida noche se convierte en una explosión de aventuras agitadas y espeluznantes. Durante la expedición, los jóvenes (un adolescente enamorado de la niñera -Keith Coogan como Brad Anderson- y una niña, hijos de los vecinos, y el amigo del chaval interpretado por Anthony Rapp) y la niñera son perseguidos por una banda de gángsters de vehículos robados, cantan blues para salvar su vida en un bar de mala muerte y escapan de cuchillos, cadenas y balas de bandas de quinceañeros, haciendo de ésta una noche de aventuras en la gran ciudad que nunca olvidarán.
Escrita por David Simkins y dirigida por el fantástico Chris Columbus, “Adventures in Babysitting” es una comedia adolescente de 1987 al estilo “¡Jo, que noche!” de Martin Scorsese pero siguiendo la línea de las taquilleras y rentables producciones de aventuras juveniles cuyo máximo representante está en las obras de la productora Amblin Entertainment del rey Midas Spielberg.
El personaje más carismático de la cinta es sin lugar a dudas la niña Sara Anderson (Maia Brewton). Ya desde el principio se nos presenta como fiel admiradora del personaje de cómics Thor. Su habitación es un mausoleo del superhéroe de Marvel. En las paredes pósters y dibujos cuelgan por doquier con la imagen del Dios y una extensa colección de merchandising viste el dormitorio. Además, Sara lleva sobre su larga melena una réplica del casco de Thor que complementa con otra réplica del famoso martillo. Para chincharla, su hermano mayor dice que “Thor es un maricón” y ella defiende como una verdadera fan la dignidad de su ídolo ficticio. En relación a los gustos de la pequeña del grupo, podemos disfrutar e identificarnos con la mocosa (yo era y soy fiel defensor de Spiderman, incluso cuando aun no sabía leer me compraban cómics del superhéroe) en una tierna escena en la que la niña confunde a un mecánico (Vincent D’onofrio), con gran parecido físico al personaje (incluso porta un martillo), con Thor. “Oh, Thor, poderoso Dios del Trueno”, dice la niña arrodillándose ante el mecánico. Muy ocurrente y entrañable la escena.
La película, en definitiva, consigue entretenernos y poco más, pero gana adeptos por el trato amable de la situaciones y las escenas amenas que nos ofrece junto al hecho de que sean unos adolescentes los protagonistas del enredo. No se gira en torno a las relaciones de los adolescentes como por ejemplo en “El Club de los Cinco” y el film se centra únicamente en las aventuras de éstos, pero al fin y al cabo eso es lo más importante en esta cinta.
Con este film Chris Columbus debutó como director, después de labrarse una buena reputación como guionista de productos comerciales de gran calidad como “Gremlins” (1984), “Los Goonies” (1985) o “El joven Sherlock Holmes” (1985). Cabe recordar que como realizador, Columbus logró divertirnos con “Solo en Casa” y su secuela o maravillarnos con las dos primeras partes de la saga “Harry Potter” o desternillarnos con “Mrs Doubtfire”.
La película consiguió recaudar 34 millones de dólares, toda una proeza teniendo en cuenta de que el film contaba con un director novel, un presupuesto reducido y un reparto poco conocido.
No me cansaré de repetirlo. Los 80 fueron únicos y no volverán si no a través del visionado de este tipo de películas, con más o menos calidad pero con un único alma.
Feliz 2012 y Feliz Fin del Mundo Mundial familia cuervil y amigos.
LO MEJOR: Aventuras adolescentes por la noche y en la ciudad. El personaje de la niña adoradora de Thor da mucho juego.
LO MENOS BUENO: Algunas de las situaciones con las que se encuentran los jóvenes resultan algo flojas y preparadas.
ANÉCDOTAS: David Simkins, guionista de la cinta, hace un cameo. Es el chico que acompaña al chico que tiene la revista PlayBoy en la fiesta universitaria. Tiene el pelo largo, lleva gafas y viste una sudadera universitaria.
La protagonista, Elisabeth Sue, la pudimos disfrutar en míticas películas como “The Karate Kid” (1984), “Regreso al Futuro II” (1989) y “Regreso al Futuro III” (1990), la vimos en la nominada al Oscar “Leaving Las Vegas” y recientemente participó en “Piranha 3D”.
La tierna Maia Brewton también aparece en “Regreso al Futuro” y en la estupenda serie de televisión “Aquellos maravillosos años”.
MI EXPERIENCIA: Una de las películas más vistas en mi infancia y que descubrí gracias al videoclub que mis padres tuvieron desde principio de los ochenta hasta principio de la década de los 90. Grandes recuerdos me trae esta película del genial Chris Columbus.
1 comentarios:
Veo que no soy el único que no ha visto esta película (no encontró usted nada mas rebuscado Sr. Bundy??) Aunque por lo que comentas, no creo que me haya perdido gran cosa. Como curiosidad, comentar que nunca me ha gustado Thor... yo siempre he sido mas de Conan, mi habitación de adolescente dio buena fe de ello, entre eso, y que escuchaba Manowar a todas horas, no me extraña que mis padres dudasen de mi orientación sexual... luego ya comencé a llevar nenas a casa y las dudas se disiparon claro.
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