ANDREA CATÁSTROFE NOS HABLA SOBRE LO NUEVO DE KURTIS DAVID HARDER, QUIEN SE SUBE A LA HOLA DEL EMERGENTE "TERROR SOCIAL"
“Spiral” es la última película del cineasta Kurtis David Harder, productor de películas como “What Keeps You Alive” (2018) y “Harpoon” (2019), escrita por Colin Minihan (el guionista de “Extraterrestrial” e “It Stains the Sands Red”) y John Poliquin (director de “Grave Encounters 2”), y protagonizada por Jeffrey Bowyer-Chapman, a quien tal vez recuerdes en algunos episodios de “American Horror Story: Apocalypse” (2018)... sus apariciones no son muy significativas. En fin. Un filme que adopta la característica fundamental del Horror Social de Jordan Peele y lo sé, si nos ponemos creativos podríamos decir que incluso “Night of the Living Dead” (1968) de George A. Romero es una película de Horror Social, pero yo me refiero al género que Jordan Peele perfiló en el 2017 con “Get Out” y con mucho más acierto (a mí gusto) consolidó con “Us” (2019), esto es, aquel en donde la sociedad es el único y auténtico mal, el villano definitivo.
“el diseño de producción, con bajos recursos y un puñado de escenarios, logra definir muy bien la época en que se desarrolla la historia”
“Spiral” nos cuenta la historia de Malik y Aaron, una pareja gay que recientemente se ha mudado a un pequeño pueblo en busca de una mejor vida, para ellos y su hija adolescente Kayla. Sin embargo, no todo es lo que parece en primera instancia, y debajo de esas amistosas sonrisas suburbanas, hay un oscuro y retorcido secreto, toda una mitología ancestral de la cual sólo Malik sospecha, y en un intento desesperado por salvar a su familia, se ve envuelto en una espiral de violencia, paranoia, recuerdos y delirios. Por su parte, ignorante de la situación, Aaron se adapta al nuevo vecindario interactuando con sus nuevos vecinos, lo mismo Kayla, aun con novio flirtea con un atractivo y comprensivo chico que recientemente ha conocido en el pueblo.
La película inicia con un flashback en el que un joven Malik y su novio son atacados por un grupo de hombres homofóbicos armados con bates de béisbol. El incidente termina con la muerte del novio de Malik. Una secuencia que, aunque parece tal vez excesiva (como si no fuera suficiente el hecho de que Malik es afroamericano) justifica ante nuestros ojos el rol de Malik dentro de la espiral, su perspicaz desconfianza, no es tan fácil engañar a quien conoce de primera mano lo peligroso que puede ser vivir en Estados Unidos. Por su parte Aaron es un hombre blanco, mucho más confiado de sí mismo y por ende, incapaz de identificar esos pequeños detalles que están volviendo loco a Malik. Momento en que los intereses de estos dos hombres se separan y el peso del filme cae en Malik, devorado por el temor, ansioso de encontrar la verdad.
“el ritmo no decae, a veces un poco más lento pero siempre con un objetivo claro: el mensaje que el filme nos arroja al final”
Se agradecen los detalles que David Harder incluye, principalmente su ambientación en 1995, que además de permitir divertirse a sus personajes con cámaras Polaroid, cintas VHS y computadoras de escritorio, vaya, un pequeño nicho de nostalgia, nos ubica dentro de un contexto en el que recordemos nace la ley “Don't ask, don't tell”, una política que inicialmente introdujo Bill Clinton y firmó por aquellos años, anulando en los Estados Unidos la discriminación por motivos de orientación sexual, posteriormente revocada y después derogada, pero eso es otra historia. Así mismo el diseño de producción, con bajos recursos y un puñado de escenarios, logra definir muy bien la época en que se desarrolla la historia.
Un filme bastante sobrio, aunque no tan destacable a pesar de ajustarse bien a los cánones de su género. ¿Será por su escaso presupuesto, la falta de experiencia como director de David Harder o el dejo a telefilm que guarda? No lo sé. De pronto los miedos de Malik se materializan en recursos que no son tan sorprendentes, como una sombra en el bosque, la invasión domiciliaria (aunque esa parte me gustó), algunas apariciones fantasmales o la imagen de una especie de ritual-culto, pero, son recursos que están bien ejecutados... no lo sé, tal vez pasa que son demasiados, en cantidad, los tópicos a los que recurre.
“no estamos hablando sólo de homofobia, sino de un mundo que se apresura por demonizar a cualquiera que no se ajuste al molde de su moral”
No obstante el ritmo no decae, a veces un poco más lento pero siempre con un objetivo claro: el mensaje que el filme nos arroja al final. En cuanto a la actuación, no tengo mucho que decir salvo que Bowyer-Chapman hace un trabajo aceptable, el resto no es tan relevante pero eso es porque así lo determina el guion. La banda sonora muy estándar, una mezcla de sintetizadores, silencios y oportunos cambios hacia sonidos más chirriantes y “espeluznantes”, anticipando la narrativa.
Aunque David Harder concluye “Spiral” con un par de secuencias ricas en sangre, la mayor parte del metraje se esfuerza por construir una película de suspenso y hacer de su argumento el motor de un horror creciente que más allá de la presencia de un asesino serial, el diablo o alguna criatura caída del espacio exterior o salida del inframundo, gira en torno a una ideología. Al final, después de la masacre, es lo que nos dice “Spiral”, y es que no estamos hablando sólo de homofobia, sino de un mundo que se apresura por demonizar a cualquiera que no se ajuste al molde de su moral. Porque parece que la libertad social es una falacia, cuando con el paso de generaciones en lugar de alcanzarla, sólo cambia el emisor y el portador de esa demonización. Ese grupo social culturalmente inaceptable, inferior y menospreciado, discriminado, lleno de paradigmas de odios y estereotipos, invisibilizado, estigmatizado y violentado. Háblese de homosexualidad, racismo, xenofobia, “islamofobia”... etc., etc., etc.
4 comentarios:
A mí me ha parecido un telefilme en toda regla. No soy muy fan de Jordan Peele, sin ir más lejos, este año he visto varias propuestas de esa guisa, de este terror social que comentas Andrea (y tratando también los problemas raciales), como "His House" o "Antebellum", que me han gustado bastante más que las dos populares películas de Peele, pero con todo, cualquiera de ellas me parece muy superior a esta "Spiral".
Típico thriller ligero para toda la familia, que más allá del tema de la homofobia, no ofrece nada nuevo. Clichés, visualmente discreta y un tramo final circense que no hay por donde cogerlo. Le tenía ganas, pero... chasco gordo.
Saludos.
Leo las críticas y mi pregunta es, habeis visto la misma pelicula que yo?
Anónimo, pues sin más datos no sabría decirte. ¿Qué película has visto tú?
Saludos.
Pues yo no he entendido el final: ¿el chico se come las entrañas o a su propio feto? ¿Al padre se lo van a comer? ¿Todos se perpetúan o sólo esa familia? ¿Quién es ese nuevo algo/alguien a lo que temer si llevan haciendo esto siglos? Si el joven es el tataratatara....abuelo del cuadro, no entiendo si va a haber un nuevo miembro, ni quién sería. Tengo muchas preguntas a ese final.
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