domingo, 5 de noviembre de 2023

Crítica: The Game

SHAGGYFARACHE NOS HABLA SOBRE "THE GAME". EL GENIAL PAYASO DE MADERA DE DAVID FINCHER


Nicolas van Orton es un zar de las finanzas californianas cuyo trabajo es mover cuantiosas inversiones de un negocio a otro, calcular los pronósticos y exigir resultados de forma inflexible. Vive una vida solitaria, divorciado, sin hijos, sin amigos, rechazando el contacto humano y viviendo sin vivir como un auténtico pobre niño rico que lo tiene todo y no tiene nada, todo esto debido al terrible trauma que arrastra por el suicidio de su padre siendo el apenas un pequeño niño necesitado de afecto. 

Cierto día almuerza con Conrad, su hermano menor y oveja negra de la familia, quien le trae un curioso obsequio: una invitación certificada de CRS, una misteriosa compañía que ofrece a sus clientes participar en El Juego, una extraña pero atractiva competencia cuyo objetivo es descubrir, en sí, qué es El Juego y por qué el participante lo está jugando. Más que por complacer a Conrad que por otra cosa, Nicolas se somete a la compleja batería de exámenes y pruebas físicas para optar como participante, y a partir de ahí, se desata una auténtica locura depravada y demencial que lo sumergen en un auténtico rompecabezas que pone en peligro su cordura, su fortuna y hasta su vida, obligándolo a buscar la llave de salida (nunca mejor dicho) de esta pesadilla que parece eterna, hasta finalizar con uno de los plot-twist más espectaculares e inesperados de todos los tiempos en la historia del cine. 


“un magnífico y calculado juego de niños depravados donde llevó al protagonista a los límites absolutos de la razón y la lógica” 


Esto, a grandes rasgos, es la sinopsis de “The Game” (1997), una de las mejores películas de suspenso psicológico de los últimos 30 años y que terminó de encumbrar a David Fincher como un auténtico genio del séptimo arte. 

Un muy calculado juego de niños depravados 

Luego del sensacional éxito de “Se7en” (1995), David Fincher se había convertido en el niño mimado del nuevo cine americano, y nada mejor que una historia interesante y atractiva que necesitaba del talento de un ágil artesano cinematográfico que supiera darle forma a todas las trampas y giros del guion, escrito de manera precisa a cuatro manos por John Brancato y Michael Ferris, para demostrar que el éxito obtenido dos años atrás no había sido obra de la casualidad. 

Para hacer realidad el proyecto, Fincher obtuvo la ayuda directa de Jonathan Mostow, Ceán Chaffin y de Michael Douglas, que se involucró en el proyecto no solo en el papel de Nicolas Van Orton, sino en el área de producción no acreditada, así como de la distribución y compromiso de PolyGram. Luego de una traumática relación durante el desarrollo del proyecto, Jodie Foster fue sustituida por Sean Penn para dar vida a Conrad y se contrató a Deborah Kara Unger como la contrafigura, además de James Rebhorn y Armin Mueller-Stahl como secundarios de lujo. Ya con el staff dramático asegurado, Fincher se lanzó en una frenética fotografía principal a lo largo de 4 meses por California y parte de México donde puso a prueba todo su potencial como cineasta. Y el resultado fue más que sobresaliente al idear un magnífico y calculado juego de niños depravados donde llevó al protagonista a los límites absolutos de la razón y la lógica, manteniendo un ritmo trepidante y sostenido, y haciendo gala de una magnífica puesta de escena y una impresionante selección de planos que luego sería su marca de fábrica distintiva a lo largo de toda su memorable carrera. 

Tan brillante como el payaso de madera 

“The Game” sobresale en todos sus departamentos gracias a una historia sólida y muy bien hilvanada que no cae en el manido recursos de simples “bromas pesadas”, sino que lleva al personaje de Douglas por una espiral de auténtico ataque psicológico hasta las puertas del suicidio (aquí hay que aplaudir al equipo de producción que mostraron la serie de pruebas psicopatológicas-cognitivas que le aplican al personaje de Nicolas Van Orton y explican de manera admirable la actitud del protagonista ante la vida y la resolución del genial plot-twist). 


“una banda sonora sencilla pero desquiciante de Howard Shore a ritmo de sencillas notas de piano que parecieran resonar en la mente perturbada de Nicolas van Orton” 


Tanto la excelente dirección de fotografía de un inspirado Harris Savides como la compacta y bien moldeada edición de James Haywood se combinan con la puesta de escena de Fincher, que maneja a la perfección los delicados hilos de la trama destacando cada departamento, todos ellos tan brillantes como el inmortal payaso de madera que aparece en el filme acompañados, además, de una banda sonora sencilla pero desquiciante de Howard Shore a ritmo de sencillas notas de piano que parecieran resonar en la mente perturbada de Nicolas van Orton

Michael Douglas, que en su momento declaró que el guion de esta película era uno de los mejores que había leído en toda su carrera, brilla con intensidad en el papel de un millonario gris y anodino obligado a salir de su zona de confort y maniobrar como un delicado funambulista a lo largo de 120 minutos de pesadilla. Un correcto Sean Penn le da el peso necesario como víctima/instigador del relato, mientras que Deborah Kara Unger actúa como una auténtica “inside woman” moviendo cada resorte emocional gracias a su carisma y explosiva belleza en pantalla, y no olvidemos a James Rebhorn, en uno de sus mejores papeles actuando como la palanca de cambios dentro de este descontrolado auto de carreras cinematográfico. 

Un filme de culto debidamente rescatado 

A pesar de ser un éxito en taquilla, la película pasó algo escondida para el público y la crítica, tal vez debido a que “Se7en” dejó una vara extremadamente alta de rebasar y todos esperaban algo igual o más impactante. 


“Luego de más de 25 años después de su estreno, The Game está considerada una película de culto debidamente rescatada” 


Para Fincher esta película significó el último golpe de gracia que debía darle a la barricada de los estudios para demostrar que era alguien a quien se debía tomar en cuenta y que merecía toda la confianza (en especial en el final cut, cuando años después Fincher aseguró que el fracaso de “Alien 3” se debió a que el estudio se negó a darle libertad creativa en postproducción), esto quedó patente con esa genialidad llamada “El Club de la Lucha” (1999) que dos años después vendría para derrumbar por completo al establishment hollywoodense y a situar a Fincher en un merecido nicho dentro del panteón de los inmortales del séptimo arte

Luego de más de 25 años después de su estreno, “The Game” está considerada una película de culto debidamente rescatada, y si bien pudiera estar opacada por otras grandes obras de Fincher, para este servidor es sin duda una de las grandes razones que me hacen levantarme cada mañana para enfrentar ese otro juego cruel y despiadado que llamamos vida.


6 comentarios:

Ted dijo...

Esto me lo hizo mi hermano y no tiene gracia. La peli genial. El me la recomendo. Hasta que unos colegas y el me lo hicieron a mi. Descubri que no tenia amigos ni familia. Va en serio.

Jason Myers dijo...

David Fincher es un buen director, sin duda, pero también me parece que es capaz de lo mejor y de lo peor. En lo mejor yo destacaría ALIEN 3, a mi me gustó mucho y eso que tenía detrás a dos obras maestras del cine, y que decir de SEVEN, una de las obras mas grandes y perturbadoras de los años 90, también me parece muy destacable y original EL CLUB DE LA LUCHA. En el otro lado tenemos a LA HABITACION DEL PANICO, que a mi me pareció una verdadera estupidez, ZODIAC que me aburrió hasta el infinito y mas allá y… sí, THE GAME, que me pareció una idea estupenda, que hubiese sido una joya para nunca olvidar y que no dejó de ser un divertimento simpático, lleno de incoherencias y que te dejaba una sensación de, y…? Y no he visto más pelis de este director, igual me estoy perdiendo algo grande pero el resto de su filmografía no me atrae lo mas mínimo.

Erika. dijo...

Siento tu experiencia Ted, y como bien dices, la peli es genial y vale mucho la pena. Quienes tienen la fortuna de no conocer el final , no se la pierdan por nada del mundo. Saludos.

MAX CADY dijo...

¡Fantástica reseña ShaggyFarache!! Muy de acuerdo en todo lo que mencionas. La verdad es que la maestría de David Fincher tras la cámara es indiscutible, con permiso de Steven Spielberg, posiblemente el mejor narrador cinematográfico de la actualidad (uno de los grandes de la historia del séptimo arte).

The Game es una auténtica maravilla que me cautivó desde el mismo momento que la disfruté en su estreno en pantalla grande. Un thriller trepidante, que te mantiene subyugado todo el metraje y con un final...

Todo es disfrutable de esta producción técnicamente impecable. Un clásico moderno que merece, como bien has hecho, ser reivindicado. Totalmente recomendable.

Un saludo enorme cuervos

P.D. Entendiendo perfectamente la parábola que quiere contarse, cada vez que veo The Game me surge la duda de si habría funcionado un final duro, macabro y desolador.

Ted dijo...

Erika. Yo vivía una vida normal y seguía lo que seguimos todos. Empezaron a pasar cosas ridículas en mi vida que se fueron volviendo muy serias y acabé mal. Para llegar a esto mi hermano y mis cercanos tuvieron que colaborar uno en una cosa y otros en otra y todo salió fatal, algo más realista que en la película. Aprovecharon el mal momento personal que estaba viviendo, las similitudes con mis hábitos, mi sensibilidad y mis ideas. Todo en mi contra. Luz de gas le dicen.

A mi me pilló viejo y además me debían favores, quisieron jugar a juegos mentales y todo acabó mal para mi pero después hubieron consecuencias. Los que hacen The Game o Acoso grupal como se le conoce (algo que lei sobre que se había inventado en la Alemania sovietica) se arriesgan, especialmente si son próximos a la víctima como es el caso de la familia.

Cuando yo me enteré que mi propia familia había hecho algo así (el empleo de radiofonia es lo peor o el control mental mediante similitudes) se me derrumbó el mundo igual que en el cine. Vendí todo lo que tenía, adopté un cachorro y estuve corriendo en bici a lo Forrest Gump para desestresarme durante años.

Después hubieron cosas peores pero hubo gente que perdió salud o dinero o dignidad o su trabajo, y yo fui el que más perdió. Los que hacen The Game no ganan nada, pierden más de lo que creen y luego (algunos) vuelven rencorosos a por mas.

Me ayudaron muchas cosas, por ejemplo volver a leer Nido de Cuervos (es verdad) y tambíen hacer ver que perdonaba a algunos miembros de mi familia, porque el odio no te deja vivir y la pena menos.

Ahora es un recuerdo, pero todo ha cambiado. Mi familia hace como que nada pasó pero no nos podemos reunir y yo celebro solo todos mis cumpleaños y las fiestas y lo que hice en el pasado, los favores y las deudas, quedaron como mentiras ("nunca ha pasado").

Yo no sé de donde lo sacaron pero sé que a mi me pasó. Y después llegó el coronavirus y algunas cosas ya las había vivido yo. Cosas que vivís vosotros seguramente, como por ejemplo dañar tu autoestima.


Saludos.

shaggy dijo...

Muchas gracias amigo Max, coincido totalmente, es sin duda una de las mejores películas de Fincher y una auténtica joya del thriller psicológico con un plot-twist memorable, a la altura de Vértigo o Los Sospechosos Habituales.

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