MISSTERROR NOS HABLA SOBRE LO NUEVO DE UN ALEJANDRO HIDALGO QUE VUELVE A SORPRENDER A LA PARROQUIA CON UN TÍTULO IMPERDIBLE
Según el Ars Goetia, existen 72 demonios confinados y sellados en recipientes de bronce por el rey Salomón quienes, ordenados por títulos nobiliarios, tienen diferentes gobernanzas según la jerarquía infernal. El arte tradicional siempre ha sentido una atracción obsesiva por el entendimiento de las artes oscuras y esforzándose en dar múltiples visiones de lo que las fuerzas infernales implican en el plano terrenal, ha hecho más pedagogía con el tema de lo que probablemente somos conscientes. La literatura y el cine han sido especialmente prolíficas en la mención de la mayor parte de estos 72 demonios. Lucifer tiene el récord de las menciones cinematográficas, aunque otros dos demonios superiores como son Belzebú y Astarot, no le van a la zaga. En el cine infernal también hay clasismo.
“Con obvias y constantes referencias a El Exorcista y una clara influencia del cine de James Wan, el objetivo de Hidalgo es el entretenimiento del espectador”
Tenemos suerte de que los cineastas de género se interesen por los demonios de menor rango y nos ayuden a incentivar la curiosidad por las fuerzas negras. James Wan tiene una potente historia de amor con el presidente Valac, “Hereditary” (Ari Aster, 2018) hizo famoso al Rey Paimon y la serie francesa “Marianne” (2019) nos habló largo y tendido de otro rey infernal, en este caso Beleth. George Pan Cosmatos, obvió el grimorio de Salomón para mostrar su visión de demonio del Génesis, Leviatán en “Laviathan: El Demonio del abismo” (1989). Mención de honor para la gesta de William Petter Blatty y William Friedkin, elevando a Pazuzu a demonio de primera categoría, siendo considerado incluso como el mismo Satanás en “El Exorcista” (1973).
En esta ocasión, vamos a aprender un poco más sobre Balban, el demonio del engaño y la seducción, del que tan poca información se tiene. Nuestra suerte es que podemos conocer algo más porque el cine de terror nos lo sirve en bandeja con “The Exorcism of God” (2021), dirigida por Alejandro Hidalgo, producida entre México, Venezuela y Estados Unidos y rodada íntegramente en México. En este caso nos encontraremos con una excusa demoníaca para intentar aportar un mínimo de originalidad en un subgénero en el que está casi todo contado. Con obvias y constantes referencias a “El Exorcista” y una clara influencia del cine de James Wan, el objetivo de Hidalgo es el entretenimiento del espectador. No creo que, pese a la potencia del epicentro de la historia, se busque una reflexión o algún tipo de posicionamiento. En la película se utiliza un engaño demoníaco para explorar la truculenta historia de un cura y una víctima. El cura se mortifica por no haber cumplido su penitencia, cuando lo realmente grave es lo acontecido en el desenlace del primer exorcismo y la víctima nunca es considerada como tal. Inesperadamente, el guionista Santiago Fernéndez Calvete no profundiza en la potencia de ese punto de partida para dejar claro que, como decía, lo importante en “The Exorcism of God” es pasar un rato terrorífico y divertido sin mayor dilema moral.
“El uso de la imaginería religiosa para buscar el susto creativo me pareció un filón, por no hablar de lo loco que resulta toda la parte final con exorcismo inverso e incluso un duelo de rituales absolutamente brillante”
“The Exorcism of God” es una película pasada de vueltas y bastante esquizofrénica que abusa de los golpes de sonido, las Wan apariciones, los giros de guion y los lugares comunes, pero que resulta tan fresca y entretenida que es casi imposible no meterte de lleno en ella. Es sorprendente ver cómo el 90% de la película ya lo hemos visto mil veces y aun así funciona a las mil maravillas. Obviamente esto ocurre porque esta película está hecha por alguien que desprende amor por este género y que se ha empapado de él durante años y años. Y si esto fuera poco, nos queda un 10% de originalidad que personalmente creo que es canela fina. El uso de la imaginería religiosa para buscar el susto creativo me pareció un filón, por no hablar de lo loco que resulta toda la parte final con exorcismo inverso e incluso un duelo de rituales absolutamente brillante.
“Alejandro Hidalgo, quien ya demostró sus buenas maneras en La casa del fin de los tiempos, se reafirma como director de terror al que seguir muy de cerca”
“The Exorcism of God” no escatima en gore y en el uso de los espacios oscuros y sucios para mostrar lo que el demonio Balban es capaz de hacer por el alma del sacerdote Peter. Uno de sus puntos fuertes es la fotografía y la elección de unos escenarios en los que es muy fácil adentrarse sabiendo que el susto acecha. La atmósfera perversa está presente durante todo el metraje, pero de la misma manera en la que se invoca constantemente al miedo, nunca se llega a provocar incomodidad. Esto ocurre, en buena parte, porque “The Exorcism of God” transita entre la seriedad y la farándula, llegando a tener situaciones cercanas a la parodia (entiendo que involuntaria). Aun así, tiene momentos impagables de la mano del sacerdote Michael, protagonizado por Joseph Marcell, el inolvidable Geoffrey de “El Príncipe de Bel-Air”.
Uno de los lastres de la película, viene justamente en su reparto y no es porque fallen en su acting, sino porque la película está rodada mitad en inglés y mitad en español, algo con lo que los actores y actrices parecen no terminan de estar del todo cómodos, sobre todo cuando les toca cambiar de idioma (algo bastante común con intérpretes que no son bilingües). Una película como está no debería estar supeditada a su casting, sobre todo si tenemos en cuenta que el actor protagonista, Will Beinbrink (“It: Capítulo II”), tampoco marca la diferencia. Con esto no digo que los actores fallen, por supuesto que no lo hacen, solo que a veces los cambios de idioma hacen que estén más pendientes de la forma que del fondo. Sin duda, “The Exorcism of God” es una película que merece un buen puesto en el género de exorcismos y que ha pasado mucho más de puntillas de lo que debería. Alejandro Hidalgo, quien ya demostró sus buenas maneras en “La casa del fin de los tiempos”, se reafirma como director de terror al que seguir muy de cerca. Por pedir, pediría que la próxima vez nos regale algo más personal, pero ¿se lo tengo que pedir a Balban?
4 comentarios:
Grata sorpresa. Con el miedo que da hoy en día ponerse con una película de posesiones y exorcismos y resulta que el señor Hidalgo, que ya me dejó torcido con su estupendo debut a base de viajes temporales, va y se casca esta locura demencial que sí, que está claro que mama de Wan hasta el empacho y que a poco que puede, se gusta con "El Exorcista" cual desenfadado exploit, pero no se le pueden negar varias cosas. La primera, una historia bizarra donde las haya, con una premisa chunga de cojones que en otro contexto, daría para una de propuesta sesuda de cojones y que aquí, se termina quedando en una locura más de las muchas que ofrece la película, pero que dentro de un subgénero tan manido, autoparódico incluso en muchas ocasiones, se agradece que a alguien, se le ocurra algo nuevo. Luego, un apartado visual fabuloso, no solo en las efectivas caracterizaciones, también en el uso de los espacios y ahí si discrepo algo con un análisis el tuyo, Missterror, con el que estoy de acuerdo en un 99%, ya que a mi si me parece que la película tiene algunos momentos bastante aterradores. Y como colofón y no menos importante, un Joseph Marcell que por sí solo, ya justifica el visionado de la obra con ese padre pasado de rosca que tiene un par de gags que son auténtica droja dura. Que partida de culo con el inolvidable mayordomo británico de los Banks.
Es imposible no pasárselo bien con una película como esta e Hidalgo, empieza a ser un tipo al que tener muy en cuenta de cara al futuro, pues de momento sale a pelotazo por título. Ojalá dure la racha y sobre todo, ojalá siga aportando estas bocanadas de aire fresco al género.
Por buscarle pegas, pues al igual que tú Missterror, lo del lenguaje no tiene mucho sentido. No termino de tener clara cual es la nacionalidad de la película, por aquello de la co-producción, pero vamos, que el inglés me sobra por todos lados. Además, ya sabes que me gusta el terror en habla hispana y que suelo ser muy condescendiente con el fantástico latinoamericano, o al menos eso dicen las malas lenguas, jeje...
Saludos.
Hola, Rector. Me atrevo a decir que esta vez coincidimos en el 99,9% ya que yo también considero que tiene momentos aterradores (todo lo relacionado con las imágenes religiosas era acojonante). Yo creo que se busca ese momento de susto con más constancia de la necesaria, pero eso no quita para que en determinados momentos se consiga que pases miedo. Lo que no llega conseguir es el momento incómodo, que dada la naturaleza de su guion creo que no hubiera sido más fácil que en otras propuesta con esta temática.
No seré yo quien te quite la razón en tu último párrafo. A mí me hubiera gustado mucho que toda la película se hubiera rodado en habla hispana por actores cómodos con el idioma, seguramente determinados momentos hubieran fluido mucho mejor.
Un abrazo.
Saludos Cuervos!
Pues he tenido un nivel de disfute de la pelicula más alto del que me esperaba, y no es fácil con lo trillado que está el género de las posesiones.
Normalmente suelo estar bastante atento a las peliculas que comentas Missterror porque suelen gustarme. Así que cada vez que comentas algun nuevo film curioseo a ver que tal :). No coincido siempre porque es imposible jejej pero el porcentaje de satisfacción no està nada mal.
Saludos y os sigo leyendo como siempre!
Hola a todos
Pues tengo que reconocer que me ha gustado mucho y que ha supuesto una muy grata sorpresa. No sólo la idea me parece original (en un tema tan trillado como el de las posesiones infernales), sino que creo que tiene momentos muy logrados, juega muy bien con algo tan complejo como es la imaginería religiosa (la antítesis de ese desastre llamado "Ruega por nosotros") y tiene huevos de pascua en forma de homenajes que hacen que el visionado, si cabe, sea más interesante (El "Exorcista"... esas novias de Drácula).
Además, por una vez, las motivaciones tanto del bien como del mal tienen una cierta coherencia y un sustrato relacionado con la idea filosóficas de la existencia de Dios y la interpretación que hace la iglesia del nuevo testamento.
Una película muy, muy disfrutable.
Saludos
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