domingo, 30 de julio de 2023

Crítica: Flash

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE LA PRIMERA AVENTURA EN SOLITARIO DE FLASH EN LA GRAN PANTALLA DE LA MANO DE ANDY MUSCHIETTI


Uno de los principales problemas del universo cinemático de DC es que, desde sus inicios, ha sido un absoluto sin Dios del que nadie ha acabado de responsabilizarse nunca. A diferencia de Marvel, donde había un plan y una idea nuclear que fue madurándose durante años, los directivos de Warner encargados de gestionar la franquicia de DC han ido funcionando como “pollo sin cabeza” dando continuos bandazos. Estos genios de la estrategia, en lugar de intentar crear un universo unificado, se dedicaron a diversificar sus derechos (el dólar manda) repartiendo a sus personajes por distintas plataformas y creando una confusión en el aficionado de dimensiones épicas. Así, en el tiempo y el espacio podían convivir los productos de serie B que configuraban el Arrowverso de CW, con la irregular “Gotham” (2015) para la Fox, las interesantes “Titanes” (2018) de TNT y la “Doom Patrol” (2019) de HBO, con productos de gran presupuesto para la gran pantalla que iban desde la inocencia naif de “Shazam” (2019) hasta la gamberrada iconoclasta de el “Escuadrón suicida 2” (2021). Para que se hagan una idea del desaguisado, pensemos que en menos de 10 años hemos tenido hasta 4 versiones distintas de Bruce Wayne. El infantil David Mazouz de “Gotham”, el curtido Ben Affleck que ha aparecido en el universo más o menos “oficial” ideado por Zack Snyder, el maduro Iain Glen de “Titanes” y el bisoño Robert Pattinson del “The Batman” (2022) de Matt Reaves. 

Y lo más curioso de todo es que, a pesar del berenjenal en el que se había convertido este universo cinemático, muchas de las películas y series no estaban nada mal. Creo que la taquilla ha penalizado la falta de estructura interna más que la calidad de productos que, como “El escuadrón suicida 2” (2021) o “Black Adam” (2022), tenían cosas muy interesantes. La aparición de una figura que, al modo de Kevin Faige en Marvel, le diera un poco de coherencia a todo ello, se hacía absolutamente imprescindible. Ello explica el fichaje de James Gunn y el nuevo rumbo que se le quiere dar a estos personajes que, francamente, merecen algo más de respeto. Y repito, no creo que el problema fuera tanto de calidad (para mí “La liga de la justicia de Zack Snyder” (2021) es una obra maestra), como de organización interna y sentido de universo compartido y unificado. 


“La película pasa de momentos realmente emotivos e impactantes a otros que provocan la más absoluta y total vergüenza ajena” 


Antes de que llegue esta nueva etapa capitaneada por Gunn, se deben estrenar las últimas producciones planificadas dentro del antiguo orden. Una vez mandada al cajón de los justos a “Batgirl” (no me quiero ni imaginar cómo debería ser para no ser estrenada ni de tapadillo en HBO) y estrenado sin pena ni gloria la horrorosa “¡Shazam 2!: la furia de los dioses” (2023), sólo quedaban por sacarse de encima “Blue Beetle” (2023) (que, para que nos vamos a engañar, tiene muy mala pinta) y este “Flash” (2023) que vamos a analizar a continuación. 

La primera conclusión que podemos sacar de “Flash” es que es una auténtica montaña rusa de emociones… pero de emociones de lo más diversas. La película pasa de momentos realmente emotivos e impactantes a otros que provocan la más absoluta y total vergüenza ajena. Y no sólo hablo de unos de los peores efectos especiales que uno ha tenido la desgracia de sufrir en una película de gran presupuesto (lo de los bebés es para no creerlo), sino a situaciones, momentos y decisiones de guion que van, por ser suave, de lo lamentable a lo directamente penoso. Pero luego llegan otros momentos con ideas brillantes, conceptos visuales interesantes y desarrollos de personajes coherentes que hacen que te enganches de nuevo a irremisiblemente a una película que es uno de los mayores ejemplos que he visto en mi vida de irregularidad y descompensación. No creo que sea intencionado, pero “Flash” parece una metáfora de como ha sido el universo audiovisual de DC hasta la fecha. En este sentido la película es absolutamente coherente con todo lo anterior. 


“la primera hora y media funciona bastante bien ya que, dejando de lado ciertas gracietas de un Ezra Miller que está sorprendentemente bien, se muestra equilibrada” 


¿Estamos ante una mala película? Sinceramente creo que no, que la cinta tiene los suficientes elementos de interés como para resultar un digno espectáculo de más de dos horas de duración. El problema es, como casi siempre, de expectativas. Y es que este “Flash” ha pasado por tantas fases que, francamente, da hasta pereza comentarlas. Por hacer una síntesis, la película se tendría que haber distribuido hace un año pero, por el cambio de rumbo de la franquicia y los problemas personales del descerebrado de Ezra Miller, su estreno en la gran pantalla se aplazó. La cosa fue tan demencial que se llegaron a filmar tres finales distintos en función del rumbo que tomará el nuevo universo DC. Al final, y esto es una opinión muy personal, se ha optado por quitarse la película de encima, aplicando el mínimo presupuesto en postproducción, y esperar a ver por donde soplan los nuevos vientos. 

Esta irregularidad, esta permanente sensación de ser un quiero y no puedo, hace que como espectadores no sepamos muy bien hacia donde decantarnos. No podemos negar que la película es entretenida y tiene momentos muy emotivos, pero si tenemos que hacer una valoración general, el resultado final no pasa de correcto. El guion coge como material de partida el cómic “Flashpoint” de Geoff Johns y Andy Kubert para, a partir de ahí, plantear una historia completamente nueva en la que se intenta profundizar en las motivaciones y sentimientos del personaje principal. La idea nuclear, que no está nada mal, es ofrecernos un viaje hacia la madurez y la asunción de aspectos tan importantes como son la tristeza por la pérdida. Tal vez por ello la primera hora y media funciona bastante bien ya que, dejando de lado ciertas gracietas de un Ezra Miller que está sorprendentemente bien, se muestra equilibrada y no deja de ser un entretenido producto de superhéroes. La aparición de Keaton como Batman (lo mejor actoralmente de la película junto a Maribel Verdú) aporta valor a la trama y un punto de nostalgia para todos aquellos que el 29 de setiembre de 1989 alucinamos con la película de Tim Burton. 


“huele a final de ciclo. La sensación general que nos deja es agridulce ya que, con todos sus peros, ese caótico, errático y difuso universo cinemático de DC ha formado parte de nuestras vidas cinéfilas” 


El problema es que a partir de ahí entramos en una nueva dimensión fílmica en la que la construcción del guion se desvanece como un castillo de naipes. Es entonces cuando aparecen los deux ex machina, las incoherencias, la pérdida de épica y la sensación de oportunidad perdida… Y llegamos a los veinte minutos finales. Y aquí es donde la película, para que les voy a engañar, se vuelve inefable y desconcertante. Les diré que sus responsables son capaces de ofrecernos un brillante retrato sobre la asunción del fracaso que resulta triste a la vez que coherente, con una definición de las motivaciones del villano que resultan incomprensibles; de emocionarnos a través de una serie de homenajes a lo que fue, es y pudo haber sido el universo DC y, a la vez, dejarnos fríos por unos efectos especiales que son directamente infames. No quiero desvelar sorpresas a nadie, pero la plasmación infográfica de algunos personajes es tan lamentable que no me puedo explicar como alguien no se ha dado cuenta y ha intentado poner remedio. De verdad, he visto monstruos en películas de Asylum mucho mejor hechos.

“The Flash” huele a final de ciclo. La sensación general que nos deja es agridulce ya que, con todos sus peros, ese caótico, errático y difuso universo cinemático de DC ha formado parte de nuestras vidas cinéfilas. Con sus errores, muchos, y aciertos, más individuales que colectivos, las películas que quedan atrás nos han hecho disfruta de grandes momentos en los que hemos visto a nuestros héroes reflejados en la pantalla. No tengo ni idea que pensará de la película el público general, aquellas personas a los que los cómics les importen un pimiento y sólo busquen en el cine un divertimento sano y frugal. A un servidor, que ha mamado estos personajes desde su más tierna infancia y forman parte de su memoria emocional y cultural, la película le ha dejado una sensación extraña. Esa misma sensación que nos queda cuando nos despedimos de alguien a quien sabemos que no volveremos a ver, porque ya no lo aguantamos, pero que, paradójicamente, echaremos de menos. Sin ser una buena película y siendo consciente de sus múltiples problemas, hay momentos en los que me ha removido. El resto juzguen ustedes mismos.

7 comentarios:

Krueger dijo...

Hola Moloko! Reconozco que fui a ver la película como quien no quiere la cosa (han pasado tantas cosas durante y después de su filmación...) y me encontré uno de los productos más divertidos de ese universo DC tan errático al que cuesta seguirle la pista. El principal problema es que nunca ha existido una auténtica unidad, como comentas. Tampoco ayuda poner (o decir eso) al frente a alguien con el ego de Zack Snyder, quiero decir, o le das control absoluto o no le contratas. En Marvel ha habido directores con la etiqueta de personales (tengo cierta tirria al término autor...), pero siempre se han supeditado al gran plan de Kevin Feige. De este modo tenemos productos tan excelentes como El Escuadrón Suicida o el Batman de Reeves junto a auténticas monstruosidades como la secuela de Shazam. Pero al lío, Flash es divertida, me parece menos irregular de lo que te ha parecido, aunque hayas aspectos tan injustificables como esos CGi, y esperamos que la dirección de Gunn y Safran traiga cantos de sirena...que falta hace....


Saludos!!!

Mister Moloko dijo...

Hola a todos.
Veo que en lo nuclear coincidimos bastante. Si, el problema de DC es de cohesión y de unidad. Tienen una materia prima de primera calidad y han sido incapaces de hacer con ella algo suculento.
Respecto a la película, sinceramente creo que el problema es que el guión ha debido sufrir modificaciones según soplaban los aires... Y eso es algo que se nota. Partiendo de la base de que este no es Barry Allen, al menos intenta ofrecer algo más consistente. Y mira que tenían fácil hacer que la película fuera una puerta de entrada al multiverso DC y el inicio de unas "crisis en tierras infinitas" que hubieran sido la bomba. Pero ni eso.
Los CGI son de vergüenza ajena (los bebés parecen los "Demonic Toys" de Charles Banda) y el Superman de la araña (no comentaré nada por aquello de los spoilers) es de videojuego de los 90. Y lo más penoso es que el actor rodó las escenas de verdad.
Los que me leen ya saben mi pasión por Snyder, por lo que si de mi hubiera dependido le hubiera dado el control absoluto a él. Desgraciadamente nunca sabremos que hubiera pasado.
En fin a ver qué nos depara el bueno de Gunn.

Ted dijo...

Spiderman y Iron man era un ejemplo de Marvel y Flash es otro de DC, empresa en manos de Warner. Es un recurso que a mi me encanta. Yo tambien vi Batman en mi cine teatro. Supergirl es super sexi. DC no esconde su gusto por lo viejo o clasico. Si, son peores pelis porque Marvel planifica mejor y tiene supers mas humanos. Verdu esta muy superloba. El prota es lo peor. Esta peli no es olimpica. Pero me gusta, por Batman viejo.

Art0rius dijo...

Al universo Dc que lo reinicien no, que lo quemen. Ya con la elección de convertir a Flash en un alivio cómico,y con un actor que ya de por si nunca comulgué, debo confesar que consiguieron que el personaje fuera de lo más insoportable para el que suscribe. Bueno, al menos hasta que llego esa escena del Snyder's Cut que me puso los pelos como escarpias y me hizo soñar con un tratamiento más decente del personaje para su película en solitario. Y ahora llega este monstruo de Frankenstein que, por infinidad de circunstancias como bien describe Mr. Moloko, sufre de una inconsistencia narrativa que en el último tramo final ya me hizo apagar las neuronas. Por no hablar del chistecito final....Nota aparte el tema de la escena de los bebes: dentro del apocalipsis cgi que es la película, me hizo sentirme dentro de una producción de Asylum habiendo pagado entrada para una película de alto presupuesto. A quien se le pudo ocurrir que toda la escena tenía un mínimo de gracia? En fin....In Gunn I trust, y muchas gracias por haber realizado una crítica tan potente.

Ted dijo...

Joder, yo no sabia de Flash pero mierda el capitan america o Spiderman de los 70 o 80. Esto es mejor y mejorable. Pero se me atasca mas Dr strange con bruja escarlata que Flash. Si, no es gracioso, gracioso es Big bang theory. Pero es muy divertido ver sus batallas, aunque flash decepciona y es penoso porque It mola. Me gusta este reboltijo, porque me recuerda al pasado, las gasolineras con tebeos (el vigilante) y los muñecos marvel de plastico duro en las revistas. Hablan de regreso al futuro pero en esa peli el pasado si puede cambiar a mejor por lo que no entiendo que flash no fuera serio y si negativo. Lo de los bebes ni frio ni calor.

RoloS dijo...

Mister Moloko gran critica que muestra el zigzagueante desconcierto que ha sido el universo cinematográfico DC (y eso que tenían la gallina de los huevos de oro y solo era hacer las cosas medianamente bien para hacer historia).
Una película que vivió vicisitudes de todo tipo desde el día uno lo que me terminan generando lástima por Muschietti, siento que quedó en el medio de un tornado que lo engulló sin piedad.
Lo de los efectos especiales no lo podía creer y no podía dejar de pensar en los labios de Cavill en uno de los filmes de JLA (¿otra vez pasa esto? pensaba).
También tengo que decir que me molesto la forma de despedir a uno de los miembros más importantes de la Liga de la Justicia al terminar el filme, se merecía un final con poco más de respeto por parte de los guionistas.
Comparto lo que escribiste, es un "final de ciclo", ahora será esperar que nos trae J. Gunn en los próximos años (espero que no más de lo mismo).
Un saludo.
RoloS.

El Rector dijo...

Pues con permiso de Krueger (que es con quien más coincido de todo lo dicho por aquí), reclamo esta vez para mí y no sin orgullo el título de voz discordante. Hace mucho tiempo que no me reía tanto con una película de superhéroes, seguramente desde "Thor: Ragnarok". Que sí, que los efectos especiales son curiosamente chungos (no tengo claro si de manera premeditada, por aquello de acercarse al "Spiderman" de Raimi o vaya usted a saber...), pero vamos, peccata minuta en comparación a dos horas y media que pasan como un suspiro, repleta de gags delirantes, de fan service de todos los colores y de situaciones maravillosamente imposibles. Solo por el incalificable prólogo de los bebes y por la impagable escena final (de lo más honesto que he visto en la gran pantalla en tiempo), ya es una película imperdible y otra gran pieza que añadir a un universo DC, que con o sin reinicios, con o sin "hate", nos lleva regalando grandes obras en estos últimos años, le pese a quien le pese.

Saludos.

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