MISSTERROR NOS HABLA SOBRE OTRO CORTO QUE SALTA AL LARGOMETRAJE. VAMPIROS EN LA IRLANDA RURAL EN CLAVE DE COMEDIA DE TERROR
Algo de sobra sabido es que la figura del vampiro, explorada y explotada hasta la saciedad, constituye uno de los pilares fundamentales del cine fantástico y del estudio de la atracción humana por lo sobrenatural. En el arte, el vampiro ha pasado por todas la fases posibles. Desde el estandarte gótico por excelencia hasta la brutal criatura que tenemos en mente, hemos visto muchas interpretaciones de los no muertos: vampiros con sentimientos, sin sentimientos, con rasgos humanos, con rasgos animales, con remordimientos y sin ellos. Diferentes colores y texturas para un denominador común, la sed de sangre y la necesidad de alimento constante. Claramente, los vampiros son los yonkis del fantástico y como buenos sangredependientes, tienen que utilizar diversas estrategias de atracción y asalto. “Boys From County Hell”, nos enseña que los vampiros vienen de Irlanda y que allí no está todo bajo control.
“no aprovecha todo el potencial que los personajes tienen y se queda en una zona neutral donde no llega a ser irreverente, ni se atreve a dar un paso más en el humor negro”
Chris Baugh, director y guionista de esta comedia de terror, nos propone una vuelta por la Irlanda rural. Esa de la que, como pasa en España, tienen que salir por patas los más jóvenes para ganarse la vida. Mientras se deciden a irse, el bar del pueblo y los amigos de siempre se convierten en la mejor manera de matar el tiempo. Estampa reconocible para quienes hemos vivido en pueblos o ciudades pequeñas que se convierte en un plus por simpatía, jugando a nuestro favor. Los urbanitas lo percibirán como algo más o menos exótico, pero siempre curioso.
Creedme cuando os digo que todo pueblo tiene su historia oculta, una natural y otra sobrenatural. De la natural nos podemos ocupar otro día, hoy tenemos que centrarnos en la sobrenatural. En el pueblo irlandés en el que se desarrolla esta película, nos van a contar la leyenda del vampiro original que inspiró a Bram Stoker para escribir una de las novelas más famosas de la literatura irlandesa. En nuestros pueblos, hablaremos de la Santa Compaña, la Vieja del Monte, Las caras de Belmez o las ruinas de Belchite (estoy segura de que cada uno de vosotros y vosotras, podrías contarme varias historias con las que habéis crecido y que son parte de vuestra cultura personal), pero en Irlanda tiran a dar con sus vampiros y Leprechauns.
“el vampiro no es la estrella de la función, sino que simplemente es el hilo conductor para mostrar los débiles lazos que sujetan las relaciones entre personas”
Lamentablemente yo no crecí con una historia que contaba y mostraba el lugar exacto en el que estaba enterrado el primer vampiro de la historia. Ha sido Chris Baugh quien ha contado la leyenda de Abhartach a través de una historia simple y bien orquestada para darle el empaque de terror necesario a una película que destaca por su vertiente cómica/simpática.
Desde el punto de vista argumental, “Boys from County Hell” (2020) construye un relato que se sostiene y que no deja flecos. Bien diseñada, en este caso, la puesta de largo del cortometraje de 2013 (dirigido también por Baugh) en el que se basa. Los diálogos fluyen con naturalidad y dejan entrever momentos de carcajada que, aunque tímidos y dosificados se dejan caer a lo largo de todo el metraje. Lamentablemente no aprovecha todo el potencial que los personajes tienen y se queda en una zona neutral donde no llega a ser irreverente, ni se atreve a dar un paso más en el humor negro. Aun así, por blanca que pueda parecer, la parte cómica está bien integrada y consigue tener tanto protagonismo como la parte donde se impone la sangre.
“Paisajes fríos y pubs con historia en una película que no deja huella pero que, sin duda, hace pasar un buen rato”
“Boys from County Hell” tampoco destaca por su crudeza, me temo. También en eso se queda en un limbo del que no sabe zafarse, pero cuenta con un elemento original nada desdeñable. La manera de alimentarse del vampiro es tremendamente curiosa, aunque el poco protagonismo que se le da a esta parte de la historia es uno de sus elementos más reprochables. Desde mi punto de vista, la idea es brillante y debería haber sido el centro de la narración. Esto ocurre porque realmente el vampiro no es la estrella de la función, sino que simplemente es el hilo conductor para mostrar los débiles lazos que sujetan las relaciones entre personas que saben que tarde o temprano dejarán de verse. En este aspecto, el dibujo de los personajes lo suficientemente certero como para que cada uno de ellos tenga su misión en la trama y cada cometido tenga sentido. Todos los personajes son reconocibles y todos son queribles gracias a las buenas interpretaciones de un casting tremendamente acertado.
Si bien es cierto que “Boys from County Hell” se queda a medias, también lo es que tiene un ritmo muy regular y que no decae en ningún momento. Mantiene el tono moderado y justo para entretener. Cuenta con una buena caracterización y unos solventes efectos especiales para dar vidilla en los momentos más frescos, sustituyendo la cerveza por la sangre. Ayuda también el uso de los espacios abiertos mostrando la Irlanda campestre, que hace que en ocasiones la mente se retrotraiga a la obra cumbre de John Landis, “Un Hombre lobo americano en Londres” (1981). Paisajes fríos y pubs con historia en una película que no deja huella pero que, sin duda, hace pasar un buen rato. Nota: A falta de tráiler oficial de la película, ilustramos de manera momentánea con el del cortometraje original.
2 comentarios:
película que no destaca en nada, pero que cumple en todo. Siempre es de agradecer el intento de ofrecer cosas frescas dentro de un subgénero tan trillado como el de los vampiros. Y "Boys From County Hell" lo hace, lástima que no lo explote en exceso. Y luego, eso, la falta de eso, de excesos. Se echa en falta más gore por un lado y más chispa por el otro, por el del humor, demasiado comedido para mi gusto.
Con todo, una película entretenida, de bellos escenarios naturales y que por lo menos, se aleja de toda esa corriente de comedias de terror inglesas chorra que hemos sufrido en estos últimos años.
Saludos.
Vanpiro esiten y siempre mola acercarse a este subgénero. Como dices, a "Boys From County Hell" le hubiera venido bien excederse más en todo, pero aún así, cumpley es entretenida.
Un abrazo.
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