MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE LA IRREVERENTE NUEVA DELICATESSEN DE JAMES GUNN CON UN JOHN CENA ESTELAR
“El escuadrón suicida” (2021) es una película artísticamente notable que no tuvo el reconocimiento en taquilla que verdaderamente merecía. Honestamente creo que se eligieron las peores fechas posibles de estreno (cuando estábamos aún en la quinta ola de contagios y en un agosto en el que la gente estaba más pendiente de disfrutar sus vacaciones que de ir al cine) y que ello lastró muchísimo su carrera comercial. Desde mi punto de vista el gran acierto de la película vino de manos de un James Gunn que entendió a la perfección, a diferencia de David Ayer en su predecesora, las características definitorias del grupo de anti-héroes creada por John Ostrander en el año 1987: jugar con la imprevisibilidad que supone mandar a un puñado de villanos de segunda y tercera fila a misiones imposibles bajo la supervisión de alguien tan carente de escrúpulos como Amanda Weller y, todo ello, sin tomarse nada demasiado en serio. Aunque con los años la idea fue evolucionando y el grupo se redefinió con la presencia de algunos componentes más o menos estables y carismáticos que nunca morían (Deadshot, Harley Quinn, King Shark o el Capitán Bumerang), lo cierto es que por sus filas pasaron personajes de los más pintorescos a los que a nadie le importaba mucho si el guionista de turno mataba o dejaba con vida.
“una de las series más divertidas, transgresoras y atrevidas de todas cuantas pueblan el universo superheroico catódico”
Decíamos que el acierto de Gunn era haber interiorizado esa idea y haberla plasmado en imágenes a través de una historia descacharrante y con un elenco de personajes, tanto principales como secundarios, que competían por ver quién era más bizarro dentro del catálogo de villanos de DC. A cualquiera que le dijeran hace unos años que una película de gran presupuesto estaría coprotagonizada por tipos como Polka-Dot Man, T.D.K, Weasel, Jabalina o Blackguard, uno pensaría que alguien en la productora se había vuelto irremisiblemente loco. Dentro de esta colección de frikis, sobresalía por encima de todo la figura de El Pacificador. Y lo más sorprendente era que una estrella como John Cena encarnara a un personaje del que, aunque había contado con una miniserie a finales de los ochenta, excepto los muy cafeteros casi nadie había oído hablar. Pero la historia venía con trampa ya que una serie para HBO estaba fraguándose en ese momento.
Tengo que reconocer que la trayectoria de este anti-héroe es harto curiosa. Creado en 1966 por la editorial Charlton Comics, en sus orígenes el personaje era el hijo de un antiguo nazi que, pese a la herencia de su padre, había decidido mantener la paz y el orden utilizando armas no letales. Cuando en 1983 DC Comics adquirió los derechos de los personajes de Charlton, El Pacificador pudo haber vivido su gran momento de gloria ya que este fue uno de los héroes en los que pensó Alan Moore para coprotagonizar su “Watchmen”. Como DC no quería quemar a sus recientes adquisiciones, ya que a priori tenían planes para ellos, el genio de Northampton se vio obligado a crear trasuntos suyos. Y el de El pacificador fue ni más ni menos que El Comediante. La mala suerte de nuestro bizarro personaje quiso que en lugar de aparecer en una de las mayores obras maestras de la historia del noveno arte, se convirtiera en un Punisher de Hacendado que se arrastraba en colecciones y series limitadas sin trascendencia. Todo ello hasta que James Gunn y John Cena lo han recuperado del ostracismo para ofrecernos una de las series más divertidas, transgresoras y atrevidas de todas cuantas pueblan el universo superheroico catódico.
Gunn retoma la acción donde se había quedado tras los créditos de “El escuadrón suicida”, con un Pacificador recuperándose de las heridas en el hospital. A partir de ese momento todo es un desmadre y un despiporre en el que cualquier idea, por loca que sea, tiene cabida y funciona. En primer lugar, se le proporciona el personaje un pasado y una identidad que, respetando la esencia de la original comiquera, le da un nuevo enfoque que, estando más acorde con los tiempos actuales, justifica el comportamiento fascistoide de nuestro protagonista, Aquí el padre pasa de ser el comandante de un campo de concentración Nazi a un Redneck con talento para la ingeniería que en su juventud fue el villano Dragón blanco. Es decir, el personaje se ha criado en la américa profunda rodeado de caravanas, paletos supremacistas y culto a las armas… A partir de estos mimbres uno podría pensar que, si la serie cayera en manos de alguien mucho más acomodado, la historia se fundamentaría en una crítica nada velada a esa américa neo-con y rancia y que El Pacificador evolucionaria de ser un reaccionario de manual a convertirse en un héroe mucho más políticamente acorde (y correcto) con los tiempos que vivimos. Y eso de alguna forma pasa, pero ni por asomo de la forma que imaginamos. Porque en el proceso Gunn, con mucho acierto, no deja títere con cabeza.
“Si uno se queda en la superficie sólo verá la parte más loca y desmadrada del argumento, pero a poco que miremos con atención veremos que la serie es demoledora con muchos de los elementos que caracterizan a nuestra sociedad actual”
Por su trituradora pasan los neo-nazis, pero también los ecologistas radicales y dogmáticos, las cloacas del estado, la ineptitud del sistema policial y penal, la idea del empoderamiento femenino entendida exclusivamente como una renuncia a la identidad de género, la autoayuda… Si uno se queda en la superficie sólo verá la parte más loca y desmadrada del argumento, pero a poco que miremos con atención veremos que la serie es demoledora con muchos de los elementos que caracterizan a nuestra sociedad actual. Esto no es un juego entre lo viejo y lo nuevo, lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto; es un espejo deformado en el que, en el fondo, se nos muestra que vivimos en un mundo y una realidad profundamente idiotizada. La principal misión de Gunn es reírse de todo y de todos y, esta vez sí, con el colchón de la libertad que deja a sus creadores una plataforma como HBO. El cameo del último capítulo, que no revelaré por no entrar en spoilers, es un compendió de todo lo dicho y una auténtica declaración de intenciones por parte del director. Vamos, que no se salvan ni los símbolos más sagrados de DC.
James Gunn dio sus primeros pasos dentro de la Troma, algo que se intuye en su obra anterior y que en el Pacificador resulta más que evidente. El realizador de “Guardianes de la galaxia” (2014) ha sabido coger algunos de los tips característicos del cine de Lloyd kaufman y compañía y les ha quitado ese tufillo garrulo (en el mejor sentido de la palabra) para integrarlos con mayor coherencia y acierto en la narración. Hay determinados momentos como la destrucción de coches armas en ristre por parte del Pacificador y el vigilante, la propia caracterización de este último o todo lo relacionado con la banda de neo-nazis, que parecen sacados directamente de “Surf nazis must die” (1987), demuestran que él que tuvo retuvo y que la sombra de papá Kaufman es alargada. Pero a diferencia del sin sentido de la Troma, aquí la trama tiene más fundamento, está más hilada y se ha trabajado en la definición psicológica de los personajes. Pero esto, que es lo mínimo que le podemos pedir a una serie de ficción, está salpimentado, y perfectamente integrado, con situaciones demenciales, violencia y sexo gráficos, efectos especiales de primera, ideas marcianas y con una imaginación desbordante que convierten al producto en uno de los más interesantes, adictivos y disfrutables de la televisión actual.
“John Cena destaca por encima de todos otorgándole a su personaje una mezcla de ternura, patetismo, idiotez y carisma que no es baladí. Y además hace algo que es digno de elogiar: saberse reírse de sí mismo”
Capítulo aparte merece John Cena que, tal como había demostrado en “El escuadrón suicida”, hace suyo al personaje y da un auténtico recital. No sé si será por las características de la WWE (donde, no nos engañemos, todo es puro teatro e interpretación) pero tanto él, como David Batista como The Rock, me han demostrado últimamente unas capacidades actorales que van más allá del estereotipo de héroe de acción. No creo que algún día les veamos interpretar un Hamlet, pero, en el caso que nos ocupa, Cena muestra unos registros y unas capacidades que me han sorprendido muy gratamente. Todo el reparto está magnífico, pero John Cena destaca por encima de todos otorgándole a su personaje una mezcla de ternura, patetismo, idiotez y carisma que no es baladí. Y además hace algo que es digno de elogiar: saberse reírse de sí mismo.
La trama, que mezcla los tópicos de la américa profunda, superhéroes, conspiranoias gubernamentales, invasiones alienígenas y ecologismo random, funciona a la perfección. Los actores están soberbios y a todos los personajes que encarnan, dentro de sus roles, les acabas cogiendo cariño (hasta al loser de Ecónomos). Las escenas de acción están excelentemente filmadas y no escatiman en sangre y violencia. El sentido del humor, que a algunos les puede parecer que tiende a lo burdo y al trazo grueso, funciona a las mil maravillas tanto en el tono general de la obra (en algunos momentos me ha recordado a esa excelente serie titulada “Me llamo Earl” de la que tan poca gente se acuerda) como en la caracterización de personajes. En definitiva, una pequeña joya que demuestra que no hay personajes malos sino guionistas mediocres y poca imaginación. Una verdadera sorpresa que me ha dejado con ganas de más y que recomiendo encarecidamente. No se arrepentirán.
PD1: No voy a comentar nada de los créditos iniciales. Tras su primer visionado uno cae rendido y no puede hacer otra cosa que verlos en bucle una y otra vez. Es simplemente una de las ideas más brillantes de la historia de la televisión moderna.
PD2: ¿Para cuándo un spin-off de El vigilante?
9 comentarios:
Yo empecé con ella hoy precisamente..y el primer episodio brutal
Un saludo
Poco que decir....de acuerdo en absolutamente todo de la reseña. Así como juego, a ver si encontrais al vengador tóxico de la troma escondido en el metraje! Para mi Doom Patrol es la gran serie de superhéroes/antihéroes de la tv, tanto en términos de diversion gamberra como dramatismo. Y que bandas sonoras imposibles y maravillosas pone James gunn!
La mejor serie basada en un cómic que he visto. Un brutal y muy destroyer sentido del humor, junto a uno personajes inolvidables y un John Cena tremendo. Maravillosa es quedarse corto y es...no hay momento malo para el rock!
Saludos!
Brutal. Si Gunn ya se la sacó con "Escuadrón Suicida", aquí ya riza el rizo. Un despiporre divertidísimo repleto de sátira y personajes para el recuerdo (por no repetir ese "inolvidables" de Krueger, jeje) que te engancha desde el minuto uno y ya no te suelta. Está claro que el idilio de Gunn con el fantástico parece no conocer límites, todo lo que toca, lo convierte en oro puro.
Yo en "El Pacificador", también veo cositas de todas aquellas grandes series cómicas de la BBC con las que muchos crecimos, de "The Young Ones", "The Red Dwarf", etc... ese humor irreverente tan británico y tan particular. Una constante en esta espero primera de muchas temporadas. Sin ir más lejos, la secuencia de créditos iniciales, seguramente, lo más brillante que se ha visto en la televisión en muuuuucho tiempo. Hipnótica.
Moloko, decir que coincido al 100% con tu análisis. Lo de Cena es tremendo, en mi caso, me he tenido que comer todos los prejuicios previos. Hablas también de The Rock como actor "sorpresa" salido del wrestling y yo añadiría a la lista a Dave Bautista, que me parece bastante mejor que el anterior y que ya nos ha sorprendido con registros dramáticos, a priori, poco presumibles para un actor venido del circo de la lucha libre.
Y por supuesto, serie para El Vigilante, ya.
Saludos.
Mucho tendría que cambiar el 2022 para que "El Pacificador" no entrara en lo super mejor del año. Una gozada de principio a fin. Cada capítulo te hace más feliz que el anterior. En serio, si la felicidad se mide en momentos, divertirse de la manera en la que el espectador se divierte con cada episodio provoca felicidad directa durante los 50 minutos de los episodios.
Poco más que aportar a tu gran análisis, Moloko. Solo que me sé la coreografía del opening y que la bailé noche tras noche sin moverme del sofá (digamos que solo me la sé de cintura para arriba, jajajaja) Ahora echo mucho de menos esos momentos...
Por cierto, "Me llamo Earl" fue una seriaza ;)
Un abrazo.
Hola a todos
Veo que el entusiasmo es compartido. Art0rius no he visto a "Toxie"... un motivo más para volver a verla. Respecto a la Doom Patrol es una asignatura pendiente. Cuando vi que se centraba mucho en las historias de Grant Morrison, me dio un poco de miedo y la tengo pendiente (yo con el autor escocés tengo un problema y es que me cuesta mucho entender y meterme en sus paranoias) pero la visitaré pronto.
Y si Rector, tiene ese aire irreverente de las series inglesas. Y es curioso porque el autor mezcla esas influencias de Troma, que son muy evidentes, con ese otro humor y la mezcla queda muy bien. Y Estoy de acuerdo contigo y con Krueger que Cena es una sorpresa y está espectacular.
Missterror, lo del opening es inenarrable. Todos hemos hecho la coreografía (algunos también de cintura para abajo, ja,ja,ja) e incluso hemos incorporado a la lista de Spotify "Do ya wanna taste it" que, al menos yo, no conocía.
Una última reflexión: la valentía que están teniendo algunas plataformas a la hora de abordar temáticas en series es francamente encomiable. Tanto esta "Pacificador" o la excelente "Euphoria", por no salir de HBO Max, son productos muy arriesgados, formal y temáticamente, que creo demuestran el gran momento que vive la televisión.
Saludos a todos
Hola Mocopox! Que quiere decir que que Hellraiser es ''caca progre''?
Saludos!
Mocopox, aquí no justificamos, disfrutamos (o no). En cualquier caso, la calidad del cine de terror de este 2022 se justifica sola (al igual que esos comentarios cavernarios tuyos). Igual tu problema es ese, tufillo a medievo aparte, que no miras muchas.
En clave española, me tomaré lo de golondrinas como un cumplido (pues aquí adoramos el fantástico en todas sus formas). Otra película hubiese sido hablar de gaviotas o charranes, eso sí hubiera resultado ofensivo.
Saludos.
Son corvidos, ante todo... De ahí que a veces se pinten una raya blanca y traigan cosas menos siniestras al nido, pero igual de brillantes ;)
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