Crítica: Ghost Story

SHAGGYFARACHE NOS HABLA SOBRE "GHOST STORY". EL PASADO REGRESA

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Cuatro ancianos en el epílogo de sus vidas reunidos en una oscura y lúgubre habitación, iluminados por unas pocas velas de manera tétrica y misteriosa con el único objetivo de contar, en cada reunión y por turnos, una única historia de terror. Se trata de la Sociedad Chowder, un selecto y cerrado grupo al que sólo pueden acceder miembros previamente aceptados y cuyo precio de admisión es contar una historia de terror original. Lejos de ahí, una pareja joven se conoce en la universidad, él, muy enamorado, ella, melancólica, misteriosa y extrañamente evasiva. Este es el pequeño núcleo de personajes sobre los que se desatará un horror indescriptible. 

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“en su momento causó impacto y llamó la atención debido al inusual reparto de ancianos protagonistas”

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Basado en una novela de Peter Straub, “Ghost Story” (1981) fue un proyecto cuya dirección recayó en un inconexo y en ocasiones anodino John Irving y que contó con un auténtico póker de verdaderas leyendas del cine clásico estadounidense: Douglas Fairbanks Jr., John Houseman, Melvyn Douglas y un inspirado Fred Astair, quienes integraron el extraño y misterioso Club/Sociedad/Santuario Chowder.

Para la joven pareja se escogieron a los aún desconocidos Craig Wasson y Alice Krige para personificar a Don y Alma respectivamente, quienes le insuflaron unas actuaciones correctas que en ocasiones alcanzan cotas muy resaltantes, en especial Krige, en una de sus mejores interpretaciones. Cabe destacar que, a excepción de Houseman, esta película representó el último papel para la gran pantalla de las otras tres grandes leyendas del cine. 

Una historia macabra que intenta resaltar por su propio peso 

Lo primero que se debe de decir de esta película, que en la actualidad permanece sepultada sobre miles de toneladas de slasher movies, franquicias, precuelas y secuelas de terror, es que en su momento causó impacto y llamó la atención debido al inusual reparto de ancianos protagonistas, que si bien no ofrecieron actuaciones inolvidables, sin duda estuvieron muy por encima de los otros cuatro actores que los personificaron de jóvenes. 

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“Lawrence D. Cohen escribió un guion acertado que se alimentaba mucho de la tradición de Poe para construir una historia clásica de terror” 

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Lo segundo resaltante es que, a pesar de ser un argumento que en la actualidad podría resultar manido y repetitivo, la historia prometía unos giros interesantes y una estructura narrativa de lo mejor del terror existente en ese entonces, no en balde Straub es un gran amigo y colaborador de Stephen King. 

Así pues, los destinos de cuatro viejos, no tan amigos, que guardan un secreto que les está carcomiendo las existencias y de una pareja no muy feliz, que poco a poco se va hundiendo en un misterio del pasado profundo (nunca mejor dicho), se entrelazan en una colisión irremediable cuando el hermano gemelo de Dan, hijos de uno de los miembros de la Sociedad Chowder, fallece en circunstancias demasiado extrañas, lo que abre una Caja de Pandora que intenta mantener los recuerdos del pasado encerrados, y el terrible secreto que ha atormentado las vidas de estos ancianos, por fin sale a la luz, amenazando con destruirlos a todos y arrastrarlos al mismísimo infierno. 

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“A pesar de que en su momento fue un inesperado éxito moderado de taquilla y que recibió ciertas críticas positivas, la película terminó olvidada por varias razones” 

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Se siente que Irving, que no es precisamente un Kubrick o un Carpenter, se apoyó sobre el trabajo de Jack Cardiff en la fotografía para recrear de manera efectiva la vida del pueblo en los años 20 y 30: alegre, llena de esperanza e ilusiones, y la vida del mismo pueblo en 1980: gris, desolada y triste, lo que ayudaba a incrementar el sentimiento de abandono, soledad y miedo de los ancianos protagonistas, quienes parecen esperar en silencio algo inevitable. 

Lawrence D. Cohen escribió un guion acertado que se alimentaba mucho de la tradición de Poe para construir una historia clásica de terror que cumple su cometido gracias a momentos realmente aterradores que impactaron al espectador de aquel entonces, mucho más ingenuo e inocente que el actual, y en donde los sucesos actuales y los flash backs parecen ser uno solo, retroalimentándose y otorgándole pistas al espectador a lo largo de toda la película. 

Una historia de fantasmas con desaciertos, pero injustamente olvidada 

A pesar de que en su momento fue un inesperado éxito moderado de taquilla y que recibió ciertas críticas positivas, la película terminó olvidada por varias razones. En primer lugar, se siente que su presupuesto de 13 millones de dólares no fue debidamente utilizado en el área de los efectos especiales y que en ocasiones, al igual que ocurre con otra gran película desperdiciada por la falta de un buen presupuesto de F/X, “Lady in White” de 1989, sacan un poco al espectador de la historia. 

El segundo lastre que no ayudó a que la película permaneciera en el imaginario colectivo fue la pobre puesta en escena de Irving que en ocasiones da la apariencia, peligrosamente, de un telefilm, lo que estancó sus posibilidades de ir más allá y convertirse en un auténtico clásico del género. Sin duda este tipo de película requería del pulso de un Romero, un Carpenter o un Friedkin que le exprimiera al máximo a las estupendas posibilidades que estaba ofreciendo una historia de terror y fantasía interesante, bien escrita y con personajes inolvidables. Si bien no es perfecta y necesitaba una mejor dirección, sin duda alguna “Ghost Story” es una película que se disfruta cada vez que se ve y que merece ser recordada por todos los fanáticos del cine fantástico.