martes, 23 de agosto de 2022

Crítica: The Execution

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE LA ÓPERA PRIMA DE LADO KVATANIYA, UN PERTURBADOR THRILLER BASADO EN LA VIDA Y OBRA DEL CARNICERO DE ROSTOV


En ruso, el término popular chernukha hace referencia a una tradición estética y discursiva que se popularizó a finales de los años 80, cuyo fin no era otro que desafiar el optimismo propagandístico de la Unión Soviética a través de las artes y los medios de comunicación, mostrando la violencia y la miseria negada por el régimen desde un enfoque crudo y nihilista. Una tradición muy presente en cineastas como Aleksei Balabanov, que en 2007 firmaría la perturbadora y violenta “Cargo 200”, una muestra contemporánea de que la tradición seguía muy viva. 


“Contada por medio de saltos temporales y dividiendo la narración mediante capítulos que referencian las cinco fases del duelo, la historia se construye como un rompecabezas cada vez más enfermizo y perturbador” 


La ópera prima de Lado Kvataniya, “The Execution” (2021), se alinea y revive este enfoque ficcionalizando la historia de Andrei Chikatilo (más conocido como el carnicero de Rostov) y la investigación policial dilatada durante más de diez años que llevó a su arresto. 

Contada por medio de saltos temporales y dividiendo la narración mediante capítulos que referencian las cinco fases del duelo, la historia se construye como un rompecabezas cada vez más enfermizo y perturbador. La película se centra en Issa (Niko Tavadze) y Sevastyanov (Evgeniy Tkachuk), los dos principales investigadores encargados del caso, y sus esfuerzos por capturar al que fuese el asesino más prolífico de la Unión Soviética, un caso con el que establecerán una relación cada vez más personal. Sin embargo, si bien esta estructura puede resultar en exceso convencional, lo cierto es que Kvataniya pronto establece su propio tono: el director utiliza grandes recursos en recrear el ambiente soviético y la lenta decadencia del régimen, pero utiliza ésta atmósfera meramente como marco contextual, sin caer en el thriller político (como sí hiciera, por ejemplo, “Ciudadano X” de Chris Gerolmo), una atmósfera decadente rallando lo enfermizo, cuya podredumbre se va filtrando en la vida personal de los personajes. 


“el director no pierde de vista que lo importante es la historia de un asesino en serie, y se recrea en la violencia de los crímenes y en la personalidad desquiciada de Chikatilo” 


A pesar de que el paralelismo es bastante evidente (Kvataniya ve la Unión Soviética como un proyecto cargado de buenas intenciones que va corrompiéndose poco a poco, exactamente igual que sus personajes), el director no pierde de vista que lo importante es la historia de un asesino en serie, y se recrea en la violencia de los crímenes y en la personalidad desquiciada de Chikatilo


“Una propuesta muy interesante especialmente teniendo en cuenta la inaccesibilidad (en violencia, estética y humor negrísimo) de una película como Cargo 200, de la que también es clara deudora” 


De esta forma, Kvataniya plantea un híbrido interesante entre la tradición rusa y una deriva más comercial del cine de asesinos en serie. Muchos verán algo de “Seven” (David Fincher, 1995) o “El Silencio de los Corderos” (Jonathan Demme, 1991), esta última especialmente encarnada en las apariciones de Chikatilo y en las partes de la película dedicadas a tratar de entender la psicología del asesino. 

Sin embargo, la tendencia del director a mostrar una violencia mucho más descarnada y una evidente ambigüedad moral en todos sus personajes, a mi parecer la emparenta más cercanamente con el cine coreano de los últimos años, especialmente con “Memories of Murder” (Bong Joon-ho, 2003) o “I Saw The Devil” (Kim Jee-woon, 2010). Así mismo, los numerosos giros de guion recuerdan también a películas como “Mother” (Bong Joon-ho, 2009). No obstante, la película es de ritmo reposado a pesar de su juego narrativo, lo que sin duda influye en su duración (casi dos horas y cuarto). Una propuesta muy interesante especialmente teniendo en cuenta la inaccesibilidad (en violencia, estética y humor negrísimo) de una película como “Cargo 200”, de la que también es clara deudora. En definitiva, Kvataniya genera una fusión muy atractiva entre su propia tradición cinematográfica (de raíces fuertemente ancladas en lo nacional) y un cine mucho más accesible y familiar, que da como resultado una película muy entretenida y estimulante.


3 comentarios:

Wotankrieg dijo...

El film para ser ruso esta bien,tiene sus más y sus menos pero te mantiene espectante. Lo mejor el climax ruso decadente realista que exuda, cultura alcohólica y demás. Es pues recomendable a los amantes de lo oscuro, sin ser una maravilla se puede ver y tiene su acción.

MAX CADY dijo...

Grandísima reseña Nellie Vance, muy de acuerdo en gran parte de lo que comentas, aunque discrepo en algunos matices.

La película, inspirada en el caso real del asesino de Rostov, refleja muy bien la miseria (material y moral), la brutalidad y el derrumbe social de la extinta Unión Soviética. La película tiene una factura técnica notable y su creador Lado Kvataniya hace uso fantástico del diseño de producción, la fotografía y el sonido para describir de forma magistral lo sórdido de los actos y la decadencia que los rodea. Además, este tipo de thrillers, basados en hechos reales o no, suelen entretener dado que mantienen la intriga o bien de la identidad del asesino o bien de su posible resolución, y en ese caso el film también cumple. Incluso me atrevería a decir que el final es francamente bueno.

Ahora bien, en mi opinión, y admitiendo que es una película muy interesante y que merece la pena verse, tiene algunas pegas igualmente notables. Creo que la estructura elegida para narrar la historia (a veces, los saltos temporales son totalmente caprichosos y la sobreimpresión de los rótulos lamentable) y lo dilatado de algunas secuencias le restan contundencia al resultado y algunos pasajes son aburridos. Un mejor y más dinámico montaje, evitando que las escenas se eternicen y decaigan la historia innecesariamente, le haría ganar varios enteros. Otro aspecto mejorable es la interpretación de algunos de los actores (forzada y a veces hasta ridícula).

Sin ir más lejos, Citizen X (que muy bien mencionas en la crítica), de Chris Gerolmo, que era una película para la tv por cable, que se basa en los mismos sucesos, lo hacía de forma más dinámica y entretenida.

Un saludo enorme y un placer leerte.

Nellie Vance dijo...

Buenas tardes Wotankrieg y Max, disculpadme la tardanza en contestar!
Wotankrieg: como comentas, lo mejor es una atmósfera que exuda perversidad y decadencia y su paralelismo con la degeneración moral/política de los años finales de la URSS. Sin embargo, te diré que a mi me ha parecido más que un thriller correcto (que es lo que intuyo que piensas, por lo que comentas) y le he puesto un generoso 8.5 después de darle varias vueltas, especialmente porque el conjunto me parece mucho más cuidado de lo que suelo esperar de un thriller (que suelen jugárselo todo a los giros narrativos). Además tiene bastante mala leche, que siempre me agrada bastante.


Max: creo que hay un trabajo de diferenciación super consciente en la elección de la estructura elegida para contar la historia, en el sentido de a) contarlo de manera diferente a como ya se había hecho, porque Citizen X es una película de relativo consenso que a casi todo el mundo le gusta, y es una manera de evitar comparaciones b) "descomercializar" la película y situarla en un espacio más cercano al circuito de festivales. Digo esto porque la película tiene una oscuridad (y un humor!) que no es habitual en el thriller más comercial, y las estructuras de saltos temporales siempre generan una ilusión de complejidad. También pasa con el ritmo (una película lenta puede generar la ilusión de ser más profunda o compleja). Si lo veo en conjunto (la estética, la estructura, el ritmo), veo una serie de decisiones que buscan alejar la peli de una forma de narrar y de contar historias. Capricho? Totalmente, la historia en sí no es compleja y se puede contar de una manera mucho más accesible. Pero creo que hay una finalidad concreta, que es dar un enfoque más "autoral" y menos comercial a la peli, en mi opinión. Al final creo que es una cuestión de nicho comercial y pretensión artística y creo que Kvataniya y compañía tienen mega claro por donde quieren tirar. Yo con esto que comentas no he tenido problemas (con los rótulos sí, por dios, qué espanto), no se me ha hecho larga y he tenido la sensación de que me estaban contando algo ya visto de manera muy diferente.
Los actores ahí sí que me pillas, porque en muchos pasajes de la peli me a mí también me ha chocado el histrionismo.

Un abrazo y un placer!

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