Crítica: Lisa Frankenstein

KRUEGER NOS HABLA SOBRE EL DEBUT DE ZELDA WILLIAMS CON GUION DE DIABLO CODY Y FUERTES INFLUENCIAS DE TIM BURTON

---

Diablo Cody siempre ha sido una figura atractiva para el mundillo cinematográfico. Su biografía, su vendida proyección pública de personaje alternativo y especialmente su éxito con la horrenda “Juno” (Jason Reitman, 2007), provocaron que la guionista fuera un fugaz sleeper en la fábrica de los sueños. Su relevancia resulta significativa por lograr despuntar dentro de los proyectos en los que participa siendo la guionista (no todo el mundo es David Mamet…); poniendo el foco sobre su nombre aunque la estrella fuera, por ejemplo, Charlize Theron. Pero especialmente destaca por ser mujer; que ya sabemos todos como funciona la trituradora y sus mecanismos. Aunque pudiera parecer un espíritu afín, en realidad, Cody solamente había coqueteado con el fantástico en la simpática “Jennifer´s Body” (Karyn Kusama, 2009). 15 años después podemos celebrar su retorno con la adorable “Lisa Frankenstein” (Zelda Williams, 2024). 

---

“Lejos de ser un pastiche referencial, el film encuentra su mayor virtud en unos personajes que logran ganar el corazón del espectador” 

---

“Lisa Frankenstein” es un film que entra por los ojos. Un caramelo, más bien chicle, visual cautivador, que encuentra su razón de ser como homenaje a las comedias adolescentes dirigidas por John Hughes, pero pasadas por un filtro de Tim Burton copulando con Robert Smith. Lejos de ser un pastiche referencial, el film encuentra su mayor virtud en unos personajes que logran ganar el corazón del espectador y ahí sí hay que reconocer el mérito de una Diablo Cody que sigue quedándose a medio gas, pero que al menos ofrece alguna que otra línea de guion memorable (el chiste sobre "The Cure") y se muestra fiel a su ideario: entornos estudiantiles, juveniles y presencias femeninas complejas. Incluso parece guiñarnos un ojo, con ese detalle slasher de guion que simplemente sirve como referencia cómplice para con el espectador, ya que es tomado totalmente a chanza durante el metraje. 

Estamos frente a una película ligera, pero la debutante Zelda Williams demuestra una exquisita imaginación visual, dando al film un mutante aire de videoclip musical. Los saltos cromáticos son constantes: nos encontramos en una fiesta ochentera y de repente pasamos a una ensoñación en blanco y negro que parece un clip de "The Smashing Pumpkins"; sin olvidar las secuencias animadas, que son puro Tim Burton. He citado las comedias juveniles de John Hughes (la parodia de la típica secuencia de prueba de vestimentas); pero la influencia de Burton resulta indiscutible, tanto visualmente como a la hora de dar el protagonismo a los marginados y diferentes, y es que “Lisa Frankenstein” tiene mucho de “Eduardo Manostijeras” (Tim Burton, 1990). 

---

“la influencia de Burton resulta indiscutible, tanto visualmente como a la hora de dar el protagonismo a los marginados y diferentes” 

---

Mención aparte merece el fabuloso diseño de producción y vestuario. En ocasiones parece que estemos frente a una parodia de una sitcom de los 80 (todas las secuencias de la familia en la casa), con esos decorados tremendamente horteras y petardos. Impagable resulta ver a Carla Gugino vestida con un body a lo Jane Fonda, con auriculares, guantes de fregar y tomando un Martini. Ni Almodóvar oiga usted. Si eres fan de los ochenta, te aseguro que la recreación es tan descacharrante como cariñosa. 

Que Cody me caiga simpática no significa que considere que sea buena guionista; de hecho, la mayoría de sus películas me parecen bodrios que intentaron vendernos con aquello de “cine independiente” moderno (distribuido por la Fox... vamos no me jodas…); pero debo reconocer que su libreto para “Lisa Frankenstein” ha conseguido sorprenderme. Evidentemente todo termina donde uno espera, pero el camino elegido no es el trillado y existe algún que otro giro macabro y divertido. Respecto al título, en realidad el homenaje a Frankenstein es más anecdótico que otra cosa, pero aplaudo a rabiar la guasa de cambiar el pararrayos por una cama de bronceado. 

---

“más simpática que graciosa, pero resulta imposible no esbozar una sonrisa durante su hora y media de duración” 

---

He comentado que el film gana al espectador, además de por el imaginativo derroche visual, por sus personajes. Cole Sprouse es un divertido no-muerto de lágrimas apestosas, pero sinceramente, reconozco que he sido incapaz de no enamorarme de la interpretación de Kathryn Newton y de su personaje. Como si fuera una hija bastarda de Madonna y los personajes que antes interpretaban Thora Birch y Fairuza Balk; la vis cómica de la actriz es impagable y su composición de Lisa resulta simplemente encantadora: su postura, su forma de caminar, sus movimientos. Un derroche de carisma y simpatía que culmina en la secuencia musical al piano. Probablemente estemos frente al personaje más adorable del fantástico en 2024 y por mi parte, a bordo de cualquier película de una actriz que ha demostrado gusto por el género: “Este Cuerpo Me Sienta De Muerte” (Christhoper Landon, 2020), “Ant-Man y la Avispa: Quantumanía” (Peyton Reed, 2023) y la futura “Abigail” (Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillet, 2024), que por cierto tiene una pinta estupenda. 

“Lisa Frankenstein” es más simpática que graciosa, pero resulta imposible no esbozar una sonrisa durante su hora y media de duración. Es un film para todos aquellos góticos que en realidad no quieren estar con el corazón roto. Para los rarunos que de tan raros son naif. Para aquellos que saben apreciar el lado pop de las cosas. Y, especialmente, para todos los que quieran caer rendidos a la señorita Newton. Me ha parecido tan entrañable que lo mismo se cuela en top.