MISSTERROR NOS HABLA SOBRE EL NUEVO TERROR BASADO EN HECHOS REALES DE JUSTIN KURZEL Y ENCARNADO POR UN GRAN CALEB LANDRY JONES
El retrato psicológico del asesino no llega de nuevas a esta página. El cine nos ha servido múltiples visiones de las circunstancias que llevan a los asesinos a cometer sus crímenes y todos sabemos que en Nido de Cuervos no dejamos escapar ni una. Hemos visto el mal por el mal, la desesperación, la enfermedad, el maltrato, la pobreza, la vanidad, el juego, el poder y hasta el aburrimiento en muchas películas que tratan de acercarse a los momentos anteriores a la explosión de violencia de los asesinos, para ponernos en contexto e intentar explicar los motivos del mal.
“Australia siempre ha sido como un gran imán hacia el abismo. Australia me atrae de la misma y poderosa manera con la que me hace sentir un miedo irracional ante lo desconocido”
Me vienen a la cabeza, “Henry, retrato de un asesino” (John McNaughton, 1986), “Angst” (Gerald Kargl, 1983), “American Psycho” (Mary Harron, 2000), “Funny Games” (Michael Haneke, 1997), “Joker” (Todd Phillips, 2019) o "Elephant" (Gus Van Sant, 2003) entre otras, pero si hay una película que me marcó sobremanera hace una década, fue “Snowtown” (2011) del director sobre el que hoy hablaremos, Justin Kurzel. Para mí Australia siempre ha sido como un gran imán hacia el abismo. Australia me atrae de la misma y poderosa manera con la que me hace sentir un miedo irracional ante lo desconocido. Los prejuicios me devoran y siento que este país, para bien y para mal, me engulliría sin piedad.
Nunca he podido quitarme de encima la sensación que me provocó la puerta cerrada de “Snowtown” y supongo que anteriormente, Mick Taylor en “Wolf Creek” (Greg McLean, 2005) ya había sembrado una semillita chunga en mi cabeza, donde todo florece de forma peculiar. Por todo esto, volver a la Australia de Kurzel el primer día del 2022 supongo que no ha sido la manera más festiva de dar la bienvenida al año, pero dadas las circunstancias, era algo inevitable. “Nitram” (2021) llega avalada por numerosas nominaciones y premios en los mejores festivales de cine, donde ha sido el actor protagonista, Caleb Landry Jones, quien ha roto todos los esquemas de las quinielas. Reconozco que con Caleb Landry Jones me pasa como con Australia, siento que es como un imán para mí, para lo bueno y para lo malo. Tiene un físico que me fascina y me maravilló su interpretación en “Antiviral” (Brandon Cronenberg, 2012), pero no suelo comulgar con sus eventuales histrionismos en otras películas. Lo que tengo claro es que ver su nombre en pantalla para mí siempre ha sido un plus. Obviamente tanta unanimidad en los premios para Jones, indicaban que algo potente había hecho en “Nitram”, pero nunca imaginé que me iba a encontrar con una de las interpretaciones más brillantes que he visto en mucho tiempo. “Nitram” está hecha para Caleb Landry Jones y Caleb Landry Jones nació para ser el protagonista de “Nitram”.
“Nitram” ejecuta de una forma asombrosa la neutralidad, mostrando todas las caras para que nunca empatices con el monstruo, pero que a la vez sigas su proceso mental con atención”
Huyendo del sensacionalismo, lo que se muestra en “Nitram” es la interpretación de parte de la vida de Martin Bryant, el responsable de la masacre de Port Arthur en Tasmania, en la que murieron asesinadas treinta y cinco personas en el tiroteo que Bryant perpetró. De una manera sobria y sin artificios, Kurzel centra todos los esfuerzos en dar potencia al magnífico guion de Shaun Grant mediante la concatenación de escenas en las que se intenta desnudar al asesino y en las que incluso las grietas de la pared tienen una razón de ser. “Nitram” ejecuta de una forma asombrosa la neutralidad, mostrando todas las caras para que nunca empatices con el monstruo, pero que a la vez sigas su proceso mental con atención.
Cada uno de los personajes de “Nitram” tienen un peso bárbaro en la narración y en el cuerpo de la película, no solo para la evolución de la trama, sino para el calado en el espectador. Es por esto que vemos personajes rotos, personajes al límite y personajes con la fuerza de un avispero, pero siempre se busca la distancia con el espectador. Así, de forma pausada y tomándose tiempo en cada escena, la película va descubriendo pequeños matices con los que, sin esfuerzo, se va conformando la bomba de relojería y se va incrementando la tensión hasta llegar a un desenlace en el que, sin necesidad alguna de efectismo, Kurzel consigue helar la sangre, pese a que sabe que el espectador siempre ha conocido el final. Desde mi punto de vista, una de las características más fascinantes de esta película es que hasta el último compás de la película no te das cuenta de que ni la vida de Martin Bryant ni la masacre son los objetivos de la película, sino que son únicamente los medios para poner el foco en lo realmente importante, que es el alegato contra de la permisividad en la venta de armas semiautomáticas anteriores al suceso y la poca eficacia de las restricciones posteriores en Australia.
“hasta el último compás de la película no te das cuenta de que ni la vida de Martin Bryant ni la masacre son los objetivos de la película”
En este sentido, hay muchas escenas determinantes donde la cámara apunta en una dirección y el ojo del espectador tiene que mirar en otra para ver en segundo plano lo que “Nitram” resuelve en silencio. Justamente son estos silencios, junto con las miradas de Martin-Nitram, los que conforman una sensación de soledad y de incomodidad constante, excelentemente aderezada con la austera fotografía de Germain McMicking y la música de Jed Kurzel (hermano de Justin).
Ya he comentado mi opinión sobre el determinante papel de Caleb Landry Jones en esta película, pero es de justicia alabar también las interpretaciones de Essie Davis (“The Babadook”, Jennifer Kent), Judy Davis o Anthony Laplagia. Entre los tres consiguen tales cotas de desdicha que parten el alma. Sin duda, “Nitram” es una película para tomarla con calma y a la vez con fuerza. También aviso de la certeza de que afecta al ánimo y se instala en ese rinconcito de la psique que tiene siempre una baldosa de cemento fresco esperando el momento más inesperado para fijar un recuerdo que se quede fijo en nuestro propio paseo de la fama de las sensaciones de mierda. Lo que está claro es que no todos los demonios de Tasmania tienen cuatro patas.
6 comentarios:
Desde luego no sería "Nitram" el tipo de película que más me gusta dentro del género. Me aburren las historias sobre asesinos en serie y aun lo hacen más, las películas basadas en hechos reales. "Nitram" propone ambas cosas. Dicho esto, decir que se me ha hecho menos bola de lo esperado. No tuve oportunidad (o más bien ganas) de ver "Snowtown", por lo anteriormente comentado, pero reconozco que "Nitram" ofrece una película de asesinos en serie basada en hechos reales, diferente. Centrándose en la génesis del asesino y no tanto en los hechos (algo parecido a lo que vimos en "My Friend Dahmer", pero con gracia). En realidad, y como bien apuntas en la crítica, Missterror, a la postre los hechos, no dejan de ser una excusa para denunciar uno de los grandes horrores del continente australiano.
No tengo problema alguno con Landry Jones. Es un actor dado a la exageración (sobreactuación en ocasiones) y eso me gusta, aunque hasta la fecha, ninguna de sus ya varias apariciones en el género me han entusiasmado especialmente. Seguramente sea "Nitram" el trabajo que más me ha gustado, tanto a nivel personal como de la obra en su conjunto, ya que sus apariciones en películas superiores como "Los muertos no mueren" o "Tres anuncios en las afueras" fueron menores.
Grandes interpretaciones, una historia intensa repleta de matices dramáticos y una combinación de elegancia narrativa con la suciedad intrínseca del cine australiano, hacen de "Nitram" una propuesta realmente interesante. No sería la película que me llevaría a una isla desierta, seguramente no sería una película que volvería a ver, pero que diablos, me esperaba una larga siesta y al final he terminado entrando de pleno en el juego. No está mal para empezar el año cinematográfico.
Missterror, sobre el físico de Landry Jones no diré nada, pues no quiero volver a abrir ese melón y filias en la viña del señor, las hay de todos los colores (incluso pelirrojas), pero vamos, en mi opinión perfectamente podría coger el relevo de Courtney Gains si alguna vez alguien se anima a rodar un remake en condiciones, jeje.
Saludos.
Hola a todos
A mí la película me ha encantado. Ya no sólo por temas profesionales (el protagonista no deja de ser un chico con una inteligencia límite y, probablemente, un trastorno del espectro autista), sino por la sensibilidad e inteligencia como está narrada y explicada. Coincido plenamente con tu excelente análisis, pero la película tiene momentos emocionalmente brutales. Destacaría dos que me parecen especialmente impactantes: el reconocimiento que hace el protagonista de su propia discapacidad y de su incapacidad para gestionarla (algo muy común en estos colectivos: tienen la capacidad de ser conscientes de que se salen de los estándares de la "normalidad" pero no saben como gestionarlo. Ello, por cierto, les causa unos conflictos internos brutales) y la secuencia de la venta de armas (es escalofriante como se puede permitir/entender que las pistolas tengan que estar licenciadas y un fusil de asalto se lo puedas vender a una persona con una discapacidad psíquica -o a cualquiera que no la tenga y que no haya pasado por un mínimo control psicológico-).
Los actores están espectaculares y no sólo el protagonista Caleb Landry Jones, sino también Anthony LaPaglia. y Judie Davis (él recreando magníficamente el comportamiento de alguien afectado de una depresión crónica; ella como alguien emocionalmente gélida) y una Essie Davis magnífica y arriesgándose, física e interpretativamente, en un papel nada fácil. En resumen, un film que considero nos muestra los infiernos del comportamiento humano desde una perspectiva tan naturalista como certera. Con una intencionalidad muy similar, creo honestamente que es superior a "Joker".
Por cierto, recomendaría un programa doble compuesto por "Nitram" y "Elephant" de Gus van Sant para poder ver las dos caras de una misma moneda.
Saludos
Saludos!
La ví ayer de madrugada y me dejó una tristeza infinita en el alma. Grandes interpretaciones, las dos Davis estan enormes. A Judy siempre la recuerdo por su personaje en Maridos y Mujeres de Woody Allen y Poder Absoluto de Clint Eastwood.
Me puso en gran tensión la secuencia en la tienda de armas, y totalmente de acuerdo en que es un momento clave sobre las intenciones del director.
Empezamos bastante arriba el 2022.
Hola, Rector. Sabiendo tus reticencias hacia este tipo de temáticas, me alegra mucho que "Nitram" te haya convencido. Ofrece mucho más que una típica película de asesino en serie y ha sido una estupenda manera de empezar el año cinéfilo.
Respecto a Landry Jones, creo que es un tipo muy peculiar con una forma de entender el arte muy peculiar y por supuesto, con una forma peculiar de interpretar. Me queda claro también que se adapta a lo que pida el director y puede que Neil Jordan le pidiera para "Byzantium" que se dejara llevar por la exageración y que Justin Kurzel le pidiera lo que se abriera en canal de otra forma. Creo que Kurzel es un excelente director de actores y aunque tenga películas en su filmografía para enterrar en la tierra, como "Assasin´s Creed" o hiciera que "Macbeth" fuera preciosa pero terriblemente aburrida, sabe sacar un partido de sus actores y actrices brutal.
Respecto al físico del pelirrojo, ¿qué puedo decir? Soy persona de gustos peculiares y encuentro extremadamente bello lo que tiene un punto diferente.
Hola, Moloko. ¡Feliz año! Coincidimos en esos dos momentos impactantes de la película y doblo la apuesta con otros dos que me helaron la sangre. El primero fue el monólogo de Judy Davis cuando se queda a solas en el restaurante con Helen y describe el momento en el que se dio cuenta de que su hijo estaba enfermo. El segundo también lo protagoniza Judy Davis y es la escena final donde, una vez más en segundo plano, las noticias explican la matanza y ella está sentada en el porche de su casa tranquila, relajada, fumando en lo que parece un momento de paz, justo debajo del avispero. Brutal.
Como dices, todos los actores están sublimes y cada uno de ellos merecería los mismos premios que se ha llevado Caleb Landry Jones.
Para el programa doble que planteas, mejor ir preparado psicologicamente porque es duro. Si se me permite añadir una película y hacer maratón, yo me inclinaría por la austriaca "Angst". Siempre me ha parecido uno de los descensos a los infiernos mejor rodados que he visto nunca.
¡Feliz año, Nolsen! Apostaría a que después de estos días, sigues con un poco de esa tristeza por dentro. "Nitram" es una película que deja poso y sobre la que descubres nuevos matices cuanto más piensas en ella.
Como dices, empezamos arriba el 2022, a ver cómo sigue...
Un abrazo a todos.
Sin haber visto la película, pero leyendo la crítica y los comentarios me refirió directamente a "We need to talk about Kevin" (2011) de Lynne Ramsay.
Cuando veo "me dejo una tristeza infinita en el alma" me recuerda las sensaciones que me produjo la que menciono...
Hola, Lazzaro. Y sin ver la película, aciertas. Las sensaciones al finalizar ambas película son muy parecidas. "We need to talk about Kevin" es un mazazo del que dificilmente te puedes reponer. Esa tristeza en el alma se reaviva cada vez que ves una foto de kevin niño o adolescente. Cuando vuelves a ver un solo fotograma de "Nitram", los fantasmas también vuelven.
Un abrazo y anímate a verla ;)
Publicar un comentario
¿Tienes opinión? No seas tímido/a y compártela, pues en la diversidad está el gusto. Eso sí, intentemos no destriparle la película a nadie y avisa de SPOILERS al resto de lectores/as siempre que tu comentario los contenga. De no ser así, este será eliminado. Gracias.