sábado, 8 de mayo de 2021

Crítica: Al Morir la Matinée

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE EL PRIMER SLASHER URUGUAYO Y HOMENAJE (SUMA Y SIGUE) AL CINE DE OTRO TIEMPO


Al morir la matinée, primer slasher uruguayo
Comentaba hace poco el compañero Artorius en su análisis de “La Grieta” (1990) de Juan Piquer Simón, sus preferencias por el cine de épocas pretéritas en comparación a lo que hoy, ofrece el género fantástico. Se preguntaba, ¿Cuántos bodrios tiene que comerse uno en la actualidad para disfrutar de cosas como “The Witch” (2015) o “Hereditary” (2018)? La respuesta es, depende. Depende del ojo que tengas a la hora de elegir o de la cantidad de películas que te quieras meter en vena. Cuantas más veces va el cántaro a la fuente... y ahí reside la clave. Soy de la opinión de que nunca se ha hecho cine de género (terror y fantástico) de tanta calidad como el que se hace hoy. ¿O acaso en los ochenta no tenía que tragarse uno legiones de bodrios hasta dar con las “El Resplandor” (1980) o “Posesión Infernal” (1981) de turno? Y así, cualquier otra década. Creo que el “problema” de hoy, es que tenemos acceso a TODO el cine que se factura, el excelente, el bueno, el mediocre y también, el horrible, cosa que no ocurría en el pasado, donde dicho acceso estaba mucho más restringido y cuasi limitado a la pírrica oferta de nuestro videoclub más cercano. 


“un homenaje tanto al slasher norteamericano como el giallo italiano, dos de los subgéneros más populares de los setenta y ochenta. Por hablar de similitudes, podríamos hacerlo del Bogliano más festivo” 


Luciana Grasso en Al morir la Matinée
Épocas pasadas siempre fueron mejores. Dicho popular que en ámbitos artísticos, se ha terminado convirtiendo en poco menos que un mantra de corte religioso. Una fantasía instaurada en el imaginario colectivo que ha calado tanto, que han llegado a mitificarse auténticos esperpentos de antaño, considerados en la época actual, títulos de culto, cuando la realidad es, que muchos de ellos difícilmente soportan hoy un visionado, valga de ejemplo la susodicha epopeya submarina del gran Piquer Simón. Cada cosa en su momento y en su contexto. Por no decir que el listón de exigencia del aficionado actual, poco tiene que ver con el de aquellos añorados ochenta (y colindantes), donde casi cualquier cosa valía para pasar un buen rato. Hoy, la película es bien distinta. 

primer slasher uruguayo
Todo esto viene a razón de “Al Morir la Matinée” (2020), tercer y nuevo trabajo del uruguayo Maximiliano Contenti, un enamorado de la serie b que repite constantes vitales de anteriores trabajos para seguir sumando esfuerzos en esa incesante empresa colectiva de recuperar u homenajear el cine de terror de los ochenta. Extravagancia en su momento, hoy, una moda o corriente más, de las muchas que pululan por el género. Y al igual que todas ellas, expuesta a la misma suerte, terminar saturando al espectador. Con la desventaja añadida de que a estas alturas, el impacto de este tipo de propuestas ya no es ni parecido a lo que generaba años atrás, donde algo de atrezzo ochentero, un filtro por aquí, un sintetizador por allá, era chute de nostalgia más que suficiente para viajar a otra época (una mejor, claro) y ganarse la gracia del respetable anheloso de naftalina cinematográfica, mientras que ahora, con eso ya no basta, pues este tipo de películas, empiezan a valorarse con la vara de medir contemporánea, mucho más crítica (en ocasiones, demasiado). 


“Colores intensos, sintetizadores omnipresentes, personajes estereotipados, sangre a cascoporro, situaciones surrealistas y un sinfín de guiños y referencias al terror de la época” 


el come ojos en al morir la matinée
“Al Morir la Matinée” es eso, un homenaje tanto al slasher norteamericano como el giallo italiano, dos de los subgéneros más populares de los setenta y ochenta. Por hablar de similitudes, podríamos hacerlo del Bogliano más festivo de “Sudor Frío” (2010). Además, riza el rizo adentrándose en las tripas de un escenario mágico y en peligro de extinción como es el de una sala cinematográfica. Curioso que el terror, en su desmedida glotonería, no haya devorado la fórmula a lo largo de su historia, pese a que cineastas como Lamberto Bava o Bigas Luna, supieron sacar partido puntual de su magnetismo y encanto innato con “Demons” (1985) o “Angustia” (1987) respectivamente. 

Julieta Spinelli
Por supuesto, todos los elementos propios del revival están presentes en la película de Contenti. Colores intensos, sintetizadores omnipresentes, personajes estereotipados, sangre a cascoporro, situaciones surrealistas y un sinfín de guiños y referencias al terror de la época, comenzando por ese contrapicado de un vehículo recorriendo un lluvioso y gris Montevideo al más puro estilo de “El Resplandor” de maese Kubrick (atentos también a las claras connotaciones de la partitura de fondo), inclemencia meteorológica que también nos hará recordar la llegada a cierta escuela de danza germana. La lista de “huevos de pascua” que uno puede hallar a lo largo del visionado, es considerable y sin duda puede ser, uno de los grandes activos del filme en manos de aquellos que tanto gustan del vicio de ir de caza de dichas referencias


“La oferta de de este tipo de películas hoy, es amplia. Y la verdad, la de Contenti, siendo una experiencia amena y entretenida, ni mucho menos destaca entre todas ellas” 


Luciana Grasso ensangrentada
El problema de “Al Morir la Matinée” es básicamente, que llega tarde, valga la redundancia. La oferta de de este tipo de películas hoy, es amplia. Y la verdad, la de Contenti, siendo una experiencia amena y entretenida, ni mucho menos destaca entre todas ellas. Aquí, el tipo de lupa utilizada para buscarle (o no) las costuras, se antoja como algo fundamental a la hora de disfrutar (o no), de la experiencia. Si el baremo es el de antes, basado en los intangibles del corazón, o bien, es el de ahora, basado en las afiladas y cortantes aristas de lo cuasi matemático. 

Julieta Spinelli en al morir la matinée de Maxi Contenti
La película se abre a ambas posibilidades y lo deja todo en manos del criterio o percepción del espectador. No cabe duda, de que este tipo de productos siguen teniendo su público. Aquellos que reniegan del cine actual, seguramente pueden tener en esta suerte de sucedáneos del pasado, ese tipo de oferta que tanto añoran. En ese escenario, no cabe duda de que “Al Morir la Matinée” ofrece sobrada diversión. Contenti sabe lo que tiene entre manos, sabe a quien va dirigida su película, lo explota y lo hace bien. Una historia sencilla como el mecanismo de un chupete, personajes caricaturescos (lo del villano lo habría firmado el propio Dario Argento en sus trabajos más delirantes... si es que tiene de otro tipo), donde aquello de las “motivaciones” suena a broma de mal gusto y en definitiva, un “todo vale” de manual, si de lo que se trata, es de viajar, amén de la constatación, una vez más, de la buena salud del cine de terror latinoamericano

Lo mejor: Contiene todos los elementos que han hecho del revival, un subgénero tan rentable en la actualidad. Destaco su gran ambientación, algunas muertes escabrosas (la del “pico” es deliciosa) y como no, ese canto de sirena que es su banda sonora. 

Lo peor: Vista y entendida fuera de su particular ecosistema, adía de hoy, puede derivar en una experiencia poco menos que “perturbadora” para más de uno/a.


6 comentarios:

Missterror dijo...

Hola, Rector. Murió la matinée y la paciencia también murió un poco con ella. Como Slasher, "Al morir la matinée" va muy justita. Como Giallo, con la anarquía argumental que esto suele suponer, secundo ese 6 (aunque aquí se han saltado la investigación detectivesca).
Estoy muy de acuerdo en todo lo que planteas. Quizá llegue algo tarde para que la nostalgia juegue a su favor y haga que las preguntas sin respuesta no tengan demasiada importancia. Lamentablemente, ha habido un revival ochentero tan bestia que dejó de ser rareza hace años para sumarse a la tendencia. Para llamar la atención, no basta con retrotaernos a la Italia de Agento o Bava, sino que hay que sumar algún elemento novedoso que haga ganar atractivo a la película, como en "Knife+Heart", por ejemplo.

Un abrazo

El Rector dijo...

Missterror, la anarquía argumental, por llamarlo de alguna manera, es aplicable tanto al slasher como al giallo. No ha sido el primero, precisamente, un ejemplo de coherencia o guiones sólidos. Pero vamos, en estos casos, entiendo que uno ya viene cenado de casa.

Los elementos revival molan, en mi caso, que soy muy fan del cine de los ochenta (en realidad, es mi década artística favorita con mucho y no solo aplicable al cine, también a la música, el deporte, etc...), este tipo de películas siempre tienen un encanto especial. El problema, como siempre, viene dado por la alta oferta, por el abuso incluso y creo que a fecha de hoy, la fórmula empieza a dar muestras de agotamiento. "Al Morir la Matinée" me parece que cumple en su condición de "cine homenaje", pero hay otras muchas recientes, que cumplen igual o mejor, pero que además, ofrecen otras cosas.

Como ya comenté, no me sedujo demasiado "Knife+Heart". Estoy mucho más cerca de una propuesta como la que nos ocupa. Entre el slasher y el giallo, siempre me voy a quedar con lo primero.

Saludos.

Tracy Kong dijo...

Me atrae mucho esta peli, la verè!!
Pienso que los 80 d hoy ya son un (sub)gènero en Sì màs que solo un ejercicio de nostalgia. Como gènero pues tendrà sus altibajos, como los demàs.
Tambièn creo que hay historias que respiran mejor en otras èpocas, y a ellas se recurre de vez en cuando. No en vano casi toda la ficciòn actual vive en un universo paralelo sin pandemia.
Saludos!

El Rector dijo...

Tracy Kong, sin duda. Y como tal, sería bueno que se intentase buscar ese mínimo de personalidad o nuevas señas de identidad, para precisamente eso, que no parezca que la cosa va solo de nostalgia. Que más allá del exploit de turno, hay algo interesante que ofrecer.

Ya me contarás que te ha parecido este chute "uruguasho".

Saludos.

Mister Moloko dijo...

Hola Rector

La verdad es que planteas un tema muy interesante como es el de la nostalgia a la hora de percibir ciertas películas o valorar determinadas décadas. Por suerte o por desgracia, la edad te da cierta perspectiva sobre las cosas y te permite resituar la realidad en su justa medida. En todas las épocas se han visto malas, regulares, buenas y excelentes películas. Esto es así.
Ahora bien, yo algunas veces alucino sobre la percepción actual que se tiene sobre ciertas películas que en el momento de su estreno ya no es que pasaran absolutamente desapercibidas para el gran público, sino que directamente fueron puestas a parir por la crítica de la época de la forma más inmisericorde. Y probablemente parte de estas críticas fueran injustas, pero lo que tampoco podemos hacer es (no se si por pose, por marcar distancia generacional o por que motivo) ensalzar cosas impresentables (el ejemplo de “La grieta” sería uno, pero eso es también aplicable a muchas obras de explotación del cine italiano que ahora se reivindican y que, objetivamente, no hay por donde cogerlas) y cargarnos sistemáticamente todo lo nuevo que llega a las pantallas (con las consabidas excepciones de la maldita etiqueta del terror elevado). Sinceramente, dentro de lo complejo que resulta valorar la subjetividad del arte, creo que muchas veces no somos capaces de poner las cosas en su verdadero sitio.
Respecto a la película, estoy bastante de acuerdo con lo que dices. Es un juego de nostalgia. Siendo más concretos, yo personalmente le he encontrado un cierto problema de ritmo en su primera parte y unos actores justitos, justitos. Se le agradece el gore, la utilización de la banda sonora y el esfuerzo por ofrecer un producto digno.

El Rector dijo...

Mister Moloko, tal cual. Coincido al 100% con tu reflexión. Por defecto, parece que todo lo que se hace hoy es cuestionable y todo lo que se hacía ayer, es poco menos que un dogma de fe. Cuando la realidad es que no existe relación alguna entre calidad y época, que cine de todas las calañas se hacía antes y también se hace ahora. La única diferencia es que en la actualidad el género es mucho más accesible tanto para los que son aficionados, como para los que no. Siendo un cine que por norma, no gusta a los segundos, mientras que los primeros (no todos, afortunadamente), parecen sentirse contrariados al ver como aquello que un día fue "suyo en exclusiva", hoy está al alcance de cualquiera con tan solo darle a un botón. Lo que sin duda explicaría buena parte de ese rechazo sistemático y muchas veces irracional que despiertan las plataformas de streaming entre los supuestos fans del terror.

Saludos.

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