ANDREA CATÁSTROFE NOS HABLA SOBRE EL ESPERADO REGRESO DEL FRANCÉS ALEXANDRE AJA A LA CIENCIA FICCIÓN
Desde “Furia” (1999) Alexandre Aja se había mantenido distante de la Ciencia Ficción, explorando otros géneros del cine fantástico, como su conocidísima “Haute Tension” (2003), icono del nuevo extremismo francés, y otros títulos más enfocados al terror, lo sobrenatural y el cine de monstruos/animales (“Piranha 3-D” y “Crawl”). En lo absoluto podemos comparar a “Furia”, un drama romántico post-apocalítico con “Oxygène” (2021), sin embargo, comparten como característica su visión de un futuro distópico. Lejos de aquellos géneros y subgéneros, Cine Serie B, Slasher, Monstruos y demás terrores viscerales a los que nos había acostumbrado, su nuevo largometraje es una película de ciencia ficción más cercana a “Gravity” (2013) de Alfonso Cuarón y “Buried” (2010) de Rodrigo Cortés, que al resto de su filmografía.
“Aja construye un modesto relato de ciencia ficción que entrevera el pesimismo de un futuro catastrófico, con la esperanza de encontrar una oportunidad en el basto universo”
A mí me ha gustado la idea, la cual me cae perfecta justo ahora que en mis ratos libres estoy viendo la Serie de HBO “Westworld” de Jonathan Nolan y leyendo la trilogía de “El recuerdo del pasado de la Tierra” del escritor chino Liu Cixin; no es que en “Oxygène” haya androides o una batalla interestelar anunciada, pero sí un contexto científico y de lucha por la supervivencia de la especie.
“Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. En 1969, a poco más de dos décadas de la Segunda Guerra Mundial, aún sanando sus heridas, la humanidad miró desde su fragilidad, plena de ilusión, hacia las estrellas. Una vez que el hombre fue catapultado a la luna, se abrió la puerta a una era sin fronteras (y es que para este entonces ya existía “Star Trek” (1966) de Gene Roddenberry), en donde los seres humanos lograrían expandir su razonamiento, imaginación, imperios y ambición a los confines del universo. ¡Sin embargo! La realidad no estuvo a la par de las predicciones tanto de los expertos, como de la ciencia ficción, la luna nunca fue colonizada ni hubo exploraciones humanas a Marte y Júpiter, entre otras fantasías. Entonces el cine, no totalmente pero sí en su mayoría, viró su esperanzadora perspectiva sobre el espacio por una representación más terrorífica y desoladora, desde “Alien” (1979) a “Ad Astra” (2019)... pues bien, Aja construye un modesto relato de ciencia ficción que entrevera el pesimismo de un futuro catastrófico, con la esperanza de encontrar una oportunidad en el basto universo.
Con un guion de Christie LeBlanc (su primer guion para un largometraje), y después de sortear algunas casualidades: en un inicio “Oxygène” iba a ser dirigida por Franck Khalfoun (“Maniac” del 2012) y protagonizada por Anne Hathaway y más tarde por Noomi Rapace (“What happened to Monday?” del 2017), finalmente fue dirigida por Alexandre Aja, quien si no fuese por la pandemia de COVID-19, estaría trabajando en el proyecto del Live Action “Tomie”, basado en el manga de Junji Ito; y protagonizada por la francesa Mélanie Laurent (una oportunidad para que Aja después de casi 20 años volviera a rodar una película en francés). “Oxygène” se erige como una claustrofóbica pesadilla de ciencia ficción, en donde sin previo aviso nuestra protagonista despierta aterrorizada y con amnesia dentro de una “confortable” cámara criogénica.
“Gracias a la hábil actuación de Laurent, desesperadamente humana, “Oxygène” consigue el pulso narrativo ideal para hacer de esta historia estática algo dinámico, pese a que la edición no siempre juega a su favor”
¿De qué vamos? Elizabeth 'Liz' Hansen despierta misteriosamente dentro de una cabina criogénica, exactamente en dónde se encuentra (tiempo y espacio), el motivo y quién es, son incógnitas a develar más tarde. Flashbacks desorientadores simulando sus recuerdos y sin una línea temporal clara, serán los únicos indicios: ratas de laboratorio falleciendo terriblemente a favor de la ciencia, camillas de hospital, gente muriendo y destellos de una relación sentimental. Su único punto de contacto "humano" es la inteligencia artificial de la cabina, MILO, que le informa con total serenidad que su suministro de oxígeno está dañado y se agota rápidamente. ¿Le gustaría un sedante? No, no es la opción ahora, pues ha comenzado una carrera a contrarreloj para revelar la naturaleza de su situación y aún más importante, cómo sobrevivir.
Un thriller de suspenso que se sirve del miedo primordial a ser enterrado vivo (mencioné a “Buried”, también podemos recordar el episodio “Final Escape” (1964) en “Alfred Hitchcock Hour”), y el estado del cual estamos emergiendo en nuestra actualidad: el aislamiento. Durante su primera hora Aja se apoya de los flashbacks para brindarnos la información necesaria y resolver el puzzle al que se enfrenta Liz, sintiendo tal vez algo de empatía por su desafortunada eventualidad. ¿Qué hay de la inteligencia artificial?, su incorporación es fundamental para conocer el misterio: ya que tiene la respuesta, el truco está en qué preguntar. Gracias a la hábil actuación de Laurent, desesperadamente humana, “Oxygène” consigue el pulso narrativo ideal para hacer de esta historia estática algo dinámico, pese a que la edición no siempre juega a su favor (los flashbacks nos extraen de esa sensación de encierro) y algo muy importante: es fácil imaginar quizá no quién es en realidad, pero sí dónde está, eso disminuye la angustia e incertidumbre… no caemos en el juego de las pistas falsas, pero… no es algo que me haya molestado.
“le falta ingenio a Oxygène y hay un hueco argumental enorme, pero la disfruté, y la considero mejor que otras propuestas similares de Netflix”
En su último tercio “Oxygène” ofrece las respuestas, tanto a Liz como a nosotros, de la naturaleza Del Todo (quien disfrute de las películas que terminan sin explicar un ápice se decepcionará), para esto añade el contacto con la voz de otros personajes (meros bosquejos que desencadenan el matiz emocional de la película). La respuesta torna el subgénero de supervivencia hacía algo menos convencional y más existencial: ahora Liz más que luchar por sobrevivir y seguir respirando ese tan ansiado oxígeno, debe decidir, sabedora de la verdad, si es mejor vivir o fingir que nunca lo intentó y perecer.
Honestamente le falta ingenio a “Oxygène” y hay un hueco argumental enorme, pero la disfruté, y la considero mejor que otras propuestas similares de Netflix, como “The Midnight Sky” (2020) de George Clooney y “Stowaway” (2021) de Joe Penna. En su apartado técnico, me queda mencionar la fotografía pulcra de Maxime Alexandre (participe en casi todas las películas de Aja, y otras como “Come Play” y “The Nun”), nos brinda escenarios confusos, pero también ricos en nitidez, apoyado de una paleta de colores fría da ese plus a una atmósfera que fácilmente podría parecer improvisada; los efectos especiales son escasos pero acertados (me agradó la escena… flotante) y a destacar nuevamente la actuación de Laurent. Una “buena” película de un director que para mí es incondicional (tenía 8 años cuando vi “Haute Tension”, el recuerdo de aquella época me mantiene constante). Súper interesada en su proyecto “Tomie” para el cual sólo se ha confirmado entre su reparto a Adeline Rudolph (“Chilling Adventures of Sabrina”).
3 comentarios:
Para mi esta es otra muestra del declive de Aja.. No consiguió transmitirme tensión ni claustrofobia en ningún momento y creo que para mi la salva el gran trabajo de la protagonista.. La verdad es que esperaba algo mas
Un Saludo!
donnie
Donnie, sin que sirva de precedente, me subo a tu carro. Esta actualización en clave de ciencia ficción de "Buried", se queda bastante corta en aquello que la película de Cortés hacia tan bien, asfixiar al espectador. Lo de Aja, me parece un exploit a destiempo de una fórmula que ya está caducada, al menos en estos términos.
Eso sí, Laurent lo hace muy bien, a nivel estético cumple y bueno, si la comparación es con el ecosistema Netflix y con otras películas de ciencia ficción recientes de la plataforma, al menos esta, sin excitar, no resulta nociva para la salud. Incluso me atrevería a decir, que Aja mejora su descafeinada monster movie previa. Otro cinco "pelao" para el falso mesías del género.
Saludos.
yo es que ni aun comparándola con el nivelon de cintas de ciencia ficción de netflix la salvaría.. igual soy muy duro, pero es que como dices esta película se queda muy lejos de lo que consiguió Rodrigo Cortes con 'Buried' y seamos sinceros, si vemos una película en la que una persona está encerrada y ve como se le va a acabando el oxigeno quieres pasarlo mal, agobiarte, notar que a ti también te va faltando el aire.. y Aja no consigue eso..
Aja parece que lleva unas películas un tanto perdido, se ha domesticado. Es cierto que sigue habiendo mucha gente que espera sus películas con ganas e interés, pero este ya no es el director que deslumbró hace ya unos años
Un Saludo!
donnie
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