THE AMAZING AMY NOS HABLA SOBRE LA PRIMERA TEMPORADA DE UNA DE LAS SERIES MÁS IMPACTANTES (Y CERCANAS) DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Quizá sea un título exagerado, quizá no. Lo cierto es que independiente de la crítica a los aspectos técnicos que se pueda hacer, desde mi más pura indefensión como espectadora, esta serie me hizo sentir un Terror (si, con mayúscula) tan visceral, como ninguna película o serie (de terror o no) me ha producido dentro de los 28 años que llevo en este mundo. Tanto fue el miedo que me produjeron los primeros capítulos que me sentía vigilada, paranoica. Sentía que alguien ya tenía preparada una República de Gilead, sentía que en cualquier momento caminando por la calle alguien iba a proclamar de un momento a otro un nuevo régimen totalitario, el cual me iba a quitar todos los derechos fundamentales que poseo como ser humano y me iba a reducir al grado de “cosa”, desprovista de todo valor, peor que un animal.
“una serie original de la plataforma de streaming Hulu (bendito sea el fruto de estas plataformas que han dado espacio a nuevas historias)”
Y es que el clima social era similar al presentado en la serie. Proliferación de gobiernos de ultra derecha en el mundo, terrorismo como excusa para aplicar leyes represivas, las organizaciones luchaban por fortalecer los derechos para las disidencias sexuales, discusión en Latinoamérica sobre los derechos reproductivos de las mujeres y el acceso al aborto (en mi país incluso se había aprobado la ley que despenalizaba el aborto y los más conservadores no estaban nada contentos). En definitiva se estaba produciendo un cambio en la conciencia social en relación a nuestros derechos como ciudadanas que me hacía sentir hasta cierto punto segura, tenía un Estado que velaba por mi bienestar. “El Cuento de la Criada” logró situar su distopía en un momento tan exacto y similar al que se estaba viviendo en el mundo que para mí el límite realidad/ficción se borró completamente para dejarme expuesta y vulnerable. Hizo que tomara conciencia de la fragilidad de los derechos que tenemos como ciudadanas. Y es que si lo pensamos bien, con gobiernos totalitarios o no, no hay nada más terrorífico en el mundo real que ser mujer.
Hace unas pocas semanas se estrenó el tráiler de la quinta temporada de “El Cuento de la Criada”, que por motivos de la pandemia será entrenada en 2021, y se me vino a la mente toda la mega experiencia que fue el visionado de esta serie. Es por esto que decidí hacer la crítica para nada más que recomendarles una y otra vez que la vean. Una crítica directa desde el útero fértil que tengo. Sumado al tráiler, el año 2019 Margaret Atwood la autora del libro en el cual se basa la serie, publicó la secuela de “El Cuento de la Criada”, llamada “Los Testamentos” de la cual tengo unas ganas locas de hincarle el diente, sobre todo porque han pasado quince años desde que se creó la República de Gilead y por lo tanto ya hay toda un generación de próximos adultos criados bajo los mandatos extremos del régimen (terrorífico es decir poco). Además los productores ya están en conversaciones para incluir lo que se relata en el nuevo libro de Atwood dentro de la serie. ¿Qué será de nuestra querida June? El solo pensar en las posibilidades ya me dan ganas de ver esa temporada. Pero ustedes se preguntarán “¿Qué es la República de Gilead? ¿Quién es June? ¿Qué es una criada?” Pues bueno, les cuento…
“El Cuento de la Criada” es una serie original de la plataforma de streaming Hulu (bendito sea el fruto de estas plataformas que han dado espacio a nuevas historias) que nos adentra en la vida de Offred (de que viene este nombre, ya lo averiguarán al ver la serie) o June Osborne, interpretada por una brillante Elisabeth Moss (“El Hombre Invisible”), una criada de la República de Gilead, ex Estados Unidos que tras un atentado terrorista que terminó en la muerte del presidente se hizo cargo del gobierno instaurando un régimen totalitario, donde las mujeres fértiles son entregadas como “criadas” a hombres de la élite política para que tengan a sus hijos y así revertir la baja tasa de natalidad en el país. Offred es envida como criada a la casa del Comandante Fred Waterford interpretado por Joseph Fiennes (“American Horror Story: Asylum”) un alto funcionario de Gilead que está casado con Serena Joy, a cargo de Yvonne Strahovski (“Predator” 2018). Serena participó en la creación de Gilead y está obsesionada con la idea de ser madre. En el elenco tenemos también a Ann Dowd (“Hereditary”) que repite su papel de fanática del culto de turno, como Tía Lydia. Las “Tías” son las encargadas de reeducar a las criadas bajos las leyes de Gilead, prepararla en los ritos de concepción y de velar por el buen comportamiento de estas, ejerciendo los castigos correspondientes. Y no les cuento más, para que se lleven las máximas sorpresas posibles.
“Una de las mayores virtudes de esta serie es que logra un salto casi perfecto de la literatura al cine, de la palabra a la imagen”
La serie está basada (en su primera temporada) en la novela homónima escrita por Margaret Atwood publicada en el año 1985, la autora además participa como consultora de la serie. Llama la atención que un libro escrito hace tanto tiempo tenga una vigencia tan brutal en pleno siglo XXI. Y es que si nos detenemos un poco en los años 80 vemos que proliferaban los gobiernos de ultraderecha y las dictaduras en Latinoamérica que coartaron a través de la violencia más atroz, el deseo de una vida mejor en muchos países. Por lo tanto una Republica de Gilead estaba a la vuelta de la esquina o incluso, en parte, sucediendo. Cabe destacar además que hay una película basada en el libro del año 1990 protagonizada por Natasha Richardson como Offred.
Una de las mayores virtudes de esta serie es que logra un salto casi perfecto de la literatura al cine, de la palabra a la imagen. Esto a través de una puesta en escena magistral donde deja de manifiesto lo retorcido de las mentes que están detrás de la República de Gilead. Todo tan pulcro, tan cuidado, tan inmaculado, de psicópatas totales. Las actuaciones son una delicia, sobre todo la de Elisabeth Moss que se hecha al hombro la serie y la hace su redención, su lucha. No puedes mirar a los celestísimos ojos de Offred y no sentir la rabia, la impotencia, el miedo y por sobre todo la sed de sangre y venganza. ¡Que esta chica puede echar abajo toda la maldita República de Gilead! Las pequeñas victorias de las criadas se disfrutan al máximo, llegas a sentir un placer morboso de ver como a pesar que a estas chicas les han quitado todo, todo, aún están vivas y luchando.
“cada capítulo guarda un golpe, una estocada que te sacude y hace recordar al espectador que, a pesar de que ya es un cotidiano, nada de lo que ve es correcto”
Memorable es la escena INICIO SPOILER cuando las criadas se niegan a castigar a una de ellas y vuelven todas en grupo a sus casas caminando con Michel Bublé cantando de fondo “I’m felling good”. FIN SPOILER Ya pasados los primeros capítulos que son impactantes, te vas acostumbrando (algo bastante terrible la verdad) a los actos horrorosos que se comenten en Gilead, pero cada capítulo guarda un golpe, una estocada que te sacude y hace recordar al espectador que, a pesar de que ya es un cotidiano, nada de lo que ve es correcto y a la vez impide normalizarlo. Capítulo a capítulo se nos adentra más en la dinámica social de esta república de Gilead pero siempre con dolor, es dolorosa la forma en que el espectador va descubriendo como está compuesta esta sociedad y que no solo afecta a las criadas de forma denigrante e inhumana (que se llevan el mayor peso en vejaciones) sino que afecta a todas las mujeres, hombres y niños. A todos.
Lo único malo de la serie a nivel global es que desde la segunda temporada pierde un poco de fuerza, no son tan buenas como la primera. Se nota a nivel de historia, más no a nivel técnico ni menos actoral, que la primera temporada está basada en un clásico de la literatura y las otras no. Pero este punto es material de otra crítica. Prueba de lo magistral que es la primera temporada de “El Cuento de la Criada” es que arrasó en los Emmy 2017 llevándose todos los premios importantes en su categoría de serie dramática (Mejor Serie, Mejor Dirección, Mejor Guion, Mejor Actriz, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Actriz Invitada, Mejor Fotografía y Mejor Diseño de Producción) y en los Globos de Oro 2018 se adjudicó mejor serie de drama y mejor actriz de serie dramática para la grandiosa Elisabeth Moss. Y todos más que merecidos.
La serie, al menos en su primera temporada, es un must-see de nuestro siglo. Es casi una obligación moral, casi material de estudio histórico. La he recomendado a cada mujer, hombre y adolescente que he podido, porque debemos estar alertas a los sutiles cambios políticos que de un momento a otro nos despojen de todo, incluso de nuestros cuerpos. No sé qué más decir que no se haya planteado ya por personas más expertas que yo, solo recomendar su visionado y pasar la voz. Y a todas las chicas decirles Nolite te bastardes carborundorum.
3 comentarios:
Enhorabuena por la reseña. Concuerdo por lo general en lo que describe. La verdad es que yo la descubrí con mucho retraso, bastante después del boom que supuso su temporada inaugural. De hecho, creo que la empecé al tiempo que transcurría la tercera. Y no me costó en absoluto ponerme al día, ya que es una de esas series que me tuvo enganchado poderosamente. Tampoco me extenderé en valorarla, porque ya se ha hecho mucho y bien. Me encanta la fotografía, y esa austeridad marcial que lo impregna todo. Me asombran los entresijos de la vida cotidiana en Gillead y cómo se nos van desvelando y desarrollando escalonadamente, dando siempre esa nueva vuelta de tuerca que creías improbable. Si bien es cierto que Elisabeth Moss lo borda en su papel, no lo es menos que, en ocasiones, se me hacía algo cansina, cuando no repelente. Aunque quizá eso forma parte ineludible del poliedro emocional al que se ve sometida June, como le ocurriría a cualquier hija de vecina. Pero sobre todo y por encima de todo, me causó pavor la sensación de cercanía plausible, de disección de los tiempos y de rabiosa actualidad que, pese a lo extremo de la premisa, emanaba de la historia. Pocas cosas han conseguido generarme tal desasosiego, rayando lo insoportable, haciendo que el mal cuerpo de un servidor se retorciera incómodo en el sofá. Lo cual para mí es genial.
A ver qué nos depara la próxima temporada. Personalmente no puedo, ni quiero, evitar aguardarla con unas ganazas generosas. Un saludo.
Excelente análisis. Si me ciño a la primera temporada, me parece una de las mejores que se han hecho en el mundillo de las series; insisto, como primera temporada.
A mí personalmente Elizabeth Moss no me termina de gustar. Es cierto que aquí su papel difiere de Mad Men, pero en el resto de producciones que ha hecho (en el terror la hemos visto en varias, como "El Hombre Invisible") me parece que adopta un rol interpretativo parecido, incluso a veces demasiado sobreactuado. Es cierto que aquí le viene bien, que funciona, pero no es algo que quiera ver siempre que la observo en situaciones de tensión.
Más allá de eso, creo que se ha comentado: la sobriedad como arte se eleva a su enésima potencia en esta producción. Un argumento tenso, unos cliffhangers resultones y una fotografía maravillosa. Hay planos que se meten en la cabeza y es difícil sacarlos (esa estampa de todas ellas avanzando en fila en uno de los últimos episodios de la temporada, tela), y el contraste de los colores tiene significancia propia. Todo un acierto.
Dicho esto: su primera temporada es un auténtico sobresaliente. Qué pena, en mi opinión, que luego baje de la manera que lo hace. Pero para eso toca análisis =)
Hola Maik!, hace poco vi una serie muy buena que no va mucho con este blog (jijiji) que se llama "Miss America" y entendí perfectamente el contexto y el por qué la grandiosa Margaret Atwood escribió "El cuento de la criada" Y es que al final la lucha por la igual de derechos es lo que más hace aflorar los extremos, genera una especie de purga en las sociedades cada vez que se tratan de mover las estructuras y viendo el contexto de este año tan extremo en todos los sentidos, al final una realidad como la de Gilead queda solo en la voluntad de quien nos gobierna. Terrorífico. Puede que me equivoque pero es ahí donde deben apuntar las pelis de terror de estos tiempos, a la ilusión de que tenemos control sobre nuestras vidas y cuerpos, que estamos protegidos y lo peor es que quien nos daña no es un alien o un ser paranormal, sino un ser humano con poder político.
Saludos Maik, nos vemos en la próxima! ;)
Hola Astinus! Un gusto verlo por esta entrada. Y sí, respecto de Elisabeth Moss a veces también la encontraba un poco pasada, pero si nos vamos en todo lo que está viviendo otro es el cuento, igual entiendo el esfuerzo que debió hacer como actriz para que su rostro no estuviera sobreactuado todo el tiempo. Ahí vemos que el arte de la actuación es complejo. Al menos en la primera temporada se me hace bien y es tolerable esos arranques, que yo al menos detecté solo pasado el shock inicial ya casi en los capítulos finales. Y bueno pasa seguido que cuando una actriz o actor la peta en algún papel los directores después quieran explotar al máximo ese recurso. Culpa compartida creo respecto de “El hombre invisible”. Hablando ya de las otras temporadas concuerdo con que no tienen el mismo impacto que la primera y no son tan buenas. Y quizá ahí falló el guion, pero es que la primera temporada es tan absolutamente buena que la tenía difícil.
Saludos Astinus!!
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