martes, 6 de diciembre de 2022

Crítica: Troll

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE EL REGRESO A LOS ORÍGENES DE ROAR UTHAUG. IDENTIDAD, ECOLOGISMO Y NETFLIX


Bajo el demonizado estandarte de la gran N, no la de Nergal, Nigrum, Nisroch o demás nobles huestes infernales, no, una algo más mundana, la de Netflix, nos llega el nuevo trabajo del cineasta noruego Roar Uthaug y lo hace recuperando a una de las figuras más relevantes y entrañables del folclore escandinavo, la del trol. “Troll” (2022) continua en cierta manera la estela de otra cinta de similar temática que consiguió cierta repercusión hace unos años: “Trollhunter” (André Ovredal, 2010), si bien se aleja por completo del espíritu de aquella, subida al carro del falso documental y del cine de bajo costo, pues Uthaug nos acerca a su “monstruo” desde una perspectiva diametralmente opuesta. 


“Uthaug regresa a los orígenes en Troll, al menos en fondo, pues en forma, el cineasta sigue a rajatabla los cánones y miserias del cine Kaiju” 


Desde aquel entonces, Ovredal se ha labrado un buen nombre dentro del fantástico. “La Autopsia de Jane Doe” (2016) fue sin duda una de las grandes películas de aquella cosecha, puerta dorada de entrada al mainstream que le permitió rodar la por otra parte decepcionante “Historias de miedo para contar en la oscuridad” (2019), tras la cual volvería para refugiarse en la mitología nórdica en “Mortal” (2020). 

Senda similar la recorrida por Uthaug, quien también dio el pelotazo con su ópera prima, el slasher “Fritt Vilt” (2006), título que terminó derivando en trilogía y de la cual sea segura y curiosamente la de Uthaug, la entrega menos agraciada. “Flukt” (2012) pasó de puntillas pese al encanto de su reparto, contando de nuevo con Ingrid Bolso Berdal y con la exótica participación de Gaahl, controvertido cantante de la banda noruega de black metal “Gorgoroth”. Tras ello, sería ya con “Bolgen”(2015), que el director conseguiría llamar la atención de Hollywood, lo que se tradujo en una nueva y anodina adaptación del videojuego “Tomb Raider” a la gran pantalla. Tras el fiasco y al igual que hiciera Ovredal, Uthaug regresa a los orígenes en “Troll”, al menos en fondo, pues en forma, el cineasta sigue a rajatabla los cánones y miserias del cine Kaiju, tan prolífero estos últimos años tal y como ya hiciera en el pasado en “Bolgen”, emulando el cine “catastrófico” de Hollywood. 


“el director se esfuerza tanto en ceñirse a los sagrados mandamientos de la fórmula, que en ocasiones, la película flirtea con la autoparodia” 


Y sí, “Troll” es en forma un título decepcionantemente genérico y que poco tiene que ver con el terror (algo respecto a lo que algunos albergábamos ciertas esperanzas). Uthaug lo apuesta todo a una fórmula que tanto rédito (o dinero) le ha dado a Hollywood de manera reciente. Cine de aventuras ligero, un puñado de chascarrillos cómicos de tercera, personajes de cartón piedra, dramas familiares nivel telefilme y eso sí, mucho efecto especial. Que nadie busque en “Troll” nada que se salga de dicho patrón, pues no lo hay. Y es que el director se esfuerza tanto en ceñirse a los sagrados mandamientos de la fórmula, que en ocasiones, la película flirtea con la autoparodia, algo que desde luego no le sienta nada bien. 

Lo que no se le puede negar a “Troll” es que la fidedigna recreación de los rasgos identitarios del cine kaiju moderno, no se ciñen solo a lo negativo y si hablamos de su apartado artístico, es innegable que el monstruo resulta todo un espectáculo. Con un diseño de cuento oscuro que bien podría haber firmado Guillermo del Toro en alguna de sus fabulosas entregas de “Hellboy”, el troll de Uthaug está a “la altura” de las circunstancias y es un deleite verlo deambular por las gélidas montañas noruegas o sembrando el caos en las calles de Oslo. 


“un canto al paganismo, a las raíces de un pueblo que un día fueron arrebatadas con sangre, fuego y acero en nombre de un falso dios que como en tantas otras ocasiones, tan solo trajo muerte y destrucción” 


Si posee algún encanto “Troll”, reside curiosamente en lo subversivo del texto y en su marcado carácter reivindicativo de la identidad propia de una cultura, la escandinava, azotada y fagocitada por la plaga del cristianismo. El libreto escrito por Uthaug junto a Espen Aukan está repleto de referencias en esta dirección. La dura crítica hacia la religión cristiana es una constante a lo largo del filme, algo siempre justificado pero más aún si cabe dentro del contexto de la cultura nórdica, donde la figura de la cruz no deja de ser un símbolo de opresión tanto como lo pueda ser para otros pueblos la esvástica nazi. “Troll” es un canto al “paganismo”, a las raíces de un pueblo que un día fueron arrebatadas con sangre, fuego y acero en nombre de un falso dios que como en tantas otras ocasiones, tan solo trajo muerte y destrucción. Se agradece que en un tiempo como este, en el que la iglesia cristiana continua amasando tanto poder, la cultura se atreva a alzar lo voz alto y claro contra semejantes miserias y dogmas medievales que hoy, en las sociedades modernas, deberían ser poco más que amargos recuerdos de un pasado oscuro o cuentos de terror que contar una fría noche al abrazo de una hoguera.

“Troll” es una propuesta interesante como concepto. La forma en la utiliza a la criatura como herramienta metafórica para contar una historia que alberga horrores ancestrales resulta destacable, pero es una lástima que el potente discurso de fondo se diluya con una historia principal tan naif y alejada del tono que sin duda merecía el relato. Cuesta entender como sus responsables han optado por el cine familiar para contar algo tan profundo que debería llevar a la reflexión y no quedarse en un mero entretenimiento ligero de usar y tirar. 

Lo mejor: El diseño del trol y su marcado carácter reivindicativo. 

Lo peor: Toda resulta tan genérico, inocente e “importado” del formato comercial de Hollywood, que desvirtúa aquello que realmente nos está contando.


6 comentarios:

Mister Moloko dijo...

Hola a todos
Estoy bastante de acuerdo con todo lo que dices. La verdad es que han manufacturado un producto para toda la familia y me parece interesante la reivindicación que hacen de todo el folclore propio algo que, unido a lo majestuosamente que está filmado el paisaje noruego, le aportan un tono muy interesante.
Me ha sorprendido la calidad de los efectos especiales y el diseño del Troll (se nota que han puesto dinero) que da el pego. Lo peor: un guión que tiene agujeros de talla XL. A modo de ejemplo diré que vi la película con mi hija y que la niña me preguntó sobre la inmensa incoherencia que hay en la resolución final. Y con perdón, si un niño de 8 años es capaz de darse cuenta de ello, lo que no me explico es como no lo han visto los guionistas. En fin.
Saludos

El Rector dijo...

Moloko, a más de un guionista de la actualidad no le vendría mal sentarse junto a sus hijos/as a la hora de escribir según que cosas, por aquello de la coherencia y tal. "Troll" es tan intrascendente en su cara A, que todo lo cuestionable del guion (que es mucho) carece de excesiva relevancia, pero sí, no deja de resultar llamativo que incluso en algo tan facilón y guiado, se cometan este tipo "fechorías" narrativas.

Saludos.

Missterror dijo...

Querido RecTroll, cómo nos la han colado!! Después de una larga espera, resulta que "Troll" es una monster movie hecha con plantilla.
Tengo claro que tengo parte de culpa en la decepción que me he llevado porque creí que iba a ser una película que abrazara el terror (de hecho, lo buscaba desesperadamente). Nada más lejos de la realidad :( "Troll" en ningún momento pretende salirse del estándar de las películas de acción y monstruos y muestra sin ninguna vergüenza personajes y situaciones cliché, a puñados.
A su favor hay que decir que entretiene lo que debe entretener, que el Troll mola un huevo y que los paisajes son una delicia.
Algo me dice que empieza la franquicia Troll, así que a ver si algún director se anima a dar un paso más y hacer algo realmente interesante con estas criaturas.

Un abrazo.

El Rector dijo...

Missterror, bueno, siempre tienes la mítica serie de "David el Gnomo" del recientemente desaparecido Claudio Biern para reencontrarte con estas fantásticas criaturas en una versión más o menos igual de adulta, jeje. Y con mucha metáfora mediante también.

Lo de la fotografía paisajista en las producciones noruegas es como lo de Carmen Machi a la comedia española :)

Saludos.

Jason Myers dijo...

Tengo debilidad por las Monster Movies, donde haya un bicharraco gigantesco liándola parda allí me tendrán. “TROLL” no es una gran peli, ni creo que pretenda serlo, pero tiene marchita, es entretenida y tiene unos paisajes maravillosos, si a eso le añades una criatura espectacular para que quieres más. Seguro que en unos días me olvido de ella, pero de momento le guardo cariño.

El Rector dijo...

Jason, no cabe duda de que como monster movie ligera da el pego. Que el diseño de la criatura es un pasote, es otra realidad incuestionable.

Saludos.

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