Bonita noche en el cementerio. Un tipo profana la tumba de su ex novia para saldar algunas deudas que esta, contrajo con él en vida. Ni corto ni perezoso, el muchacho se saca la polla y se dispone a pasar un buen rato de amor necrofílico con su “amada”. La muchacha, que parece que también quedó algo hambrienta de su anterior relación, despierta de su sueño eterno y con sorprendente agilidad, le come la salchicha. Literalmente. Luego, discuten, ella regresa a su tumba y él, recibe una llamada al móvil. Es su jefe, el veterano dueño de un cine al aire libre, que justamente hoy, se ve obligado, por las deudas, a cerrar el chiringuito, vendiéndole el terreno a un empresario que pretende construir en su lugar, un centro comercial. El tipo se cierra la bragueta, justo después de espachurrar los restos de su sexo contra una lápida, y se dirige al cine en su coche, mientras la entrepierna no deja de supurar una viscosa substancia azulada.
Este es el punto de partida de “Chillerama”, nueva antología de terror que nos llega de las manos, respectivamente, de Joe Lynch (“Camino Sangriento”), Adam Rifkin, Tim Sullivan (“2001 Maniacs: Field of Screams”) y Adam Green ( Frozen”, “Hatchet” y “Hatchet 2”).
Es el señor Joe Lynch, quien se encarga, con “Zom-B Movie”, su particular homenaje al cine de muertos vivientes, de ensamblar a modo de hilo conductor, todas las historietas que componen esta “Chillerama”. Utilizando como telón de fondo un cine al aire libre, que cierra sus puertas esa misma noche, construye una clásica historia de zombies, aunque esta vez, habría que matizar aquello de “hambre de carne humana”. Vamos, que lo que estos desean no es alimentarse de los vivos, si no copular con ellos, bueno, con los vivos, con los muertos y con todo lo que se les ponga por delante.
Como uno bien se puede imaginar, es el tipo de los testículos supurantes, el responsable de la epidemia que se extenderá entre todos los asistentes a esta maratón de cine de terror, quienes después de protagonizar un buen puñado de secuencias de relleno, simple excusa para ir presentando cada una de las historias, darán forma al clímax final de la película, divertidísimo epílogo a modo de orgia de sangre y sexo muy al estilo de las películas de la Troma (véase aquella cachonda “Poultrygeist”) que se encarga de cerrar con broche de oro esta muy disfrutable antología de humor y terror.
Me dejo sodomizar por el primer zombie que me guiñe el ojo: Sus excelentes efectos especiales, su falta de pudor y el personaje del gerente del cine, orgásmico cuando se casca entre muchas otras, ese mítico “Yippie ki yay” de John McClane en “La Jungla de Cristal”.
Solo con condón y si no está muy podrido: Algunos diálogos con poca chispa y que lo bueno, se haga esperar en exceso.
Adam Rifkin es el encargado de dirigir y protagonizar, “Wadzilla”, otro sentido homenaje, en esta ocasión, a las películas de monstruos de los años 50. Muy al estilo del cine de Henenlotter, Rifkin nos cuenta la historia de un hombre que no es que tenga los espermatozoides vagos, es que tan solo tiene UNO. En su visita a una clínica especializada, se pondrá en manos de un médico interpretado por el bueno de Ray Wise (primero de una larga lista de caméos, como los de Lin Shaye, Ron Jeremy o Eric Roberts), quien le receta un medicamento experimental que sirve para aumentar el rendimiento de los espermatozoides.
¿Funciona el asunto? Bueno, la verdad es que si. El problema es que no solo mejora el rendimiento, también el tamaño. Sucediendo cada vez que el sujeto experimenta algún tipo de excitación sexual.
Muy divertida historia que destaca sobretodo por lo bizarro de su naturaleza así como la de todas y cada una de las situaciones que se nos irán eyaculando en el rostro, litros y litros de semen de diversión que además, lucen de maravilla gracias a la estupenda ambientación conseguida a base de filtros visuales, los cuales consiguen transportarnos directamente a los años del technicolor.
Tendría que haber estudiado para donante de esperma, pues es mi auténtica vocación: Su logrado acabado visual y sus muchas y disparatadas situaciones, a cual más grotesca, entre todas ellas, sublimes la de la estatua de la libertad meneando el culo y la consecuente corrida final… incluso dan ganas de ponerse de sémen hasta las cejas.
De aquí no sacas una gota ni con ordeñadora automática: Algunos efectos digitales, duelen a la vista por mucho que estén hechos, “a posta”.
Tim Sullivan no solo dirige “I Was A Teenage Werebear”, sino que viene a confirmar algo que ya sabíamos, que lo de “dirigir”, no es su fuerte. Sin duda estamos ante la peor de las cuatros historias que componen “Chillerama”, una especie de oda a las denominadas “surf movies” y de paso, una crítica a los prejuicios de los estadounidenses sobre la homosexualidad. Todo ello, además, enmarcado dentro del género del musical.
Nos cuentan la historia de un chico que duda de su sexualidad y que parece no estar muy por la labor de satisfacer a su novia. Más cuando entran en escena un trío de misteriosos y atractivos muchachotes con muy mala prensa entre las gentes del lugar y uno de ellos, le muerde en el culo. Mucho torso masculino, cuatro caretas de goma, algo de cuero y una sucesión de gags sin gracia alguna y de descafeinados numeritos musicales, que no están a la altura de la brillantez que se alcanza en el resto del filme.
Salgo del armario con un bañador muy ceñidito de color rojo: Algún momento musical MUY puntual.
A esta playa, con pantalones tejanos y jersey de cuello alto: Todo lo demás. MUY aburrida.
Y si el amigo Sullivan nos confirmaba cosas, Adam Green no se queda atrás. Este nos demuestra algo que también teníamos bastante claro. Que de dirigir, sabe un rato. No en vano, el tío se casca la que con diferencia es, la mejor de las historias. “The Diary of Anne Frankenstein” (no confundir con los “Fronkonstin”). Una parodia del clásico de Mary Shelly y de paso, del bueno de Adolf Hitler.
Aquí seremos testigos de cómo Hitler, se hace con el diario secreto de los Frankenstein, donde se explica el procedimiento para crear vida a partir de la muerte. El líder nazi, no dudará un segundo en llevar a cabo tan siniestros experimentos con el fin de convertirse en el dueño del mundo. El problema viene cuando descubre, demasiado tarde, que su criatura, es judía.
¿A destacar? Pues básicamente, TODO. Bajo un impecable y elegante blanco y negro, asistiremos atónitos, a una descabellada e inteligente sucesión de gags que nos quitarán casi al instante, el mal sabor de boca dejado por Sullivan y sus chicos malos. Personajes llenos de carisma, como un demencial Hitler interpretado a las mil maravillas por Joel David Moore (“Avatar”), quien se pasa 25 minutos hablando en alemán inventado y se queda tan ancho, su concubina, una sexy oficial nazi que pone la poll… quiero decir, los pelos de punta y por supuesto, la criatura, bueno… la criatura hay que verla.
Este carnaval me disfrazo de Adolf Hitler: Joel David Moore, MAGISTRAL. Y por supuesto, lo divertido de todos y cada uno de los gags.
Mejor me quedo en mi casa, no sea que me caiga alguna hostia: Que solo dure 25 minutos.
7 comentarios:
Veo que coincidimos con las historias. La de los ositos es tremendamente aburrida eh? Y te has dejado la mini historia de la caca mmmmmmmmm con esos pechos exuberantes de la actriz porno Sunny Lane, aunque para mi gusto hay mejores.
Si pollo, quiero decir, Blanch, si nos hubieran cambiado a los osos amorosos por cualquier otra historia, estaríamos hablando de una de las mejores antologías de terror en mucho tiempo (cosa, por otro lado, no demasiado difícil). La de caca no tuve cojones a comentarla, demasiado profunda para mi... aunque recuerdo que me reí mucho con algo que soltó el profesor (palabras, se entiende).
¿Cuando dices que hay mejores, te refieres a películas de historietas o actrices porno? ultimamente, no estoy muy puesto en la materia, no reconocí esas tetas... pero creo que la estatua de la livertad que menea el culo, también es una pornostar.
Divertidísima, comparto lo de que la historia de Hitler era la mejor, el tío ese haciendo del Führer no tenía precio! y buenísimo lo de "El Diario de Ana Frank" XD. La de Wadzilla le pisaría los talones y reconozco que cuando vi aparecer a Eric Roberts aplaudí, y es que cualquier día levanto la taza del váter y me lo encuentro allí dentro jaja!. La de los ositos amorosos...pues estoy con vosotros, es la más floja de todas, pero la primera actuación musical al estilo Grease me moló, así que no le echaré más mierda encima...y hablando de mierda, la última y accidentada historia, pues me reí mucho con la advertencia del tio ¿era profesor o director de cine?bueno...da igual, pero reconozco que me alegré de que los zombies del auto-cine llevaran al extremo aquello de "apetito sexual", porque tanta explosión escatológica me estaba comenzando a remover las tripas :P
Por cierto, que bonitas eran aquellas revistas con Ron Jeremy en portada...¿os acordáis de la que estaba con la piruleta? que mooono...jaja!
Me refería a actrices porno claro jajajaja. No sabía lo de la tía de la estatua de la libertad, pues que mojita oiga usted!!! podría haber enseñado más!!!
Aquí nadie especificó nada jajaja!, pero lo siento, el señor Jeremy es más importante que cualquier estatua de la libertad por mucho culo que ésta tenga, si le hicieran presidente de los Estados Unidos otro gallo cantaría...o por lo menos nos jodería todo un profesional XD
Jajajaja como que el señor Jeremy es más importante que culquier culo? Sacrilegio!!!! Bueno que cualquier culo puede, pero no me digas que es más importante que cualquier teta, jamás de los nuncas.
Bueno Blanch, yo diría que desde hace ya bastante tiempo Jeremy tiene un buen par de tetas XD, y también tiene un par de dulces ojitos azules, entre otras cosas, reconócelo...no te podrías resistir a sus encantos jaja!
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