lunes, 1 de agosto de 2022

"Stranger Things" temporada 4, los dream warriors de Hawkins

MISSTERROR NOS HABLA SOBRE LA SONADA CUARTA TEMPORADA DE UNO DE LOS GRANDES ÉXITOS DEL RECETARIO DE NETFLIX


Apostaría mi alma inocente a que no conocéis a nadie que no haya visto la cuarta temporada de “Stranger Things” (2022) y no siga bajo el embrujo de Vecna, quiera formar parte del Hellfire Club, desee felicidad eterna para los chicos de Hawkins, crea que Eddie es probablemente uno de los mejores personajes que han pasado por la serie, adore el combo Murray-Yuri y no le haya importado una mierda que el capítulo final haya durado más de dos horas. 


“Los hermanos Duffer justifican cada minuto de rodaje con acierto, dando un peso específico a cada subtrama para que en el momento en el que todas converjan, el espectador llegue con los deberes hechos” 


Apuesto mi alma porque probablemente no es inocente, pero tan real como la vida a este lado, que “Stranger Things” ha dado un salto de gigante entre la temporada tres y la cuatro (incluso diría que entre la temporada cuatro y el resto) Seguramente, una de las claves del éxito ha sido la fragmentación de tramas y el descenso del protagonismo de los personajes principales con el objetivo de explorar nuevos horizontes y no agotar al espectador estirando el chicle de Eleven, Mike, Max, Dustin y compañía. 

Sin duda, la temporada 4 de “Stranger Things” era una de las grandes apuestas de Netfix para recuperar suscriptores. La estrategia por la que apostaron fue dividir la temporada en dos, con un reparto desigual de horas entre ambas partes. Tiene sentido que cada parte se pusiera en emisión con más de un mes de diferencia para ingresar al menos tres mensualidades por espectador, pero sigo sin entender el motivo por el cual Netflix lanzó todos los episodios de golpe. No tengo claro si esto entraba dentro de un pensado plan de captación, fidelización o retención al que yo veo más lagunas que éxitos, o si fue una concesión al tipo de espectador, entre los que me incluyo, a los que les enerva tener que esperar una semana por capítulo. Sea como fuere, a finales de mayo, ya teníamos ocho horas de Hawkins y el mundo del revés en nuestras manos y en junio las otras cuatro horas restantes, condensadas en tan solo dos capítulos. 9 capítulos y 13 horas de diversión, esta ha sido la apuesta por la que hemos esperado tres años. La guinda del pastel la puso un capítulo final con una duración de más de dos horas y media y del que ninguno nos hemos quejado. Y aquí es donde quería llegar porque llevamos ya un tiempo de demonización de las largas duraciones de las películas y yo he permanecido calladita, viendo que en la cultura de la prisa y la impaciencia, cualquier película que superara la hora y media, era objetivo hater por considerar que hacía perder el tiempo. ¿En serio tiene que llegar un capítulo final de dos horas y media que hemos seguido con devoción y sin rechistar para demostrar la gran obviedad? Nunca ha sido problema de duración, sino de calidad


“bajo la influencia del señor Krueger y los Dream Warriors, los hermanos Duffer lo tuvieron fácil para meterse a los fans del terror en el bolsillo” 


Con una duración por capítulo tan extensa, la lógica y el recuerdo de la irregular tercera parte de esta serie podría indicar que las tramas se iban a estirar extenuantemente, pero la realidad es que, aunque se alargue el proceso de conclusión de cada una de ellas, el espectador no siente ninguna parte plomiza y no hay nada que sobre en cada capítulo. Los hermanos Duffer justifican cada minuto de rodaje con acierto, dando un peso específico a cada subtrama para que en el momento en el que todas converjan, el espectador llegue con los deberes hechos y la mente relajada para simplemente disfrutar del espectáculo. 

Desvelado que el nombre de la gallina de los huevos de oro es Vecna, los responsables de la función solo tenían que dar un poco de forma a la pesadilla y bajo la influencia del señor Krueger y los Dream Warriors, los hermanos Duffer lo tuvieron fácil para meterse a los fans del terror en el bolsillo, entusiasmar a los seguidores más mainstream de la serie y sumar adeptos al festival nostálgico que implica cada episodio. No cabe duda de que en esta temporada han explorado la oscuridad más desde dentro que nunca y no solo lo digo por la naturaleza mística y tenebrosa del mundo del revés, sino por la naturaleza de los humanos del “mundo real”. Cabe destacar que cada subtrama ha contado con su propio villano, algo que ha permitido dar mucho dinamismo a cada episodio y asegurar la atención del espectador. 


“llegados a puntos ya dilatados de cualquier serie, la sangre nueva es decisiva para que los veteranos sigan teniendo relevancia sin mostrar signos de agotamiento” 


Por primera vez, Hawkins deja de ser sede central y la acción nos lleva de travesía por California y Rusia para mostrar momentos totalmente opuestos, tanto en concepto como en estética, con promesa de convergencia final. De esta manera, las posibilidades se multiplicaron. Muchas más posibilidades de cagarla, pero aplicando la misma probabilidad, muchas otras tantas posibilidades de acertar. Y como los Duffer tienen esa experiencia que se considera un grado en la victoria, poco margen de error tuvieron. Para conseguir el objetivo, dos reglas de oro: introducir nuevos personajes robaescenas y permitirse el lujo de salirse de las normas ya establecidas en el Upside down

Destacando en esta primera regla, esta cuarta temporada nos regala el placer de conocer y amar a Eddie Munson, Erica Sinclair, Murray Bauman, Argyle o Yuri. Considero que el carisma de estos personajes juega en la liga de los grandes y, desde luego, ha sido notable el mimo con el que los guionistas han tratado sus apariciones. Obviamente, el casting elegido ha tenido una importancia capital para que los personajes secundarios hayan tenido casi más peso que los principales, pero es innegable que, llegados a puntos ya dilatados de cualquier serie, la sangre nueva es decisiva para que los veteranos sigan teniendo relevancia sin mostrar signos de agotamiento. En una serie en la que el arco de los personajes estaba ya tan definido, la sobreexplotación hubiera sido totalmente contraproducente. Suele ocurrir que los aportes nuevos a partir de las terceras temporadas son tan rocambolescos que muchas veces, no pasan ni con agua con gas. En este caso, el mundo sobrenatural unido con el natural en mutuo entendimiento ha sido clave y el espacio dejado para ser aprovechado en favor de una intervención humana con perversos objetivos, ha fluido de una forma maravillosa. 


"se ha sabido jugar muy bien con la baza del soporte sonoro para hacer viajar al espectador por diferentes lugares y sensaciones"


Es así como los personajes que ya consideramos familia: Eleven, Hopper, Mike, Dustin, Nancy, Steve y Max, entre muchos otros, se enfrentan en esta cuarta temporada a una serie de giros que ya eran caballo ganador antes incluso de su emisión, por lo que, si tenemos en cuenta que técnicamente esta temporada es sobresaliente, pocos puntos débiles se pueden encontrar. Merecida ovación, por tanto, la que se llevan los hermanos Duffer al saber dar un golpe en la mesa y entrar en esa categoría de directores que entienden la compleja vida de sus creaciones porque, amigos, vivir de las rentas cada vez está peor visto. 

Sin duda, esta cuarta temporada nos deja absolutos momentazos. Todos ellos unidos a grandes temas musicales y, aun a riesgo de querer sacarme los tímpanos si escucho una vez más la genial Running up that Hill de Kate Bush, es innegable que se ha sabido jugar muy bien con la baza del soporte sonoro para hacer viajar al espectador por diferentes lugares y sensaciones. Nos hemos divertido, nos hemos emocionado, hemos vivido sumidos en la tensión, hemos sufrido, hemos llegado con ansiedad a cada final de capítulo y sobre todo, hemos aprendido que no todo estaba dicho en estas extrañas cosas que tanto nos gustan. Y ¡Qué demonios! La escena de Eddie tocando “Master of puppets”, es la mejor puta escena del año.



6 comentarios:

Krueger dijo...

En mi opinión un tremendo salto de calidad, la mejor temporada de todas y un disfrute para el aficionado, con más monstruos, oscuridad, tramas y acción. He vuelto a llorar, cómo hice en la conclusión de la tercera, y solamente puedo aplaudir que la saga de Elm Street esté tan presente en la historia (ay Mare mía esa casa de Vecna trasunto de Elm).

Directa a lo mejor del año y con puto heavy metal.

Saludos!

Spupydo dijo...

Excelente temporada y comparto cada palabra que decis. Siendo fan de Metallica desde 1996 (aunque no los venia escuchando mucho en el ultimo tiempo si soy sincero) fua una mas que grata sorpresa la inclusion de el mejor tema de la banda en la serie y encima en un momento emotivo y decisivo.
Nada mas que agregar salvo que yo disfrute mucho la tercer temporada a tal punto de ser mi favorita antes de la 4 y nunca entendi las criticas negativas a la misma. Si acaso la segunda fue un bajon (pero pequeño) en comparacion pero la 3 fue buenisima.
Se va a hacer larga la espera de la quinta y ultima temporada.

Missterror dijo...

Hola, Krueger. Coincidimos ;) Yo también creo que es la mejor temporada. En mi caso, la que más me ha enganchado con diferencia y la que más he disfrutado. Yo aguanté la lagrimilla porque entré en fase de negación, pero fue un final muy hijoputa.
La casa de Vecna es la casa de Nancy Thompson, no hay más. ¿No te pareció también que había bastantes toques Barkerianos? A mí no se me iba de la mente...

Spupydo, como también fan de Metallica, ¿qué puedo decir? Puro disfrute! "Master of puppets" es temazo, pero te diré que para mí, el tema perfecto para esa escena hubiera sido "For whom the bell tolls"
Respecto a la tercera temporada, no creo que fuera mala ni mucho menos (no hay temporada mala de "Stranger Things"), pero para mí fue la más irregular. Capítulos muy buenos y otros en los que sentías que la historia quedaba paralizada. Billy fue otro de los grandes personajes de la serie, pero creo que no supieron sacarle todo el partido que tenía y no jugaron con los suficientes elementos sorpresa.
Sí que se va a hacer larga la espera de la quinta temporada, sí.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dreams warriors es mi favorita de elm street por lo que será muy fácil saber que me ha parecido esta season four de cosas extrañas. Ya es todo un alegato que salga el lagarto bueno de V después de haberlo intentado en la tercera temporada, la verdad que ganamos nosotros al verle en este trasunto de freddy cenobita. La canción a elegir debe ser del 86, yo escogería la de wanted dead or alive por motivos más que obvios aunque el fuese más metalero hubiese estado epic. A mi después de una primera temporada basada en mi nostalgia, soy del 78, la segunda y la tercera chof, pero con esta me han vuelto a enganchar pero bien. Temon de kate bush que yo tenía completamente olvidao y que al oír en el primer capítulo encendió mi delorean, no sabía que iba a ser tan aprovechada más adelante.

El Rector dijo...

Muy chula esta cuarta temporada. En mi opinión la serie ha ganado con cada nueva temporada, aportando siempre algo nuevo para seguir dándole encanto, más de esto, más de lo otro o algo de aquello... en este caso, el homenaje a Elm Street es una jugada maestra (lo de Englund ya roza lo pornográfico) y una forma fácil pero siempre agradecida de ganarse al personal más pureta.

Coincido 100% con el análisis. Un acierto incluir a nuevos personajes y darle mucho más protagonismo a secundarios ahora reconvertidos a estrellas del show. Toda la parte de la madre Rusia me parece fabulosa y el villano sea seguramente el más interesante de las cuatro temporadas, amén de la fantástica recreación de ese mundo del revés, más siniestro y entrañable que nunca.

Por ponerle una pega, toda la parte de Once me parece la más continuista y quizás la menos interesante, pero la manera en la que está construida la narrativa, con tanto salto entre subtramas, tampoco da mucho tiempo de caer en la monotonía de revisar ciertas fórmulas ya exploradas en otras temporadas.

Y ya puestos a buscar el tema perfecto de "Metallica" para esa epic scene del amigo Eddie, yo no habría dudado ni un segundo: "The four horsemen" de calle :)

A ver si gracias a apuestas de este tipo, se empieza a pasar de moda la chorrada esta de quejarse de las series y películas "largas". Este es un buen ejemplo de que la historia no va de duración, va de calidad, como bien apunta Missterror. Y es que cada vez que leo la gilipollez esa de "menos es más", en algún lugar del mundo muere un pollito.

Saludos.

Mister Moloko dijo...

Hola a todos

Poco que añadir a tu comentario. Me lo he pasado bomba y he disfrutado como un bendito con esta maravillosa temporada. A mi la serie me tiene enganchao desde su primera temporada y la verdad es que le persono casi todo... Pero es que lo de la cuarta ha sido de traca.
Esos capítulos finales son insuperables y tienen algo que es incuestionable: emoción.

Saludos

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